¿A qué venía esa pregunta? Solo era el dibujo de una chica que había visto en mi cabeza, y que se parecía muchísimo a mi. Me sentía un poco incómoda con la mirada de Alex clavada en mi.
-Humm... lo... he... ¿hecho yo? -respondí.
Me miró confuso.
-Eso es imposible, tu no puedes haber... -Dejó la frase a medias
Lo miré si entender, ¿por qué se ponía así Alex? No entendía nada.
-¿Por que es imposible? Soy buena dibujando, o eso me han dicho.
Se levantó del banco.
-No, tu no puedes haber...
Negó con la cabeza.
-Pues si no te lo crees, no me importa. Es la verdad, yo... vi a esa chica en mi cabeza, y... la dibujé, es todo.
El se levantó del banco, y se giró hacia el bosque.
-Tengo que irme.
Yo me quedé ahí parada y luego reaccioné.
-¿Qué? No, no puedes irte así, ¿qué es lo que pasa?
El se dirigió al bosque y yo le seguí. Los dos acabamos adentrándonos en el bosque, no veía casi nada, no había mucha luz que digamos, pero mis ojos acabaron acostumbrándose a la poca luz que había
-Alex- dije. Pero el siguió sin hacerme caso, y no se detuvo en ningún momento -¡Alexander! Oye, dime algo ¿que es lo que ocurre?
El siguió caminado, y yo iba detrás de el.
-Gabriella, deberías irte de aquí -dijo al fin.
-¿Por qué? Hace un momento no querías que me fuera.
El se detuvo un momento.
-Lo se, pero ahora tienes que irte ¿me entiendes? -preguntó el aun de espaldas a mi. -No me sigas.
Se puso en marcha nuevamente, pero yo no me iba a quedar así, el tenía que decirme lo que le ocurría, porque había reaccionado de esa manera al ver el dibujo. Porque, de todas formas, solo era eso, un dibujo ¿no? Así que volví a seguirle, no me importaba que el me hubiera dicho que no le siguiera. Se detuvo de nuevo.
-Gabriella, ya te he dicho que no me sigas - volvió a decir con un tono de voz más alto.- Hazme un favor quieres. Ve a tu habitación, ya sabes que este sitio no es seguro, y no siempre va a haber alguien que te salve la vida.
Crucé los brazos sobre el pecho, y solté un suspiro. Se que mi actitud era la de una cría, pero no quería quedarme excluida de lo que fuera que le ocurriera a Alex, y también sabía que el tenía toda la razón, no siempre iba haber alguien que estuviera a mi lado para salvarme la vida.
-Esta bien, pero... solo me iré si prometes contarmelo todo.
El asintió.
-Lo haré, pero no hoy. - dijo mientas se marchaba.- Adios.
Yo me quedé ahí parada y casi cuando ya le había perdido de vista grité:
-¡Lo has prometido!
Me aparté los pelos que el viento me había puesto en la cara, di media vuelta y caminé para salir fuera del bosque. Cuando logré salir, fuera no había nadie, normal, ya era tarde, a esta hora la mayoría de los alumnos estarían en sus habitaciones. Me dirigí al edificio de las habitaciones de las chicas, y cuando llegué a la entrada me detuve. ¿Alguien me estaba
observando? Di la vuelta para ver si había alguien, pero no, no había nadie, que extraño, juraría que había sentido que alguien me estaba observando. Decidí no darle más vueltas al asunto, y entré al edificio.
A la mañana siguiente a la hora del desayuno, me dirigía con mi bandeja de comida a la mesa donde me solía sentar, entonces vi a Austin dirigiendose a su mesa, parecía que iba a comer solo.
-Hey -Lo llamé.
Lo malo era que no podía hacerle señas para que me viera, porque estaba con la bandeja de comida, y no me atrevía a cogerla con una sola mano, con lo torpe que era seguro que acababa estampandose contra el suelo.
Austin miró a todas partes hasta que me vió, yo sonreí. Austin se acercó hasta donde estaba.
-Hola -Saludó el con una sonrisa.
-Hola -Le devolví el saludo- ¿vas a comer solo?
El se encogió de hombros.
-Si, me gusta pensar en mis cosas y eso- respondió
-Mmm... ¿Y qué tal tu madre?- le pregunté.
-¿Mi madre?- preguntó confuso.
Yo también lo miré algo confusa.
-Si... - Respondí- ya sabes, esa que ayer te mandó un mensaje al móvil- seguí diciendo.
-Oh, mi... madre, cierto, soy muy olvidadizo. -Dijo algo nervioso -Ella esta muy bien, le dije que parara de enviarme mensajes cada 5 minutos. Siempre me trata como si fuera un niño de 3 años, y todo porque soy hijo único -Puso los ojos en blanco.
-Yo también soy hija única -dije sorprendida de que tuvieramos algo más en común -Pero siempre he querido tener un hermano o hermana.
Sonrió. ¿Por qué me gustaba tanto esa sonrisa? Era una sonrisa contagiosa, que siempre que la veía me entraban ganas de sonreir a mi también. El empezó a hablar.
-Cuando tenía 7 años también quería tener un hermanito, pero... deje de querer tener uno en la fiesta de cumpleaños de mi primo Steve, cumplia un año, mi tía me dijo que lo cogiera, y cuando lo cogí... me vomitó encima. -Yo me eché a reír -Oye, que no tiene gracia, era mi camiseta favorita, bueno, era de Spiderman, pero era mi camiseta favorita
Yo seguía riendome, de tanto reirme se me cayó el plátano de la bandeja de comida, pero antes de que se estampara contra el suelo, Austin lo cogió. Lo miré sorprendida, el me tendió el plátano.
-Toma -yo lo cogí, aun lo seguía mirando sorprendida ¿cómo había hecho eso tan rápido? -Eso te pasa por reirte de mi.
-Si, supongo que si... Tienes buenos reflejos.
-No lo se... supongo -Se encogió de hombros.
-Debes de ser muy bueno en gimnasia, pero si te digo una cosa yo soy malísima, bueno, el Tenis no se me da tan mal y también el... -Me callé porque vi a Jared entrar en el comedor. Jared miró en busca de una mesa vacía y de repente, posó su mirada en mi, yo le devolví la mirada,
el enarcó una ceja y luego miró a Austin. Sonreí para mi misma y volví a mirar a Austin-. Esto... Austin, ¿qué te parece si te vienes a nuestra mesa? -pregunté señalando la mesa donde estaban los demás.
-Mmm... bueno, yo... no se, lo cierto es que... -Antes de que dijera algo más le cogí del brazo y lo arrastré hasta nuestra mesa.
Cuando llegamos, todos clavaron la mirada en Austin, menos Ashley y Justin. Iván miró de arriba a abajo a Austin. Jeremy me miró a mi y luego a Austin.
-Hola chicos -Saludé -No os importa que haya traido a Austin ¿verdad?
-¡Por supuesto que no! -dijo Ashley muy sonriente.
-No -dijo Justin -pero... ¿cómo lo has conseguido? Yo le he dicho a Austin un montón de veces que se viniera, pero nunca me hace caso.
Austin puso los ojos en blanco. Yo sonrei y me encogí de hombros.
-Es mi encanto natural- dije sonriente.
-No es cierto, es porque me has arrastrado hasta aqui- dijo el medio bromeando.
Tenía razón, y lo cierto es que no sabia porque había hecho eso, era... ¿para darle celos a Jared? No, ¡pues claro que no! ¿por que qerria darle yo celos a Jared? Solo lo hacía porque Austin me caía muy bien y no quería que se sentara solo. Si, era por eso.
Iván miró a su bandeja de comida, luego vi que Ashley sonreía al vernos a Austin y a mi. Los miré un momento, y me di cuenta de que aun seguia cogida del brazo de Austin. Lo solté de repente. Seguro que Ashley se creia que entre Austin y yo había algo. Al final nos sentamos y todos empezaron a hablar animadamente, bueno, no todos. Iván, Austin y yo, eramos las únicas excepciones
Austin parecía un poco incómodo, mientras que yo, me dedicaba a hacer trocitos mi cruasán, no tenía mucha hambre, y lo cierto es que Iván no parecía muy contento. Supongo que sería porque aún le seguía gustando, y la verdad es que ese tema me seguía resultando bastante incómodo, no sabía como arreglar las cosas entre el y yo, y de verdad que quería arreglarlo, quería que volvieramos a ser amigos. Pero en parte el tenía la culpa, ¿por qué se tenía que haber fijado precisamente en mí? Sacudí la cabeza, no, Iván no tenía la culpa, quizá la culpa era mía o quizá...
Sentí la mirada de alguien clavada en mi, levanté la cabeza de mi bandeja de comida, donde se encontraba el cruasán hecho trocitos; y me encontré con la mirada de Austin, que se sentaba frente a mi. Inmediatamente sentí como el color subía a mis mejillas, y vi que el sonreía. Cuando terminamos de desayunar, yo me dirigí a los cubos de la basura con la bandeja de comida, para tirar los restos, y Austin fue conmigo, mientras tiraba los restos de comida el dijo:
-Creo que le caigo mal al rubio.
Yo di la vuelta y lo miré, el también me miró, y luego se acercó al cubo de la basura para tirar los restos de comida. Yo me puse un mechón de pelo detrás de la oreja.
-¿Te refieres a Iván?- pregunté, aunque yo ya sabía que si se refería a el, no había otro "rubio" en nuestra mesa.
El asintió.
-Es que durante todo el desayuno me he estado lanzando miradas asesinas.- Yo agaché la cabeza, pobre Austin. Ahora entendía porque se sentía tan incómodo- Le gustas ¿verdad? Al rubio, osea, a Iván.
Yo asentí, me sentía muy incómoda con este tema.
-Entiendo- volvió a decir.- ¿Qué clase tienes ahora?- preguntó como cambiando de tema.
-Humm... pues creo que matemáticas- dije dudando un poco.
Asintió.
-Entonces supongo que nos vemos luego - dijo dando media vuelta para dirigirse a la salida.
-¡Austin! -lo llamé, el dió media vuelta. -Hmm... a la hora del almuerzo te puedes sentar con nosotros... si quieres.
-No puedo, lo siento, voy a estar en la biblioteca estudiando, tengo un examen de Biología. -Dijo el.
Yo agaché la cabeza, la verdad es que me apetecía hablar con Austin, y conocerlo mejor. Creo que la hora del almuerzo era la única hora en la que podíamos haber hablado, porque al parecer el y yo no compartiamos ninguna clase. Levanté la cabeza nuevamente y me estaba mirando.
-Pero aún no he olvidado darte esas clases de guitarra- dijo el sonriente-Pásate por mi habitación a las ocho y media ¿vale? Supango que ya sabes cual es mi habitación.
Asentí, si que sabía cual era su habitación, era la misma que la de Justin, y casi me había olvidado la clases de guitarra.
-Esta bien -estaré ahí a las ocho y media. -Dije animadamente.
-Vale, ahora me voy a clase de français -puso acento francés. Yo sonreí.-Adiós.
-Adiós- me despedí yo también, con una sonrisa.
Dio la vuelta nuevamente y lo vi alejarse hasta la salida. Me quedé un momento ahí parada, hasta que me di cuenta de que yo también tenía que ir a clase. Me puse bien la mochila y me fui pitando a mi clase.
Era la séptima clase del día y estaba muy aburrida, demasiado diría yo, ahora me encontraba en la clase de Literatura, se supone que tendría que estar leyendo el libro de "Hamlet" estábamos con Shakespear, pero a mi me gustaba más el de Romeo y Julieta, la verdad. El caso es que todos estaban leyendo, menos yo. Hoy era uno de esos días en que las clases se me hacían largas, y aburridas. Solté un supiro, y me concentré en leer el bendito libro. Pero lo único que veía en el libro eran letras y más letras. A mi me encanta leer, pero ahora mismo no tenía muchas ganas. Miré por la ventana, y vi el bosque, me quedé un momento mirándolo, y me acordé de que yo tenía que hablar con Alex, me tenía que dar una explicación, una explicación de porque se había comportado así al ver mi dibujo y... ¿Mi dibujo? ¡Mi dibujo! ¿Dónde estaba mi dibujo?¿Se lo había quedado Alex? Y si era así... ¿Por qué? Si, definitivamente, hoy iba ir al edificio de los de la clase nocturna.
Al terminar la última clase del día, me dirigía a mi taquilla para dejar unos cuantos libros, y lo vi, vi a Jared apoyado justo al lado de mi taquilla, parecía muy tranquilo, estaba mirando al suelo. Por un momento me quedé donde estaba, decidiendo si quería quedarme a hablar con el, o dar media vuelta y marcharme a mi habitación. Estaba a punto de hacer lo segundo, cuando el levantó la cabeza de suelo y me miró, estaba claro que ya no podía hacer lo segundo, asi que me acerque a donde estaba. Me miró un momento, y luego miró detrás de mi como si esperara que apareciese alguien.
-¿Dónde esta tu amigo? -Preguntó volviendo a mirarme.
-En primer lugar, mi amigo, se llama Austin, y en segundo lugar...
-El era tu cita de ayer ¿verdad? -me interrumpió el.
Asentí, ¿por qué de repente parecía interesarle mi vida?
-Es simpático, me cae bien y...
-No lo conoces -me volvió a interrumpir
De repente, me sentí un poco enfadada. Bueno, últimamente siempre que hablaba con Jared acababa enfadada.
-Ah, ¿y tu si? -pregunté.
Negó con la cabeza.
-No, no lo conozco, pero se que ese chico, simpático y que te cae bien... Esconde algo, y quizá deberías tener cuidado con el -dijo algo serio.
-Ni si quiera lo conoces, no deberías juzgar a la gente sin conocerla ¿sabes?
Lo mire, y luego di la vuelta para irme de ahí. No quería seguir hablando con el.
-Gabriella... -Empezó nuevamente. Yo me detuve. -Hazme caso, aunque sea solo por esta vez... se que esconde algo, y voy a averiguar que es.
Decidí que ya no quería escucharlo más, asi que eché a andar, y me marché a mi habitación.
Más tarde en mi habitación, yo estaba buscando uno de mis pendientes, mientras Kristine, Estefani y Ashley me interrogaban sobre Austin.
-Pues es guapo -dijo Kristine.
-Si que lo es -Coincidió Estefani.
Estaba debajo de la cama buscándolo, porque estoy segura que era ahí donde se había caído. Lo acabé encontrando en menos de un minuto.
-Austin y Gabriella son novios -Canturreó Ashley.
Me levanté del suelo y la miré.
-Ya te he dicho que entre Austin y yo no hay nada, solo somos amigos.
-Claro, y por eso tienes una cita con el ahora -dijo ella sonriente.
Puse los ojos en blanco.
-No es una cita, solo me va a dar clases de guitarra -no se cuantas veces lo había dicho ya.
Me puse el pendiente, y me dejé el pelo suelto. Me senté en mi cama, aun me quedaban al menos 5 minutos. Las tres me miraban atentamente.
-¿Qué? -Pregunté.
-Pues que te has puesto muy guapa para solo ir a las clases de guitarra -dijo Kristine.
Me puse un poco nerviosa.
-No es cierto, yo... me apetecía ponerme guapa, es todo.
-Vale, ¿y por qué... ?
-¡Tengo que irme! -ma apresuré a decir, interrumpiendo a Ashley, no quería que me siguieran interrogando. Me levanté de la cama y me acerqué a la puerta.
-Vale, suerte con tus clases de guitarra -dijo Ashley guiñandome un ojo.
Salí de la habitación y me dirigí fuera del edificio. Cuando salí fuera, el viento era más gélido que el día anterior. Me quedé un momento en la entrada del edificio, bueno, en realidad no iba a la habitación de Austin... aún. Solo eran las ocho, y yo tenía que hablar con Alex, ah, y quería que me devolviera mi dibujo.
Miré de un lado a otro, para ver si Jared estaba en algún lado, como vi que no estaba, me dirigí al bosque.
Cuando me adentré en él, todo me parecía más siniestro de lo normal, el sonido de las hojas entre los árboles, algún que otro animal escondiéndose entre los arbustos, incluso mis propias pisadas. Todo estaba muy oscuro, tropecé con piedras y arbustos un par de veces. Conforme iba avanzando, vi que el camino estaba más iluminado, eso significaba que el edificio de los de la clase nocturna ya estaba cerca, sonreí. Cuando ya estaba viendo el edificio oí unas voces, eran las de Alex y Sam, me detuve de golpe y me escondí detrás de un árbol.
-No -dijo Sam.
-Sam, ya te he dicho que lo ha hecho ella -dijo Alex.
¿De quién estaban hablando?¿Y quién era ella? Decidí acercarme un poco para ver, y los vi de pie, Sam, caminaba de un lado a otro, y también vi que llevaba mi dibujo en su mano. Asi que ella, era yo. No entendía nada ¿qué tenía de especial ese dibujo?
-Ella... no debería acordarse de nada de eso -volvió a decir Sam.
¿De qué se supone que no debería acordarme?
-Lo se, no debría tener esos recuerdos -dijo Alex encogiendose de hombros -yo tampoco lo endiendo.
-Las dos son... tan diferentes.
-Si, Cat era más dulce, divertida, simpática, inteligente.... En cambio Gabriella no hace más que meterse en problemas, ah si, y nunca hace caso de lo que le dicen. -Dijo Alex.
No se porque me sentí un poco enfadada, no me parecía bien que me estuvieran comparando con esa chica, y sentí un poco de celos de la tal Cat.
-A veces la echo de menos -dijo Sam un poco triste.
-Si no fuera por E...
-No me lo recuerdes -le interrumpió Sam, y miró al suelo.
-Lo siento, Sam, se que tu...
Algo se movió en el arbusto que estaba cerca del árbol donde me encontraba escondida.
-¿Qué ha sido eso? -Preguntó Sam levantando la cabeza y mirando cerca de donde estaba yo.
¿Me había visto?
-Habra sido un animal -dijo Alex.
Decidí que era mejor irse de ahí antes de que me vieran, redrocedí un paso y algo crujió, creo que era el sonido de una rama al partirse. ¡Genial! Había sido yo, esperaba que no se hubieran dado cuenta. Di la vuelta para marcharme de una vez, y vi a Sam delante de mi. Pegué un salto hacia atrás y me lleve la mano al pecho, mi corazón parecía que iba a saltar de mi pecho en cualquier momento.
-Dios, ¿es qué quieres matarme de un susto? -Pregunté.
-¿Qué haces aqui? -preguntó el.
¿Y qué me inventaba yo ahora? Porque obviamente no iba a decirle: "Mmm... nada, solo os estaba espiando a ti y a Alex"
-Bueno, yo... estaba... buscando una cosa... -dije algo dubitativa.
Sam me miró de arriba a abajo, yo me puse roja como un tomate, deseaba poder esconder mi rostro en algún sitio.
-¿Has estado espiandonos? -preguntó Alex detrás de mi.
Yo me giré hacia el.
-No, yo no... estaba espiando a nadie. -Mentí - yo solo... quería hablar contigo. Me lo habías prometido.
-Yo no te prometí nada, y tampoco te dije que fuera a hablar contigo hoy -dijo el. Lo miré un poco enfadada, el suspiró al ver mi cara de enfado -mira rubita, sabes perfectamente que no deberias estar aqui, es peligroso, y seguro que a tu amiguito no le gustará ni un pelo que andes por aqui.
-Jared no es...
-Alex tiene razón, deberias irte de aqui -me interrumpió Sam.
Volví a mirar a Sam.
-Pero Sam yo... -el me miraba, me sentía tan pequeña siempre que me miraba de esa forma -bueno yo... -agaché la cabeza y vi mi dibujo en su mano -Yo, quiero mi dibujo.
El me miró un poco confundido, pero luego me tendió el dibujo, yo extendí la mano para cogerlo, lo miré un momento, miré a esa chica que se parecía tanto a mi, y de repente... era como si ya no me encontrara en el boque con Sam y Alex. Vi a una chica corriendo, en realidad no era una chica corriente, era la chica de mi dibujo, la que había visto en mi cabeza, la que se parecía a mi. Ella corría y de vez en cuando miraba hacia atrás, en su rostro se veia que estaba asustada, bueno, más que asustada, yo diría que estaba aterrada, pero... ¿Por qué? Ella seguía corriendo, era... como si alguien la persiguiera, alguien... que quería hacerle daño, y entonces se encontró en un callejón sin salida, ella se pego a la pared, y miraba a quien fuera el que le estuviera persiguiendo.
-Por favor -le suplicó ella entre sollozos -no me hagas daño...
-Lo siento preciosa, pero me temo que eso no va a ser posible -dijo una voz masculina.
-No, por favor, ¡No! -gritó ella.
Y entonces oí la voz de Sam que me llamaba y me sacudía de los hombros. Lo miré, y luego miré a mi alrededor, ya no estabamos detrás del árbol y no recordaba haber caminado hasta donde hace un rato estaban hablando Sam y Alex. Volví a mirar a Sam pero esta vez lo vi borroso, en realidad ahora veia todo borroso.
-¿Sam? -pregunté.
Lo vi todo oscuro, y lo siguiente que sé, es que me desmayé.
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Vale solo quería deciros que LO SIENTO MUCHÍSIMO!!! siento haber tardado tanto en publicar, de verdad que lo siento :( pero es que llegaron las vacaciones y no me apeteció para nada escribir, pero yo ya tenía este capitulo casi entero lo único que me faltaba escribir el final pero no me apeteció escribirlo u.u lo se, soy muy vaga. Bueeno, y si alguien quiere lanzarme tomates o algo asi, no le culparé u.u xD Espero que os guste el capitulo :D
Ah! y también quería deciros que yo y mi amiga Carmen hemos creado un blog y me gustaría un MONTÓN que os pasarais os dejo el link: http://ialwayslosemymind.blogspot.com/
Ahí muy pronto empezaré a escribir una historia y mi amiga también la suya ;)
Bueno eso es todo!! Os quiero! :D
Muchos besos
Noee;)
lunes, 12 de septiembre de 2011
lunes, 2 de mayo de 2011
Capitulo 18 ¿Nuevo amigo?
Rodé sobre mi misma y casi me caigo de la cama. Abrí los ojos y me los froté con las manos, bosteze un poco. Me tapé un poco más con la manta que me regaló mi madre. Espera, ¿estaba en mi habitación?¿cómo había llegado yo aquí? lo ultimo que recordaba era que estaba en la habitación de Jared, después de que bebiera un poco de agua que sabia algo rara, empecé a sentir sueño, y me dormí, luego no me acuerdo de nada más, ¿o quizá si?, me parece que Jared me dijo algo, pero no lo recordaba. Pero ese no era el caso, ¿cómo había hecho el para traerme aquí?
Me senté en la cama, aun llevaba la ropa de ayer, miré el reloj, eran las ocho y cuarto, bien, ¿qué? ¡espera!, no, maldita sea, iba a llegar tarde a clase, no me iba a dar tiempo a alistarme, ir a desayunar y luego a clase. Las clases empezaban a y media, así que aun me quedaban un par de minutos, me levanté de la cama y me dirigí al armario y saqué unos vaqueros, una camiseta blanca que tenia una bonita flor bordada a un lado, busqué debajo de la cama mis zapatillas y cuando las encontré las dejé a un lado. Me levanté del suelo y cogí la ropa, me desvestí y me puse primero la camiseta, luego me enfundé los vaqueros a tirones, porque tenia prisa. Me puse las zapatillas y luego fui al baño, me eché un poco de agua a la cara, me cepillé los dientes y luego el pelo. Opté por recogerme el cabello en una coleta, salí
nuevamente del baño, cogí mi bufanda favorita, luego me giré al tocador, empecé a buscar mi perfume, pero no lo encontraba, así que cogí el de Ashley. Olia a rosas o algún otro tipo de flores, me gustaba, era un aroma dulce y embriagador.
Sacudí la cabeza, "Gabriella, no pierdas tu tiempo oliendo el perfume, llegarás tarde a clase de matemáticas" me reproché mentalmente. Cogí la chaqueta, me la puse y luego cogí la mochila, y me la colgué del hombro. Miré el reloj, eran y veinticinco, definitivamente no iba a desayunar. Me dirigí a la puerta y salí de la habitación, fui corriendo a la zona de las taquillas, no me di cuenta hasta que estuve en el suelo, de que me había caído.
-Que torpe eres, ¿es qué no te fijas por donde caminas?- preguntó alguien a mis espaldas.
Eh, ¿esa voz no era la de la tal Katrina? osea... Kate. Me di la vuelta, me miraba burlonamente, llevaba el pelo negro suelto, parecía habérselo alisado, también llevaba un vestido fucsia, y unos tacones de vértigo, la clase de tacones que yo jamás me pondría, si el día del baile Ashley tuvo que obligarme a ponerme los que me mandó mi madre, pensaba ir con zapatillas. Kate se apartó un mechón de pelo. Luego me fijé en que tenía la pierna extendida, ¡anda!, osea que no me había caído, "alguien" me había puesto la zancadilla
-¿Me has puesto la zancadilla?- pregunté aun sabiendo la respuesta.
Sonrío.
-Si, ¿tienes algún problema?- suspiró- eres tan estúpida como dijo Janine.
Me levanté del suelo en el mismo momento en que sonó el timbre, algunos ya se iban a clase así que ya no había mucha gente. Me limpié un poco los vaqueros, y me puse mejor la mochila, di media vuelta e hice ademán de marcharme.
-Eh, aun no he terminado contigo- dijo ella mientras me cogía del brazo.
Me giré nuevamente hacia ella.
-¿Qué quieres?
Hizo como que se lo pensaba y me volvió a mirar.
-Sabes, quiero muchas cosas, quiero que la gente como tu desaparezca, veamos, ¿que más... ? ah, quiero hacerme la manicura- dijo mirándose las uñas- quiero que mis padres me compren un coche y, ¡ah, si! que no te metas en mi relación con Jared.
¿Qué? ¿su relación con Jared? la miré confundida, ¿desde cuando ella tenía una "relación" con Jared?, hasta donde yo sabía sólo se habían dado un beso, y fué ella quién le besó.
-No me mires así, sabes perfectamente de lo que te estoy hablando- volvió a decir- ya habéis acabado el estúpido trabajo de historia así que no te quiero ver cerca de él ¿me oyes? y si no lo haces...
¿Me estaba amenazando?
-Si no lo hago ¿qué?
Sonrió, en ese momento me pareció la bruja malvada de Blancanieves y los siete enanitos.
-Si no lo haces te arruinaré la vida de la forma más horrible que te puedas imaginar. Así que ya lo sabes, no quiero verte cerca de él.
Me empujó y yo me tambaleé un poco, se alejó por el pasillo, a su clase, supongo. ¿Clase? ¡mierda! mi clase de matemáticas. Me fui corriendo a mi clase, miré mi reloj de pulsera, me había perdido 5 minutos de clase, pero ¿qué eran 5 minutos? no era tanto tiempo ¿verdad?, todo el mundo ha llegado tarde a clase alguna vez. Llegué a clase y oí que decían mi nombre, estaban pasando lista.
-Aquí estoy- dije.
El profesor me miró y dijo:
-Llega usted tarde señorita Martinez.
-Lo sé, y lo siento mucho, no volverá a ocurrir.
Asintió, y me hizo un gesto para que me fuera a mi sitio, y eso hice, me fuí a mi sitio, Ashley se sentaba cerca de ahí me dirigió una mirada interrogativa, yo sonreí y me senté en mi sitio. Empecé a sacar los libros, y presté a atención a clase ¿o no? vale, esta bien, miraba al profesor, pero no podía oír lo que decía, pensaba en lo que me dijo Kate, también pensaba en Jared, en que el fuera un cazador de vampiros, en lo que le pasó a su familia. La verdad es que fué una cosa horrible, y más con solo 13 años de edad, más tarde hablaría con el, o puede que no, que no fuera a hablar con el no tenía nada que ver con lo que me había dicho Kate, lo hacía porque... si y nada más, además yo no tenía nada que hablar con él, creo... Me sacudí la cabeza, e intenté concentrarme en lo que decía el profesor. Esta vez conalgo más de éxito, las mates no eran tan malas como pensaba, y eso sin la ayuda de Estefani. Cuando terminó la clase, metí las cosas en mi mochila.
-Gabriella- dijo Ashley.
Estaba detrás mio.
-Ah, hola Ashley.- Dije animadamente.
Me colgué la mochila del hombro y ella y yo salimos fuera de clase.
-¿Por qué no has venido a desayunar?- preguntó.
-Me... quedé dormida- respondí.
Asintió.
-Creo que debería haberte despertado- dijo- pero no quise hacerlo porque vi que dormias tan profundamente... ¿y qué hiciste ayer? cuando yo llegué a nuestra habitación tu ya estabas durmiendo.
Miré a otra parte ¿ahora que mentira me inventaba?. "Vamos, algo se te tiene que ocurrir Gabriella" pensé para mi misma. ¡Ya esta! ya lo tenía.
-Emm... pues... conocí a mi admirador secreto- mentí.
-¿En serio?¿y quién es?-preguntó ella.
Genial, ahí me había pillado, antes cuando lo había pensado, lo del admirador secreto me pareció una buena idea, pero ahora solo pensaba que era una estupidez, yo jamás tendría un admirador secreto, en realidad, a nadie le gustaba, bueno, eso claro sin contar a Iván, ese tema aun seguía siendo algo delicado, no tengo ni idea de que había visto en mi.
-Te lo cuento más tarde, ahora tengo clase de Biología.
-Oh, vaya, yo tengo clase de Educación física, tengo que ir a los vestuarios a cambiarme. Pero luego me lo dices ¿eh?
Asentí. Ella se dió la vuelta para irse, pero se detuvo.
-Ah, se me olvidaba. ¿Tienes planes para esta noche?- preguntó
Me lo pensé, pero, no, creo que no.
-No.
-Vale, pues había pensado que podriamos ir a...
-¡No quiero ir a una fiesta!- me apresuré a decir.
Ella puso los ojos en blanco.
-No iba a decir eso ¿puedo continuar?
-Ah, vale, puedes continuar- sonreí..
-Bueno, pues iba a decir que podiamos ir a... una cita doble- dijo eso último algo bajito.
-Una... ¿qué? me parece que te oido mal.
Ella no había dicho "cita" ¿verdad?
-Ashley, dime que no acabas de decir: "cita".
Ella sonrió.
-Umm... vale. No he dicho "cita"
-¡Ashley!
Ella se puso un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Esta bien, si he dicho "cita" ¿qué tiene de malo?- preguntó.- Solo quiero que mi amiga. Osea tú, no este sola. Mira, yo no conozco a ese chico, pero Justin dice que es "un tío guay"
-¿Y qué pasa si yo no quiero tener una cita con "el tío guay"?- pregunté con los brazos cruzados sobre el pecho- Ni siquiera lo conozco.
-Ya, pero nadie dice que te tengas que salir con el o algo así. Sólo sera una noche, para... pasártelo bien.
Me lo pensé un momento, ella teniá razón, hacía mucho que no me lo "pasaba bien", que no me divertia, por una vez iba a hacerlo, quería ser como cualquier otra chica de esta Academia, queria ser normal, y olvidarme, aunque solo fuera por una noche, que los de la clase nocturna, eran vampiros, mi mejor amigo, bueno, mi ex-mejor amigo, era un cazador de vampiros y olvidarme de que estaba enamorada de un vampiro muy guapo que jamás en la vida me haría caso, por razones obvias. Asi que esta noche me lo pasaría bien, o al menos lo intentaría, aunque nunca había tenido una cita con nadie, no sabia nada del tema, pero eso daba igual, no creo que fuera tan dificil.
-Esta bien, iré a la "cita", pero solo si me prometes que no volveras a conseguirme otra cita, con alguien que no conozco ¿de acuerdo?
Ella asintió y sonrió.
-Supongo que eso es todo ¿no?
-Si, nos vemos luego- dijo.
Se dió la vuelta y se fué, yo hice lo mismo, me dirigí a clase de Biología. Entré en clase y me senté en mi pupitre, al cabo de un rato el profesor entró, y llevaba con él, el proyector de películas. Oh, mierda, se me había olvidado que ibamos a seguir viendo la película de ayer, bueno, no creo que lo que quedaba de película fuera peor ¿verdad?.
Media hora después tenía la respuesta, esa película era aburridísima, creo que ver pasar una nube era más entretenido. Y encima aún quedaba media hora más de clase, miré a otra parte y vi a un chico durmiendo, yo le comprendía, si pudiera, habría hecho lo mismo. Cerré un momento los ojos, para pensar, y me vino a la cabeza la imagen de una chica, se parecía a mi. Volví a abrir los ojos, ¿qué había sido aquello? ¿por qué esa chica se parecía a mi?, si hubiera sido yo, me acordaría, pero... ella, llevaba otro peinado, su pelo era algo más corto que el mio, y algo rizado, llevaba un vestido, era muy bonito. Arranqué una hoja de mi cuaderno y la puse en mi mesa, me puse a dibujar a la chica. Estuve asi un buen rato, cuando terminé, lo contemplé un momento, era casi igual a como lo había visto en mi cabeza, pero... ¿quién era esa chica?
Ahora mismo me encontraba en mi habitación haciendo los deberes de Francés, pero no lograba concentrarme, a la hora del almuerzo Ashley me había interrogado sobre "mi admirador secreto" ese que no existia. Le dije que era un chico de primero, también le dije que me había pedido salir, pero yo le dije que el era muy pequeño, y que era imposible. La verdad es que esa mentira me salió asi sin más, casi ni la pensé, si Jared la hubiera escuchado se habría dado cuenta de que mentía, por alguna razón tenía la habilidad de saber cuando mentía. Suspiré y dejé mi lápiz a un lado. Jared, mi antiguo mejor amigo. Me hubiese encantado hablar con el, pero, no se presentó a clase de Historia, y no tenía ni idea de porque. Luego también pensé en ir a su habitación, pero acabé desechando esa idea. Y también estaba lo del dibujo de la chica que vi en mi cabeza, esa chica que se parecía a mi, era muy extraño, tenía el dibujo doblado, y metido en el bolsillo de mis vaqueros favoritos. Se abrió la puerta de mi habitación, era Ashley, llevaba un montón de libros. Sonreí.
-Te dije que deberías haberte llevado la mochila.
-Ya, no sabía que iba a necesitar todos estos libros para estudiar.- se quejó.
Al parecer tenía un examen muy importante la semana siguiente. Me levanté de la silla y le ayudé con los libros, los dejamos encima del escritorio. Ella se tumbó en su cama.
-No sabes lo que me ha costado traer esa montaña de libros- dijo.
-No son tantos.
Se sentó en su cama y me miró.
-¿Que no? si hay como 10 libros.
Puse los ojos en blanco.
-Bueno, ¿te vas a poner algo?- preguntó.
-Ashley, no se si te habrás dado cuenta, pero ya llevo puesto "algo"- dije señalando mi ropa.
-Si, lo se, pero me refería algo especial, un vestido, o algo asi. Yo te puedo dejar un vestido, si quieres
Negué con la cabeza.
-Estoy bien asi.
Se levantó de la cama.
-Pues ya podemos irnos- dijo.
-Tengo que terminar los deberes de Francés.
Suspiró
-Pero... ¿tienes Francés mañana?- preguntó.
-No.
-Pues ya esta. ¡Vámos!- dijo.
¿Cómo es que siempre se salía con la suya?
-Esta bien.
Ella sonrió. Luego se acercó a mi y me quitó la coleta. Yo me aparté un mechón de pelo rubio que tenía en la cara.
-Asi estas mucho mejor, ya te lo he dicho muchas veces- dijo Ashley. Se dirigió al tocador y cogió el cepillo de pelo, me lo tendió.
Yo lo cogí y me lo pase por el pelo. Luego lo dejé en su sitio.
-Ya esta- dije- a no ser que falte algo más.
-Pues ahora que lo dices...
-¡Ashley!
Puso los ojos en blanco.
-No he dicho nada, ya podemos irnos.
Abrió la puerta, y las dos salimos fuera de la habitación. Seguimos caminando hasta que por fin salimos del edificio. Fuera ya era de noche, y... al final si que me faltaba algo más, la estúpida chaqueta, hacía un frío que pelaba, el viento era gélido, cortaba la respiración. Fuera había algunos estudiantes dando un paseo o hablando, pero no muchos. Por cierto, aun no sabia adonde ibamos, yo solo me limitaba a seguir a Ashley. Miré hacia... Solté un suspiró. Era inevitable no fijarse en el, ahí medio escondido entre el bosque, se alzaba el edificio de los de la clase nocturna. Tenía que hablar con Sam, o con Alex, cualquiera de los dos me valia, pero yo preferiria hablar con Sam, el tenía que aclararme algunas dudas, dudas que Jared no había querido aclararme.
-Gabriella- oí que decía la voz de Ashley.
La miré un momento, no me había dado cuenta de que me había detenido. Sentí como el viento me revolvia los cabellos.
-¿Pasa algo?- preguntó.
No podía dejarlo para más tiempo, tenia que hablar con Sam. Pero, ¿qué excusa me inventaba para no ir a la cita?
-Ashley, esto... me... gustaría...- Tartamudeé- Dar un paseo... para... no... ponerme nerviosa cuando vaya a la cita.
Ella se lo pensó un momento. Miró su reloj de pulsera.
-Esta bien... - dijo algo dubitativa- aun faltan unos diez minutos para las nueve. Puedo acompañarte.
-¡No!- me apresuré a negar- me gustaria dar el paseo sola, si no te importa.
-Oh, claro que no- yo suspiré aliviada- estaré en la habitacion de Estefani, pero tu tienes que ir al Comedor antes de las nueve.
¿Al comedor?
-¿Por qué al comedor?- pregunté.
-Porque es ahí la cita, luego iremos a dar un paseo romántico.- ella sonrío
Ella se giró hacia las habitaciones de las chicas, y se fué. No me había dado tiempo a reaccionar y decirle que la iba a matar, ¿un paseo romántico? Esperé unos segundos hasta que casi la perdí de vista. Di media vuelta y me dirigí al bosque. En eso estaba cuando oí una voz.
-¿A dónde vas?
Ya intuía quien era. Me giré lentamente. Era Jared. Yo me quedé parada viendole, mientras el seguía esperando una respuesta.
-Humm... a... dar un paseo por el campus- dije algo nerviosa.
El suspiró.
-Ya te he dicho que mentir se te da de pena.
El tenía razón.
-Lo sé.
-Ibas a ver a tus amiguitos los vampiros ¿verdad?- preguntó.
Asentí lentamente.
-Y vas... ¿aun sabiendo lo que pueden hacer?
Agaché la cabeza.
-No me lo puedo creer- volvió a decir.
Levanté la cabeza nuevamente y le miré a la cara.
-Pero Jared... ellos no son como los vampiros que...
-Todos los vampiros son iguales. No deberías confiar tanto en ellos.
Ya... pero, ¿qué podía hacer si estaba enamorada de uno de ellos? ¿qué podía hacer? nada, absolutamente nada, uno no elige de quien se enamora. Y yo, me he enamorado de un vampiro, siempre confiaré en el, aunque no lo conozca mucho, aveces... tengo la sensación de que si lo conozco, aunque se que eso es imposible. Es de locos, pero es asi, no puedo evitarlo, estoy segura de que si el me lo pidiera, me iria con el a cualquier sitio, aunque se que eso jamás pasará. Tenía que seguir intentando que Jared no siguiera pensando que ellos eran malos, una misión imposible supongo, pero tenía que intentarlo una vez más.
-No son tan malos, ellos... bueno, Sam... me ha salvado la vida dos veces- dije.
El sonrió, ¿por qué sonreía?
-Eso lo se, se que el te ha "salvado" la vida, pero... ¿de quienes te ha salvado? ah, si, espera, ya lo se... de unos... ¿vampiros?
Eso era totalmente cierto, Sam me había salvado de unos vampiros, de esos dos vampiros del bosque, y de Sophia. Creo que ese ejemplo no había servido de mucho, solo había servido para darle a Jared más razones para ver que los vampiros eran malos.
-¿Lo ves? todos los vampiros son iguales, hacen cualquier cosa por la sangre. Matan sin piedad alguna para conseguir lo que quieren, simplemente es su naturaleza, no lo pueden cambiar.- Dijo el, clavó su mirada en mi- Puede que solo te esten haciendo creer que no te harán daño, pero al final, acabaran haciendolo, créeme.
-No... ellos, no harán eso, no...
Un momento, de todas formas... ¿a el qué le importaba lo que me pasaba?
-¿Y... a ti... qué te importa?- le pregunté- ¿Porque te importa tanto lo qué me pase?
El soltó un suspiro. Miró a otra parte y dijo:
-Yo... solo, no quiero que te ocurra nada malo, es todo. Aunque... ya... no seamos amigos, no significa que no me importe lo que te pase. Puede que creas que soy alguien sin corazón y que no le importa nada, pero no soy asi ¿sabes?
No se, ahora me sentía algo enfadada, y... me apetecía gritarle.
-¿En serio? yo no lo se. En realidad, no se nada de ti, me has ocultado muchas cosas, y los amigos no se ocultan las cosas, pero tu y yo, ya no somos amigos, asi que no me importa en absoluto tu vida Jared Crossfire, si es asi como te llamas, claro.- dije con algo de sorna.
El viento le revolvió los cabellos, el miró al cielo, luego me volvió a mirar.
-Si te he ocultado cosas es por tu bien. Ya te he dicho que la gente no deberia saber nada de vampiros, ni de cazadores de vampiros.
Solté un bufido.
-¿En serio crees que yo hubiera ido por ahí diciendole a todo el mundo que eres un cazador de vampiros?- pregunté- porque si es asi, entonces... no me conoces, yo jamás se lo hubiera dicho a nadie, como tampoco he dicho nada de los vampiros- casi grité. Di media vuelta hacia el bosque- Bien, pues ahora, si me disculpas voy a ir a hablar con Sam, alguien, que si confia en mi.
Di un paso hacia el bosque, pero el me cogió de la muñeca. Yo me detuve.
-Por favor... no vayas- dijo el.
Yo, tenía... que ir, pero... ¿por qué no podía hacerlo? y no tenía nada que ver con que Jared me estuviera cojiendo de la muñeca, pero recordé nuevamente lo de su familia, y se me hizo un nudo en el estómago. Quiza... no deberia ir... o... podia hacer otra cosa. Me gire a el y dije:
-Esta bien, no iré, ¿ya estas contento?
El me estudió el rostro y me soltó la muñeca.
-Asi que... ya puedes irte tranquilamente- seguí diciendo.
El me seguía mirando a la cara, enarcó una ceja y luego soltó un suspiró.
-Vamos, ¿en serio crees que soy tan idiota para creerte? ¿crees que no se que en cuanto yo desaparezca, irás corriendo a ver a tus "amiguitos"?
Lo miré sorprendida, era exactamente lo que planeaba hacer.
-¿Cómo has...? quiero decir, yo... no iba ha hacer eso- dije.
El puso los ojos en blanco.
-Eres muy predecible.
¿Tan predecible era? no se, parece que todo el mundo parecía saber lo que pensaba.
-Asi que, hasta que no te vayas a tu habitación, yo no me muevo de aqui- dijo el.
¡Genial! ¿y ahora yo que hacia? miré mi reloj, ¡eh! ya eran casi las nueve, faltaban cinco minutos. Ahora se me había ocurrido otro plan, convencería a Jared de que me iba a la cita, y luego cuando ya no estuviera merodeando por ahi, iria corriendo a ver a Sam
-Esta bien, ya que no puedo ir a ver a mis "amiguitos" supongo que podré ir a mi cita- dije.
-¿Cita?- preguntó el.
Asentí satisfecha.
-Si, tengo una cita con un chico, Ashley dice que es un chico super guapo- Vale, no era precisamente lo que habia dicho Ashley. Pase por su lado par ir al comedor- bueno, adios- me despedí de el.
Me dirigí en dirección al comedor, pero a mis espaldas, a un par de metros, sabía que Jared seguía ahí parado. Seguí mi camino, el plan iba bastante bien.
-¡Gabriella!
Yo di un respingo, y vi a Ashley acercarse a mi. Se había puesto un vestido negro.
-Ey, hola, otra vez- dije.
Ella sonrió.
-Hola, ¿te gusta el vestido que me he puesto?- preguntó dando una vuelta para que pudiera ver mejor el vestido.
La verdad es que era fantástico, ese vestido no me sentaria la mitad de bien que a ella.
-Es estupendo- comenté.- aunque... ¿no tienes frío?
Ella asintió.
-Si, pero, se me da bien ignorar al frío. Vale la pena para estar guapa.
Miré hacia donde estaba Jared, pero... ya no estaba. ¡Bien! mi plan había funcionado. Me dirigí hacia allí, pero Ashley me cogió del brazo.
-¿A dónde vas?- preguntó.
La miré y... ¡mierda! me había quedado en blanco.
-No me digas que pensabas escaparte de la cita.
-¿Yo? no, que va- mentí.
Ella movió la cabeza de un lado a otro. Me arrastró con ella hacia el comedor. No, ya no podía hacer nada para escaparme. Cuando entramos había gente tomando la cena. Ashley me siguió arrastrando con ella.
-Ashley, creo que ya puedes parar de arrastrarme, no voy a salir corriendo- dije. ¿O quizá si?
-Ja, que te lo has creido, si es necesario te voy a llevar encadenada.
Puse los ojos en blanco.
Seguimos andando, o bueno, Ashley andando, y yo siendo arrastrada por ella. Hasta que por fin llegamos a una mesa donde estaban Justin y "el tío guay".
-Hola chicas- saludó Justin.
-Hola- respondimos las dos a la vez.
El chico miraba su móvil, Justin le dió un codazo disimuladamente. El apartó la mirada de la pantalla del móvil. Miro a Ashley, y luego a mi. Yo tambien lo miré a el, que raro, este chico se me hacia conocido. Como el chico no dijo nada Justin volvió a intervenir.
-Este es Austin, mi compañero de habitación.
-Hola- dijo el
Yo sonreí, no se, supongo que me hizo un poco de gracia, Justin y Austin, eran dos nombres muy parecidos.
-Ashley, estas preciosa- dijo Justin.
Ella sonrío y se sentó al lado de Justin, yo también me senté, al frente de Austin, parecía algo nervioso.
-Bueno... ¿quereis que vaya a por algo de comer?- preguntó Ashley.
-No tengo hambre- dijimos Austin y yo a la vez.
Los dos nos miramos, luego apartó la mirada. Pero yo lo seguí estudiando ¿de qué me sonaba este chico? ¿dónde lo había visto yo? estoy seguro de que lo había visto en alguna parte, ese pelo marrón oscuro, y los ojos negros con los que antes me había topado cuando nos miramos.
-Yo si tengo hambre- dijo Justin.- voy yo si quieres.
Ashley intercambió una mirada con Justin.
-¿Que te parece si vamos los dos?
Justin la miró sin entender y luego Ashley, nos miró a Austin y a mi disimuladamente.
-Ahhh, claro, vamos los dos- dijo Justin mientras se levantaba de la silla.
Ashley también se levantó de la silla.
-Bueno, volvemos pronto- dijo.
Se dirigieron a la cola para pedir comida. Genial, esto era sin duda un plan para dejarnos a Austin y a mi a solas. El miraba a la mesa, al parecer esto resultaba un poco incómodo para ambos.
-Emm... yo soy Gabriella- dije por decir algo.
El levantó la mirada y me miró.
-Oh, lo sé, me lo ha dicho Justin.
Eso fue lo único que dijo porque luego sacó su móvil y miró la pantalla. Vale, el chico no era muy hablador. Estuvimos esperando unos minutos hasta que aparecieron Ashley y Justin, con bandejas de comida. Dejaron las bandejas encima de la mesa y se sentaron.
-¿y qué tal?- preguntó Ashley.
-¡Genial!- dije.
Ella miro a Austin y luego a Justin, éste se encogió de hombros. Me parece que su plan de emparejarnos estaba siendo todo un fracaso. La cena transcurrió, ellos hablando animadamente, mientras que Austin seguía con el móvil y yo para pasar el rato, me dedicaba a mirar la paredes del comedor y ver los dibujos que había, no sabía que eran, pero me divertía verlos, vi uno que parecía un caballero montado a caballo, y otro que parecía un perro. Cuando la cena termino, todos nos levantamos de la mesa y salimos fuera, creo que hacía más frío que antes, Ashley tembló un poco y Justin se quitó la chaqueta y se la puso encima. ¡Vaya! que caballero, como vien había dicho Ashley nos dedicamos a dar una paseo "romántico" aunque de romántico no tenía nada, yo me moría del frío. De repente Ashley se detuvo y dijo:
-Oh, vaya, se me había olvidado, tenía que ir a un sitio, ¿te acuerdas el sitio al que tenia que ir?- le preguntó a Justin.
-¿Qué sitio?
Ashley lo miró y el asintió.
-Oh, si, es cierto, ese sitio al que tenias que ir.
Ella sonrío.
-Exacto, ¿podrías acompañarme?
El asintió, y luego Ashley se dirigió a Austin y a mi.
-Bueno, vosotros podeis seguir dando el paseo ¿vale?- me miró a mi- nos vemos luego.
Cogió a Justin por el brazo y se alejaron los dos. Iba a matar a Ashley, estaba claro que se habian ido para dejarnos solos, otra vez. Me quedé ahí parada.
-Esto... siquieres puedes irte- dijo Austin a mis espaldas.
Yo me giré a el.
-Oh, ¿tu quieres que me vaya?- pregunté.
-No es lo que he dicho, lo que pasa es que... sinceramente, a mi no me apetecía venir a esta cita ¿no te molesta, verdad?
Negué con la cabeza.
-No, a mi tampoco me apetecía venir, Ashley me ha obligado.
El sonrío, tenía una bonita sonrisa, y era guapo. Se me seguía haciendo muy conocido, tenía que preguntarselo.
-Oye, yo... a ti ¿te conozco?- pregunté.
Asintió.
-Si, nos conocimos en la...
-¡No! yo lo voy a adivinar, déjame unos segundos.
Volvió a sonreír
-Como quieras.
Me puse a pensar, haber... ¿yo de que lo conocía? de la... ¿de la qué? haber yo lo había visto en la... ¡ya lo sabía! lo había visto en la ¡Biblioteca!
-¡Eres el chico de la biblioteca!
El puso cara rara.
-¿"El chico de la biblioteca"? creia que me llamaba Austin, entonces... ¿puedo llamarte "la chica que chocó conmigo en la biblioteca"?
Yo sonreí, era el, yo había chocado con el en la biblioteca y le había hecho caer a el y a sus libros, ya me acordaba de el.
-Lo siento.- me disculpé.
-No importa, ahora solo tengo que acordarme de no estar cerca de ti cuando lleve libros conmigo.
Volví a sonreír.
-El caso sería que no estuvieras cerca de mi en ningún momento, quien sabe, podrias ponerte a delirar y ver un gato hablando en Francés o un duendecillo al final del arcoíris.
Me miro divertido.
-Lo tendré en cuenta la próxima vez. No sabía que causaras ese efecto en los chicos.
Me encogí de hombros, Austin me estaba empezando a caer muy bien. De repente nos pusimos a andar nuevamente, hasta que llegamos a un banco y no sentamos, el echó la cabeza hacia atras y suspiro.
-Tu... ¿has estado enamorada alguna vez?- preguntó el
"Si, lo estoy, de un vampiro" pensé. Pero en cambio dije:
-No.
Levantó la cabeza y me miró.
-Yo si, al menos eso creia, hasta que ella rompió conmigo hace unas tres semanas- dijo.
-Vaya, lo siento.
El negó con la cabeza.
-Es igual, no tiene importancia.
El miró a otra parte. Por la forma en que lo dijo yo creo que si tenía importancia.
-Y... ¿por qué rompió contigo?- pregunté.
-No tengo ni idea, ella dijo algo como que yo era algo menor que ella- puso los ojos en blanco- esta en último curso, pero la semana pasada la vi con otro tío, que va a mi clase de Lengua, y creo que aun no tiene ni 17 años.
-Lo siento- volví a decir.
-No, yo soy idiota, y encima le... escribí una canción.
Le miré.
-¿Le escribiste una canción?- pregunté.
Asintió.
-Si, me gusta tocar la guitarra, y a veces me da por escribir canciones- dijo
-Eso es genial, yo siempre he querido aprender a tocar la guitarra, pero no soy muy buena.
El me miró.
-¿Cómo sabes que no eres buena?- preguntó.
-Eso deberias preguntarselo a mi profesor, era pésima. Me apunté a clases cuando tenía 14 años, pensé que seria divertido pero siempre acababa sacando de quicio al profesor. Como te digo, era malísima, no se me dan bien muchas cosas- admití.
El sonrió. Se puso a pensar.
-Si quieres yo podría darte clases, no me importaría. No tengo muchas cosas que hacer la verdad.
Me lo pensé, no era una mala idea.
-No se, ya te he dicho que soy muy mala, no me gustaría romperte la guitarra o algo asi- dije.
-Eso no pasará, si eras mala es porque tenías un mal profesor.
Lo miré un momento, y luego asentí.
-Esta bien, pero solo si me prometes que no me gritarás si te rompo la cuerda de la guitarra.
-Prometido- dijo llevandose una mano al corazón.
Yo sonreí. Definitivamente Austin me caia algo más que bien. Sonó su móvil, era ese tono que siempre suena cuando te llega un mensaje. El sacó el móvil del bolsillo de la chaqueta, miró la pantalla.
-Es... ¿un amigo?- pregunté.
El me miró.
-No, no tengo muchos amigos, solo Justin y un compañero de clase, no soy mucho de hacer amigos- dijo.
"Como Jared" pensé. Yo ni siquiera lo había visto hablar con otra persona que no fuera Kate o yo.
-Oh, ¿entonces quién es?
Se puso un poco nervioso.
-Emm... pues... es... mi... madre- dijo- es un poco pesada, siempre quiere saber lo que hago.
Asentí, ¿pero había dudado mucho al decir que era su madre, o me lo parecia?
-Ya, las madres siempre son asi, pero solo es porque se preocupan por nosotros- dije mientras me frotaba las manos, hacia mucho frío.
-Lo se. Oye, tengo que... irme- dijo mientras se levantaba del banco- es algo tarde, tu también deberías irte ya, no es bueno andar sola por aqui.
-Ya...
¡Espera! ¿por qué decía el eso? lo miré con curisidad.
-¿Qué pasa?- preguntó al darse cuenta de que lo observaba.
-Nada... - dije mientras negaba con la cabeza- pero... ¿por qué has dicho eso?
El me miró.
-Porque... por estos sitios suelen pasar cosas extrañas, solo son historias, pero, de todas formas no deberias andar por aqui sola, y menos a estas horas.
Historias, vale, por un momento había creido que el sabía algo sobre el secreto de los de la "clase nocturna".
-Humm... claro, solo estaré aqui unos minutos más, no te preocupes.
Asintió.
-Nos vemos pronto- dijo mientras se dirigía al edificio de las habitaciones de los chicos.
Solté un suspiro, lo vi alejarse, hasta que acabé lo perdiendo de vista. Austin me caia realmente bien, me alegraba haberlo conocido. Sonreí.
-Vaya, parece que tienes un nuevo amigo- dijo alguien justo al lado mio.
¿Nuevo amigo? si, supongo que Austin era mi "nuevo amigo" y... ¿quien acaba de decir eso?
Miré a mi lado, y me llevé un susto al ver a Alex sentado justo a mi lado. Al parecer estaba tan metida en mis pensamientos que no me había dado cuenta de su presencia.
-Hola rubita- saludó el con una sonrisa.
-Oye, ¿cuántas veces te tengo que decir que no me llames "rubita"?- le pregunté.
La sonrisa se le ensanchó.
-Me lo puedes repetir un millón de veces, pero... no voy a dejar de hacerlo.
Puse los ojos en blanco, pero me alegraba mucho de verlo.
-No deberias estar aqui-dije.
-Vaya, te han dicho muchas veces esa frase, que ahora hasta la dices tu ¿eh?- dijo el.
Yo sonreí.
-No, enserio, Alex, no deberias estar aqui.- dije- alguien podría verte.
Se encogió de hombros.
-Me da igual que me vean. Es muy aburrido estar solo ¿sabes?
-Pues deberias buscarte un pasatiempo o algo asi.
-¿Cómo qué?- preguntó mirandome a los ojos.
Yo me quedé mirando esos ojos verdes, eran iguales a los de Sam, eran unos ojos muy bonitos.
-Rubita, ¿te pasa algo?- preguntó.
Aparté la mirada de el.
-Emm... eh... yo... no.
Me miró con curiosidad y luego sonrió.
-¿Qué?- pregunté.
-Nada.
Una ráfaga de viento gélido, me revolvió los cabellos, me puse a tiritar.
-¿Quieres mi chaqueta?- preguntó Alex.
-No- dije- ademas, yo me voy ahora, pero gracias.
La sonrisa se le borró del rostro.
-¿Cómo, pero ya te vas?
Asentí, mientras me levantaba del banco. Oí que algo se caia al suelo, me giré para ver que era, era un papel doblado. Ah, solo era un papel doblado. Pero, ese papel doblado... era mio. Alex se agachó para cogerlo, lo abrió y lo miró. De repente se puso serio, me miró.
-¿De dónde has sacado tu esto?- preguntó.
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Hola chicas!! siento haber tardado mucho en publicar, espero que no os hayais aburrido de leer tanto, bueno, me decís que os a parecido el capitulo ^^
Me senté en la cama, aun llevaba la ropa de ayer, miré el reloj, eran las ocho y cuarto, bien, ¿qué? ¡espera!, no, maldita sea, iba a llegar tarde a clase, no me iba a dar tiempo a alistarme, ir a desayunar y luego a clase. Las clases empezaban a y media, así que aun me quedaban un par de minutos, me levanté de la cama y me dirigí al armario y saqué unos vaqueros, una camiseta blanca que tenia una bonita flor bordada a un lado, busqué debajo de la cama mis zapatillas y cuando las encontré las dejé a un lado. Me levanté del suelo y cogí la ropa, me desvestí y me puse primero la camiseta, luego me enfundé los vaqueros a tirones, porque tenia prisa. Me puse las zapatillas y luego fui al baño, me eché un poco de agua a la cara, me cepillé los dientes y luego el pelo. Opté por recogerme el cabello en una coleta, salí
nuevamente del baño, cogí mi bufanda favorita, luego me giré al tocador, empecé a buscar mi perfume, pero no lo encontraba, así que cogí el de Ashley. Olia a rosas o algún otro tipo de flores, me gustaba, era un aroma dulce y embriagador.
Sacudí la cabeza, "Gabriella, no pierdas tu tiempo oliendo el perfume, llegarás tarde a clase de matemáticas" me reproché mentalmente. Cogí la chaqueta, me la puse y luego cogí la mochila, y me la colgué del hombro. Miré el reloj, eran y veinticinco, definitivamente no iba a desayunar. Me dirigí a la puerta y salí de la habitación, fui corriendo a la zona de las taquillas, no me di cuenta hasta que estuve en el suelo, de que me había caído.
-Que torpe eres, ¿es qué no te fijas por donde caminas?- preguntó alguien a mis espaldas.
Eh, ¿esa voz no era la de la tal Katrina? osea... Kate. Me di la vuelta, me miraba burlonamente, llevaba el pelo negro suelto, parecía habérselo alisado, también llevaba un vestido fucsia, y unos tacones de vértigo, la clase de tacones que yo jamás me pondría, si el día del baile Ashley tuvo que obligarme a ponerme los que me mandó mi madre, pensaba ir con zapatillas. Kate se apartó un mechón de pelo. Luego me fijé en que tenía la pierna extendida, ¡anda!, osea que no me había caído, "alguien" me había puesto la zancadilla
-¿Me has puesto la zancadilla?- pregunté aun sabiendo la respuesta.
Sonrío.
-Si, ¿tienes algún problema?- suspiró- eres tan estúpida como dijo Janine.
Me levanté del suelo en el mismo momento en que sonó el timbre, algunos ya se iban a clase así que ya no había mucha gente. Me limpié un poco los vaqueros, y me puse mejor la mochila, di media vuelta e hice ademán de marcharme.
-Eh, aun no he terminado contigo- dijo ella mientras me cogía del brazo.
Me giré nuevamente hacia ella.
-¿Qué quieres?
Hizo como que se lo pensaba y me volvió a mirar.
-Sabes, quiero muchas cosas, quiero que la gente como tu desaparezca, veamos, ¿que más... ? ah, quiero hacerme la manicura- dijo mirándose las uñas- quiero que mis padres me compren un coche y, ¡ah, si! que no te metas en mi relación con Jared.
¿Qué? ¿su relación con Jared? la miré confundida, ¿desde cuando ella tenía una "relación" con Jared?, hasta donde yo sabía sólo se habían dado un beso, y fué ella quién le besó.
-No me mires así, sabes perfectamente de lo que te estoy hablando- volvió a decir- ya habéis acabado el estúpido trabajo de historia así que no te quiero ver cerca de él ¿me oyes? y si no lo haces...
¿Me estaba amenazando?
-Si no lo hago ¿qué?
Sonrió, en ese momento me pareció la bruja malvada de Blancanieves y los siete enanitos.
-Si no lo haces te arruinaré la vida de la forma más horrible que te puedas imaginar. Así que ya lo sabes, no quiero verte cerca de él.
Me empujó y yo me tambaleé un poco, se alejó por el pasillo, a su clase, supongo. ¿Clase? ¡mierda! mi clase de matemáticas. Me fui corriendo a mi clase, miré mi reloj de pulsera, me había perdido 5 minutos de clase, pero ¿qué eran 5 minutos? no era tanto tiempo ¿verdad?, todo el mundo ha llegado tarde a clase alguna vez. Llegué a clase y oí que decían mi nombre, estaban pasando lista.
-Aquí estoy- dije.
El profesor me miró y dijo:
-Llega usted tarde señorita Martinez.
-Lo sé, y lo siento mucho, no volverá a ocurrir.
Asintió, y me hizo un gesto para que me fuera a mi sitio, y eso hice, me fuí a mi sitio, Ashley se sentaba cerca de ahí me dirigió una mirada interrogativa, yo sonreí y me senté en mi sitio. Empecé a sacar los libros, y presté a atención a clase ¿o no? vale, esta bien, miraba al profesor, pero no podía oír lo que decía, pensaba en lo que me dijo Kate, también pensaba en Jared, en que el fuera un cazador de vampiros, en lo que le pasó a su familia. La verdad es que fué una cosa horrible, y más con solo 13 años de edad, más tarde hablaría con el, o puede que no, que no fuera a hablar con el no tenía nada que ver con lo que me había dicho Kate, lo hacía porque... si y nada más, además yo no tenía nada que hablar con él, creo... Me sacudí la cabeza, e intenté concentrarme en lo que decía el profesor. Esta vez conalgo más de éxito, las mates no eran tan malas como pensaba, y eso sin la ayuda de Estefani. Cuando terminó la clase, metí las cosas en mi mochila.
-Gabriella- dijo Ashley.
Estaba detrás mio.
-Ah, hola Ashley.- Dije animadamente.
Me colgué la mochila del hombro y ella y yo salimos fuera de clase.
-¿Por qué no has venido a desayunar?- preguntó.
-Me... quedé dormida- respondí.
Asintió.
-Creo que debería haberte despertado- dijo- pero no quise hacerlo porque vi que dormias tan profundamente... ¿y qué hiciste ayer? cuando yo llegué a nuestra habitación tu ya estabas durmiendo.
Miré a otra parte ¿ahora que mentira me inventaba?. "Vamos, algo se te tiene que ocurrir Gabriella" pensé para mi misma. ¡Ya esta! ya lo tenía.
-Emm... pues... conocí a mi admirador secreto- mentí.
-¿En serio?¿y quién es?-preguntó ella.
Genial, ahí me había pillado, antes cuando lo había pensado, lo del admirador secreto me pareció una buena idea, pero ahora solo pensaba que era una estupidez, yo jamás tendría un admirador secreto, en realidad, a nadie le gustaba, bueno, eso claro sin contar a Iván, ese tema aun seguía siendo algo delicado, no tengo ni idea de que había visto en mi.
-Te lo cuento más tarde, ahora tengo clase de Biología.
-Oh, vaya, yo tengo clase de Educación física, tengo que ir a los vestuarios a cambiarme. Pero luego me lo dices ¿eh?
Asentí. Ella se dió la vuelta para irse, pero se detuvo.
-Ah, se me olvidaba. ¿Tienes planes para esta noche?- preguntó
Me lo pensé, pero, no, creo que no.
-No.
-Vale, pues había pensado que podriamos ir a...
-¡No quiero ir a una fiesta!- me apresuré a decir.
Ella puso los ojos en blanco.
-No iba a decir eso ¿puedo continuar?
-Ah, vale, puedes continuar- sonreí..
-Bueno, pues iba a decir que podiamos ir a... una cita doble- dijo eso último algo bajito.
-Una... ¿qué? me parece que te oido mal.
Ella no había dicho "cita" ¿verdad?
-Ashley, dime que no acabas de decir: "cita".
Ella sonrió.
-Umm... vale. No he dicho "cita"
-¡Ashley!
Ella se puso un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Esta bien, si he dicho "cita" ¿qué tiene de malo?- preguntó.- Solo quiero que mi amiga. Osea tú, no este sola. Mira, yo no conozco a ese chico, pero Justin dice que es "un tío guay"
-¿Y qué pasa si yo no quiero tener una cita con "el tío guay"?- pregunté con los brazos cruzados sobre el pecho- Ni siquiera lo conozco.
-Ya, pero nadie dice que te tengas que salir con el o algo así. Sólo sera una noche, para... pasártelo bien.
Me lo pensé un momento, ella teniá razón, hacía mucho que no me lo "pasaba bien", que no me divertia, por una vez iba a hacerlo, quería ser como cualquier otra chica de esta Academia, queria ser normal, y olvidarme, aunque solo fuera por una noche, que los de la clase nocturna, eran vampiros, mi mejor amigo, bueno, mi ex-mejor amigo, era un cazador de vampiros y olvidarme de que estaba enamorada de un vampiro muy guapo que jamás en la vida me haría caso, por razones obvias. Asi que esta noche me lo pasaría bien, o al menos lo intentaría, aunque nunca había tenido una cita con nadie, no sabia nada del tema, pero eso daba igual, no creo que fuera tan dificil.
-Esta bien, iré a la "cita", pero solo si me prometes que no volveras a conseguirme otra cita, con alguien que no conozco ¿de acuerdo?
Ella asintió y sonrió.
-Supongo que eso es todo ¿no?
-Si, nos vemos luego- dijo.
Se dió la vuelta y se fué, yo hice lo mismo, me dirigí a clase de Biología. Entré en clase y me senté en mi pupitre, al cabo de un rato el profesor entró, y llevaba con él, el proyector de películas. Oh, mierda, se me había olvidado que ibamos a seguir viendo la película de ayer, bueno, no creo que lo que quedaba de película fuera peor ¿verdad?.
Media hora después tenía la respuesta, esa película era aburridísima, creo que ver pasar una nube era más entretenido. Y encima aún quedaba media hora más de clase, miré a otra parte y vi a un chico durmiendo, yo le comprendía, si pudiera, habría hecho lo mismo. Cerré un momento los ojos, para pensar, y me vino a la cabeza la imagen de una chica, se parecía a mi. Volví a abrir los ojos, ¿qué había sido aquello? ¿por qué esa chica se parecía a mi?, si hubiera sido yo, me acordaría, pero... ella, llevaba otro peinado, su pelo era algo más corto que el mio, y algo rizado, llevaba un vestido, era muy bonito. Arranqué una hoja de mi cuaderno y la puse en mi mesa, me puse a dibujar a la chica. Estuve asi un buen rato, cuando terminé, lo contemplé un momento, era casi igual a como lo había visto en mi cabeza, pero... ¿quién era esa chica?
Ahora mismo me encontraba en mi habitación haciendo los deberes de Francés, pero no lograba concentrarme, a la hora del almuerzo Ashley me había interrogado sobre "mi admirador secreto" ese que no existia. Le dije que era un chico de primero, también le dije que me había pedido salir, pero yo le dije que el era muy pequeño, y que era imposible. La verdad es que esa mentira me salió asi sin más, casi ni la pensé, si Jared la hubiera escuchado se habría dado cuenta de que mentía, por alguna razón tenía la habilidad de saber cuando mentía. Suspiré y dejé mi lápiz a un lado. Jared, mi antiguo mejor amigo. Me hubiese encantado hablar con el, pero, no se presentó a clase de Historia, y no tenía ni idea de porque. Luego también pensé en ir a su habitación, pero acabé desechando esa idea. Y también estaba lo del dibujo de la chica que vi en mi cabeza, esa chica que se parecía a mi, era muy extraño, tenía el dibujo doblado, y metido en el bolsillo de mis vaqueros favoritos. Se abrió la puerta de mi habitación, era Ashley, llevaba un montón de libros. Sonreí.
-Te dije que deberías haberte llevado la mochila.
-Ya, no sabía que iba a necesitar todos estos libros para estudiar.- se quejó.
Al parecer tenía un examen muy importante la semana siguiente. Me levanté de la silla y le ayudé con los libros, los dejamos encima del escritorio. Ella se tumbó en su cama.
-No sabes lo que me ha costado traer esa montaña de libros- dijo.
-No son tantos.
Se sentó en su cama y me miró.
-¿Que no? si hay como 10 libros.
Puse los ojos en blanco.
-Bueno, ¿te vas a poner algo?- preguntó.
-Ashley, no se si te habrás dado cuenta, pero ya llevo puesto "algo"- dije señalando mi ropa.
-Si, lo se, pero me refería algo especial, un vestido, o algo asi. Yo te puedo dejar un vestido, si quieres
Negué con la cabeza.
-Estoy bien asi.
Se levantó de la cama.
-Pues ya podemos irnos- dijo.
-Tengo que terminar los deberes de Francés.
Suspiró
-Pero... ¿tienes Francés mañana?- preguntó.
-No.
-Pues ya esta. ¡Vámos!- dijo.
¿Cómo es que siempre se salía con la suya?
-Esta bien.
Ella sonrió. Luego se acercó a mi y me quitó la coleta. Yo me aparté un mechón de pelo rubio que tenía en la cara.
-Asi estas mucho mejor, ya te lo he dicho muchas veces- dijo Ashley. Se dirigió al tocador y cogió el cepillo de pelo, me lo tendió.
Yo lo cogí y me lo pase por el pelo. Luego lo dejé en su sitio.
-Ya esta- dije- a no ser que falte algo más.
-Pues ahora que lo dices...
-¡Ashley!
Puso los ojos en blanco.
-No he dicho nada, ya podemos irnos.
Abrió la puerta, y las dos salimos fuera de la habitación. Seguimos caminando hasta que por fin salimos del edificio. Fuera ya era de noche, y... al final si que me faltaba algo más, la estúpida chaqueta, hacía un frío que pelaba, el viento era gélido, cortaba la respiración. Fuera había algunos estudiantes dando un paseo o hablando, pero no muchos. Por cierto, aun no sabia adonde ibamos, yo solo me limitaba a seguir a Ashley. Miré hacia... Solté un suspiró. Era inevitable no fijarse en el, ahí medio escondido entre el bosque, se alzaba el edificio de los de la clase nocturna. Tenía que hablar con Sam, o con Alex, cualquiera de los dos me valia, pero yo preferiria hablar con Sam, el tenía que aclararme algunas dudas, dudas que Jared no había querido aclararme.
-Gabriella- oí que decía la voz de Ashley.
La miré un momento, no me había dado cuenta de que me había detenido. Sentí como el viento me revolvia los cabellos.
-¿Pasa algo?- preguntó.
No podía dejarlo para más tiempo, tenia que hablar con Sam. Pero, ¿qué excusa me inventaba para no ir a la cita?
-Ashley, esto... me... gustaría...- Tartamudeé- Dar un paseo... para... no... ponerme nerviosa cuando vaya a la cita.
Ella se lo pensó un momento. Miró su reloj de pulsera.
-Esta bien... - dijo algo dubitativa- aun faltan unos diez minutos para las nueve. Puedo acompañarte.
-¡No!- me apresuré a negar- me gustaria dar el paseo sola, si no te importa.
-Oh, claro que no- yo suspiré aliviada- estaré en la habitacion de Estefani, pero tu tienes que ir al Comedor antes de las nueve.
¿Al comedor?
-¿Por qué al comedor?- pregunté.
-Porque es ahí la cita, luego iremos a dar un paseo romántico.- ella sonrío
Ella se giró hacia las habitaciones de las chicas, y se fué. No me había dado tiempo a reaccionar y decirle que la iba a matar, ¿un paseo romántico? Esperé unos segundos hasta que casi la perdí de vista. Di media vuelta y me dirigí al bosque. En eso estaba cuando oí una voz.
-¿A dónde vas?
Ya intuía quien era. Me giré lentamente. Era Jared. Yo me quedé parada viendole, mientras el seguía esperando una respuesta.
-Humm... a... dar un paseo por el campus- dije algo nerviosa.
El suspiró.
-Ya te he dicho que mentir se te da de pena.
El tenía razón.
-Lo sé.
-Ibas a ver a tus amiguitos los vampiros ¿verdad?- preguntó.
Asentí lentamente.
-Y vas... ¿aun sabiendo lo que pueden hacer?
Agaché la cabeza.
-No me lo puedo creer- volvió a decir.
Levanté la cabeza nuevamente y le miré a la cara.
-Pero Jared... ellos no son como los vampiros que...
-Todos los vampiros son iguales. No deberías confiar tanto en ellos.
Ya... pero, ¿qué podía hacer si estaba enamorada de uno de ellos? ¿qué podía hacer? nada, absolutamente nada, uno no elige de quien se enamora. Y yo, me he enamorado de un vampiro, siempre confiaré en el, aunque no lo conozca mucho, aveces... tengo la sensación de que si lo conozco, aunque se que eso es imposible. Es de locos, pero es asi, no puedo evitarlo, estoy segura de que si el me lo pidiera, me iria con el a cualquier sitio, aunque se que eso jamás pasará. Tenía que seguir intentando que Jared no siguiera pensando que ellos eran malos, una misión imposible supongo, pero tenía que intentarlo una vez más.
-No son tan malos, ellos... bueno, Sam... me ha salvado la vida dos veces- dije.
El sonrió, ¿por qué sonreía?
-Eso lo se, se que el te ha "salvado" la vida, pero... ¿de quienes te ha salvado? ah, si, espera, ya lo se... de unos... ¿vampiros?
Eso era totalmente cierto, Sam me había salvado de unos vampiros, de esos dos vampiros del bosque, y de Sophia. Creo que ese ejemplo no había servido de mucho, solo había servido para darle a Jared más razones para ver que los vampiros eran malos.
-¿Lo ves? todos los vampiros son iguales, hacen cualquier cosa por la sangre. Matan sin piedad alguna para conseguir lo que quieren, simplemente es su naturaleza, no lo pueden cambiar.- Dijo el, clavó su mirada en mi- Puede que solo te esten haciendo creer que no te harán daño, pero al final, acabaran haciendolo, créeme.
-No... ellos, no harán eso, no...
Un momento, de todas formas... ¿a el qué le importaba lo que me pasaba?
-¿Y... a ti... qué te importa?- le pregunté- ¿Porque te importa tanto lo qué me pase?
El soltó un suspiro. Miró a otra parte y dijo:
-Yo... solo, no quiero que te ocurra nada malo, es todo. Aunque... ya... no seamos amigos, no significa que no me importe lo que te pase. Puede que creas que soy alguien sin corazón y que no le importa nada, pero no soy asi ¿sabes?
No se, ahora me sentía algo enfadada, y... me apetecía gritarle.
-¿En serio? yo no lo se. En realidad, no se nada de ti, me has ocultado muchas cosas, y los amigos no se ocultan las cosas, pero tu y yo, ya no somos amigos, asi que no me importa en absoluto tu vida Jared Crossfire, si es asi como te llamas, claro.- dije con algo de sorna.
El viento le revolvió los cabellos, el miró al cielo, luego me volvió a mirar.
-Si te he ocultado cosas es por tu bien. Ya te he dicho que la gente no deberia saber nada de vampiros, ni de cazadores de vampiros.
Solté un bufido.
-¿En serio crees que yo hubiera ido por ahí diciendole a todo el mundo que eres un cazador de vampiros?- pregunté- porque si es asi, entonces... no me conoces, yo jamás se lo hubiera dicho a nadie, como tampoco he dicho nada de los vampiros- casi grité. Di media vuelta hacia el bosque- Bien, pues ahora, si me disculpas voy a ir a hablar con Sam, alguien, que si confia en mi.
Di un paso hacia el bosque, pero el me cogió de la muñeca. Yo me detuve.
-Por favor... no vayas- dijo el.
Yo, tenía... que ir, pero... ¿por qué no podía hacerlo? y no tenía nada que ver con que Jared me estuviera cojiendo de la muñeca, pero recordé nuevamente lo de su familia, y se me hizo un nudo en el estómago. Quiza... no deberia ir... o... podia hacer otra cosa. Me gire a el y dije:
-Esta bien, no iré, ¿ya estas contento?
El me estudió el rostro y me soltó la muñeca.
-Asi que... ya puedes irte tranquilamente- seguí diciendo.
El me seguía mirando a la cara, enarcó una ceja y luego soltó un suspiró.
-Vamos, ¿en serio crees que soy tan idiota para creerte? ¿crees que no se que en cuanto yo desaparezca, irás corriendo a ver a tus "amiguitos"?
Lo miré sorprendida, era exactamente lo que planeaba hacer.
-¿Cómo has...? quiero decir, yo... no iba ha hacer eso- dije.
El puso los ojos en blanco.
-Eres muy predecible.
¿Tan predecible era? no se, parece que todo el mundo parecía saber lo que pensaba.
-Asi que, hasta que no te vayas a tu habitación, yo no me muevo de aqui- dijo el.
¡Genial! ¿y ahora yo que hacia? miré mi reloj, ¡eh! ya eran casi las nueve, faltaban cinco minutos. Ahora se me había ocurrido otro plan, convencería a Jared de que me iba a la cita, y luego cuando ya no estuviera merodeando por ahi, iria corriendo a ver a Sam
-Esta bien, ya que no puedo ir a ver a mis "amiguitos" supongo que podré ir a mi cita- dije.
-¿Cita?- preguntó el.
Asentí satisfecha.
-Si, tengo una cita con un chico, Ashley dice que es un chico super guapo- Vale, no era precisamente lo que habia dicho Ashley. Pase por su lado par ir al comedor- bueno, adios- me despedí de el.
Me dirigí en dirección al comedor, pero a mis espaldas, a un par de metros, sabía que Jared seguía ahí parado. Seguí mi camino, el plan iba bastante bien.
-¡Gabriella!
Yo di un respingo, y vi a Ashley acercarse a mi. Se había puesto un vestido negro.
-Ey, hola, otra vez- dije.
Ella sonrió.
-Hola, ¿te gusta el vestido que me he puesto?- preguntó dando una vuelta para que pudiera ver mejor el vestido.
La verdad es que era fantástico, ese vestido no me sentaria la mitad de bien que a ella.
-Es estupendo- comenté.- aunque... ¿no tienes frío?
Ella asintió.
-Si, pero, se me da bien ignorar al frío. Vale la pena para estar guapa.
Miré hacia donde estaba Jared, pero... ya no estaba. ¡Bien! mi plan había funcionado. Me dirigí hacia allí, pero Ashley me cogió del brazo.
-¿A dónde vas?- preguntó.
La miré y... ¡mierda! me había quedado en blanco.
-No me digas que pensabas escaparte de la cita.
-¿Yo? no, que va- mentí.
Ella movió la cabeza de un lado a otro. Me arrastró con ella hacia el comedor. No, ya no podía hacer nada para escaparme. Cuando entramos había gente tomando la cena. Ashley me siguió arrastrando con ella.
-Ashley, creo que ya puedes parar de arrastrarme, no voy a salir corriendo- dije. ¿O quizá si?
-Ja, que te lo has creido, si es necesario te voy a llevar encadenada.
Puse los ojos en blanco.
Seguimos andando, o bueno, Ashley andando, y yo siendo arrastrada por ella. Hasta que por fin llegamos a una mesa donde estaban Justin y "el tío guay".
-Hola chicas- saludó Justin.
-Hola- respondimos las dos a la vez.
El chico miraba su móvil, Justin le dió un codazo disimuladamente. El apartó la mirada de la pantalla del móvil. Miro a Ashley, y luego a mi. Yo tambien lo miré a el, que raro, este chico se me hacia conocido. Como el chico no dijo nada Justin volvió a intervenir.
-Este es Austin, mi compañero de habitación.
-Hola- dijo el
Yo sonreí, no se, supongo que me hizo un poco de gracia, Justin y Austin, eran dos nombres muy parecidos.
-Ashley, estas preciosa- dijo Justin.
Ella sonrío y se sentó al lado de Justin, yo también me senté, al frente de Austin, parecía algo nervioso.
-Bueno... ¿quereis que vaya a por algo de comer?- preguntó Ashley.
-No tengo hambre- dijimos Austin y yo a la vez.
Los dos nos miramos, luego apartó la mirada. Pero yo lo seguí estudiando ¿de qué me sonaba este chico? ¿dónde lo había visto yo? estoy seguro de que lo había visto en alguna parte, ese pelo marrón oscuro, y los ojos negros con los que antes me había topado cuando nos miramos.
-Yo si tengo hambre- dijo Justin.- voy yo si quieres.
Ashley intercambió una mirada con Justin.
-¿Que te parece si vamos los dos?
Justin la miró sin entender y luego Ashley, nos miró a Austin y a mi disimuladamente.
-Ahhh, claro, vamos los dos- dijo Justin mientras se levantaba de la silla.
Ashley también se levantó de la silla.
-Bueno, volvemos pronto- dijo.
Se dirigieron a la cola para pedir comida. Genial, esto era sin duda un plan para dejarnos a Austin y a mi a solas. El miraba a la mesa, al parecer esto resultaba un poco incómodo para ambos.
-Emm... yo soy Gabriella- dije por decir algo.
El levantó la mirada y me miró.
-Oh, lo sé, me lo ha dicho Justin.
Eso fue lo único que dijo porque luego sacó su móvil y miró la pantalla. Vale, el chico no era muy hablador. Estuvimos esperando unos minutos hasta que aparecieron Ashley y Justin, con bandejas de comida. Dejaron las bandejas encima de la mesa y se sentaron.
-¿y qué tal?- preguntó Ashley.
-¡Genial!- dije.
Ella miro a Austin y luego a Justin, éste se encogió de hombros. Me parece que su plan de emparejarnos estaba siendo todo un fracaso. La cena transcurrió, ellos hablando animadamente, mientras que Austin seguía con el móvil y yo para pasar el rato, me dedicaba a mirar la paredes del comedor y ver los dibujos que había, no sabía que eran, pero me divertía verlos, vi uno que parecía un caballero montado a caballo, y otro que parecía un perro. Cuando la cena termino, todos nos levantamos de la mesa y salimos fuera, creo que hacía más frío que antes, Ashley tembló un poco y Justin se quitó la chaqueta y se la puso encima. ¡Vaya! que caballero, como vien había dicho Ashley nos dedicamos a dar una paseo "romántico" aunque de romántico no tenía nada, yo me moría del frío. De repente Ashley se detuvo y dijo:
-Oh, vaya, se me había olvidado, tenía que ir a un sitio, ¿te acuerdas el sitio al que tenia que ir?- le preguntó a Justin.
-¿Qué sitio?
Ashley lo miró y el asintió.
-Oh, si, es cierto, ese sitio al que tenias que ir.
Ella sonrío.
-Exacto, ¿podrías acompañarme?
El asintió, y luego Ashley se dirigió a Austin y a mi.
-Bueno, vosotros podeis seguir dando el paseo ¿vale?- me miró a mi- nos vemos luego.
Cogió a Justin por el brazo y se alejaron los dos. Iba a matar a Ashley, estaba claro que se habian ido para dejarnos solos, otra vez. Me quedé ahí parada.
-Esto... siquieres puedes irte- dijo Austin a mis espaldas.
Yo me giré a el.
-Oh, ¿tu quieres que me vaya?- pregunté.
-No es lo que he dicho, lo que pasa es que... sinceramente, a mi no me apetecía venir a esta cita ¿no te molesta, verdad?
Negué con la cabeza.
-No, a mi tampoco me apetecía venir, Ashley me ha obligado.
El sonrío, tenía una bonita sonrisa, y era guapo. Se me seguía haciendo muy conocido, tenía que preguntarselo.
-Oye, yo... a ti ¿te conozco?- pregunté.
Asintió.
-Si, nos conocimos en la...
-¡No! yo lo voy a adivinar, déjame unos segundos.
Volvió a sonreír
-Como quieras.
Me puse a pensar, haber... ¿yo de que lo conocía? de la... ¿de la qué? haber yo lo había visto en la... ¡ya lo sabía! lo había visto en la ¡Biblioteca!
-¡Eres el chico de la biblioteca!
El puso cara rara.
-¿"El chico de la biblioteca"? creia que me llamaba Austin, entonces... ¿puedo llamarte "la chica que chocó conmigo en la biblioteca"?
Yo sonreí, era el, yo había chocado con el en la biblioteca y le había hecho caer a el y a sus libros, ya me acordaba de el.
-Lo siento.- me disculpé.
-No importa, ahora solo tengo que acordarme de no estar cerca de ti cuando lleve libros conmigo.
Volví a sonreír.
-El caso sería que no estuvieras cerca de mi en ningún momento, quien sabe, podrias ponerte a delirar y ver un gato hablando en Francés o un duendecillo al final del arcoíris.
Me miro divertido.
-Lo tendré en cuenta la próxima vez. No sabía que causaras ese efecto en los chicos.
Me encogí de hombros, Austin me estaba empezando a caer muy bien. De repente nos pusimos a andar nuevamente, hasta que llegamos a un banco y no sentamos, el echó la cabeza hacia atras y suspiro.
-Tu... ¿has estado enamorada alguna vez?- preguntó el
"Si, lo estoy, de un vampiro" pensé. Pero en cambio dije:
-No.
Levantó la cabeza y me miró.
-Yo si, al menos eso creia, hasta que ella rompió conmigo hace unas tres semanas- dijo.
-Vaya, lo siento.
El negó con la cabeza.
-Es igual, no tiene importancia.
El miró a otra parte. Por la forma en que lo dijo yo creo que si tenía importancia.
-Y... ¿por qué rompió contigo?- pregunté.
-No tengo ni idea, ella dijo algo como que yo era algo menor que ella- puso los ojos en blanco- esta en último curso, pero la semana pasada la vi con otro tío, que va a mi clase de Lengua, y creo que aun no tiene ni 17 años.
-Lo siento- volví a decir.
-No, yo soy idiota, y encima le... escribí una canción.
Le miré.
-¿Le escribiste una canción?- pregunté.
Asintió.
-Si, me gusta tocar la guitarra, y a veces me da por escribir canciones- dijo
-Eso es genial, yo siempre he querido aprender a tocar la guitarra, pero no soy muy buena.
El me miró.
-¿Cómo sabes que no eres buena?- preguntó.
-Eso deberias preguntarselo a mi profesor, era pésima. Me apunté a clases cuando tenía 14 años, pensé que seria divertido pero siempre acababa sacando de quicio al profesor. Como te digo, era malísima, no se me dan bien muchas cosas- admití.
El sonrió. Se puso a pensar.
-Si quieres yo podría darte clases, no me importaría. No tengo muchas cosas que hacer la verdad.
Me lo pensé, no era una mala idea.
-No se, ya te he dicho que soy muy mala, no me gustaría romperte la guitarra o algo asi- dije.
-Eso no pasará, si eras mala es porque tenías un mal profesor.
Lo miré un momento, y luego asentí.
-Esta bien, pero solo si me prometes que no me gritarás si te rompo la cuerda de la guitarra.
-Prometido- dijo llevandose una mano al corazón.
Yo sonreí. Definitivamente Austin me caia algo más que bien. Sonó su móvil, era ese tono que siempre suena cuando te llega un mensaje. El sacó el móvil del bolsillo de la chaqueta, miró la pantalla.
-Es... ¿un amigo?- pregunté.
El me miró.
-No, no tengo muchos amigos, solo Justin y un compañero de clase, no soy mucho de hacer amigos- dijo.
"Como Jared" pensé. Yo ni siquiera lo había visto hablar con otra persona que no fuera Kate o yo.
-Oh, ¿entonces quién es?
Se puso un poco nervioso.
-Emm... pues... es... mi... madre- dijo- es un poco pesada, siempre quiere saber lo que hago.
Asentí, ¿pero había dudado mucho al decir que era su madre, o me lo parecia?
-Ya, las madres siempre son asi, pero solo es porque se preocupan por nosotros- dije mientras me frotaba las manos, hacia mucho frío.
-Lo se. Oye, tengo que... irme- dijo mientras se levantaba del banco- es algo tarde, tu también deberías irte ya, no es bueno andar sola por aqui.
-Ya...
¡Espera! ¿por qué decía el eso? lo miré con curisidad.
-¿Qué pasa?- preguntó al darse cuenta de que lo observaba.
-Nada... - dije mientras negaba con la cabeza- pero... ¿por qué has dicho eso?
El me miró.
-Porque... por estos sitios suelen pasar cosas extrañas, solo son historias, pero, de todas formas no deberias andar por aqui sola, y menos a estas horas.
Historias, vale, por un momento había creido que el sabía algo sobre el secreto de los de la "clase nocturna".
-Humm... claro, solo estaré aqui unos minutos más, no te preocupes.
Asintió.
-Nos vemos pronto- dijo mientras se dirigía al edificio de las habitaciones de los chicos.
Solté un suspiro, lo vi alejarse, hasta que acabé lo perdiendo de vista. Austin me caia realmente bien, me alegraba haberlo conocido. Sonreí.
-Vaya, parece que tienes un nuevo amigo- dijo alguien justo al lado mio.
¿Nuevo amigo? si, supongo que Austin era mi "nuevo amigo" y... ¿quien acaba de decir eso?
Miré a mi lado, y me llevé un susto al ver a Alex sentado justo a mi lado. Al parecer estaba tan metida en mis pensamientos que no me había dado cuenta de su presencia.
-Hola rubita- saludó el con una sonrisa.
-Oye, ¿cuántas veces te tengo que decir que no me llames "rubita"?- le pregunté.
La sonrisa se le ensanchó.
-Me lo puedes repetir un millón de veces, pero... no voy a dejar de hacerlo.
Puse los ojos en blanco, pero me alegraba mucho de verlo.
-No deberias estar aqui-dije.
-Vaya, te han dicho muchas veces esa frase, que ahora hasta la dices tu ¿eh?- dijo el.
Yo sonreí.
-No, enserio, Alex, no deberias estar aqui.- dije- alguien podría verte.
Se encogió de hombros.
-Me da igual que me vean. Es muy aburrido estar solo ¿sabes?
-Pues deberias buscarte un pasatiempo o algo asi.
-¿Cómo qué?- preguntó mirandome a los ojos.
Yo me quedé mirando esos ojos verdes, eran iguales a los de Sam, eran unos ojos muy bonitos.
-Rubita, ¿te pasa algo?- preguntó.
Aparté la mirada de el.
-Emm... eh... yo... no.
Me miró con curiosidad y luego sonrió.
-¿Qué?- pregunté.
-Nada.
Una ráfaga de viento gélido, me revolvió los cabellos, me puse a tiritar.
-¿Quieres mi chaqueta?- preguntó Alex.
-No- dije- ademas, yo me voy ahora, pero gracias.
La sonrisa se le borró del rostro.
-¿Cómo, pero ya te vas?
Asentí, mientras me levantaba del banco. Oí que algo se caia al suelo, me giré para ver que era, era un papel doblado. Ah, solo era un papel doblado. Pero, ese papel doblado... era mio. Alex se agachó para cogerlo, lo abrió y lo miró. De repente se puso serio, me miró.
-¿De dónde has sacado tu esto?- preguntó.
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Hola chicas!! siento haber tardado mucho en publicar, espero que no os hayais aburrido de leer tanto, bueno, me decís que os a parecido el capitulo ^^
martes, 1 de marzo de 2011
Capitulo 17 Cazadores
¡¿Un qué, de qué?!, el seguia mirandome esperando mi reacción, pero yo me habia quedado muda.
-Gabriella - dijo el- ¿puedes decirme algo, por favor?
Abrí la boca para decir algo, pero no salió ningun sonido. Jared suspiró.
-Creo que no debería habertelo dicho, esta... prohibido.
Le miré sin decir nada, ¿prohibido?
-¿Por qué esta prohibido?- conseguí preguntar.
Me miró un momento y luego dijo:
-Porque si, la gente no debería saber nada de cazadores de vampiros, como tampoco deberian saber nada de vampiros.
No, eso no me aclaraba mucho las ideas, la verdad. Pero quería saber más cosas.
-¿Por qué no te caen bien los vampiros?- pregunté.
Me miró como si hubiera dicho una tontería.
-¿Qué?- volví a preguntar.
-Me parece que es una pregunta tonta, sencillamente no se puede confiar en ellos, y... matan a gente inocente sin importarles si tienen familia o no.
Vi que le afectaba mucho decir aquello, pero no sabia porque.
-Ni siquiera estan vivos, no deberian existir- dijo.
Le miré pero el miraba al suelo y vi como apretaba las manos. Asi que, intenté cambiar de tema, aun no sabia lo que habia estado hablando con Sam y los demás.
-¿De qué quería hablar Sam contigo?
Me miró nuevamente, y sonrió burlonamente.
- ¿Te refieres a esa sanguijuela de pelo negro?- preguntó.
Me encogí al oir su tono de voz, quiza preguntar porque le habia dicho Sam no habia sido una gran idea. Pero asentí.
-Ha dicho que no puedo matar vampiros- suspiró- al menos no dentro de la academia.
Puso los ojos en blanco. Me pregunté como se mataba a un vampiro. El se miraba las manos, yo empecé a mirar su habitación, en serio que si uno se ponia a mirar su habitación, nadie diría que el se dedicaba a matar vampiros. Habia libros, algun que otro poster pegado en la pared, en el escritorio habia discos, un iPod y una botella de agua, miré a otra parte y vi la foto de la familia de Jared. Sentí la mirada de Jared clavada en mi, me giré y me miraba, se levantó de la silla y se dirigió a la mesilla de noche y cogió el marco donde estaba la foto de su familia, la miró un momento y vino hacia mi con el marco en la mano, se sentó a mi lado.
-Los echo de menos- dijo el tristemente.
Le miré el rostro y lo vi sombrío, pero no sabia porque, yo también echaba de menos a mi madre y a mi padre, asi que supongo que le entendía. Miré la foto, su madre era muy guapa y parecia que queria mucho a sus hijos.
-Y, ¿qué piensa tu madre de qué mates vampiros?- le pregunté.
Me miró a los ojos.
-Creo que no le habría gustado que matara vampiros.
Era compresible, ¿a qué madre le gustaría qué su hijo matara vampiros?, ¿qué le iba a decir?, "Diviértete matando vampiros, ah, y no vuelvas más tarde de las doce".
-Ya, seguro que no es facil para ella y... - Jared estaba serio.
Espera, el habia dicho "que no le habría", eso estaba en pasado.
-¿Por qué hablas en pasado?- le pregunté.
Cerró los ojos un momento.
- Porque mis padres estan muertos- respondió.
Me lo quedé viendo un momento, no sabia como reaccionar, creo que lo de matar vampiros me habia sorprendido menos. Me sentía mal, muy mal, y recordé cuando le dije que sus padres le mandaron aqui por que no lo querían, que estúpida habia sido.
-Yo... lo siento mucho Jared, de verdad, yo no sabia que...
-¿Cómo ibas a saberlo? yo no te lo habia dicho, y tu no eres adivina.
El no me lo habia dicho, pero igual me seguia sintiendo tan estúpida.
-Lo siento de verdad Jared.
El asintió.
-Fué mi culpa, por mi culpa Scarlet murió, yo no deberia...
Reprimió las ganas de llorar.
-¿Quién es Scarlet?- pregunté.
- Mi hermana, ella solo tenía 6 años, no es justo, yo... debería haberla vigilado mejor y... , ¡maltida sea!, fué mi culpa, si no fuera por mi, ella seguiría aqui.
Le miré, nunca le habia visto asi, esto le afectaba mucho, se le notaba.
-Seguro que no fué tu culpa- dije intentando consolarlo.
-Lo fué, fué mi culpa. No me lo perdonaré jamás.
Miró la foto nuevamente.
- Esta foto nos la sacamos cuando fuimos al parque de atracciones, Scarlet no paraba de decir que quería ir al parque, y como siempre, se salió con la suya, mis padres siempre le daban todo lo que ella quería.
Casi sonrió.
-¿Cuántos años tenias?- pregunté.
- Tenía 13 años. Sabes, mi padre también era un cazador de vampiros, pero lo dejó cuando mi madre se quedó embarazada de mi, ella no queria que le pasara nada, siempre es peligroso ir por ahí matando vampiros.
Si, tenia que ser una cosa horrible no saber si la persona que amas volvería o no. Yo no me lo podía imaginar.
- Mis padres murieron por culpa de unos vampiros. Aun recuerdo muy bien esa noche, nosotros viviamos en un sitio apartado del pueblo, no teniamos vecinos. Recuerdo que habiamos terminado de cenar y yo estaba en mi habitación escuchando música, supongo que la música estaba algo alta. Estaba enfadado, no habian querido que fuera de acampada con un amigo. Mi madre tocó a la puerta, luego la abrió y dijo: "Jared, ¿querrías hacer el favor de bajar el volumen?", Scarlet asomó la cabeza detrás de mi madre, "eso, me duelen los oidos, y quiero ir a dormir" se quejó. Puse los ojos en blanco, no estaba dispuesto a bajar el volumen. Mi madre suspiró al ver que no le hacia caso, se dirgió al equipo de música y lo apagó. Yo la miré enfadado," yo estaba escuchando eso", Scarlet sonrió. "Ya no". Le dirigí una mirada envenenada "Cierra el pico, enana". Ella me sacó la lengua. "Jared, disculpate con tu hermana" me ordenó mi madre, "no voy ha hacerlo, ella ha empezado".
"Pero tu eres el mayor de los dos, y deberias darle el ejemplo", volvió a decir mi madre. "Que yo sea el mayor no quiere decir que tenga que darle el "ejemplo", dije aun más enfadado. Mi madre se sentó en mi cama y me miró, quizo acariciarme el pelo, pero yo me aparté.
-Muy estúpido por mi parte ¿no crees?- me preguntó.
Me habia sacado de la historia.
-Yo creo que estabas enfadado, y... bueno, cuando uno esta enfadado hace tonterias- dije.
Negó con la cabeza.
-Ya pero, mi madre ya no esta aqui, y... si hubiera sabido que esa seria la última vez que mi madre me iba a acariciar, te juro que jamás hubiera hecho eso.
Miró al suelo.
-Creo que no quiero seguir con la historia- dijo.
Asentí.
-Esta bien, yo tampoco lo haría- admití.
Suspiró.
-Lo haré, aunque no me gusta el final- le miré, si el habia decidido que quería continuar con la historia, yo no podia decirle nada.
-... Entonces mi madre dijo: "Jared, se que querias ir con tu amigo, pero no queria que te pasara nada". La miré un momento, "no iba a morir por irme de acampada, mamá". Scarlet se sentó al lado de mi madre, mi madre empezó a cepillarle el pelo. "Ya, pero sabes que siempre puede ser peligroso por...", no terminó la frase, yo sabia perfectamente a que se referia. "¿Por los vampiros?", Scarlet me miró a mi y luego a mi madre "¿Qué es un vampiro?", le preguntó a mi madre, mi madre me miró a mi "No deberias hablar de eso delante de tu hermana". Estaba tan enfadado que eso no me importaba en absoluto en ese momento "Ya, pero yo no creo en vampiros, y nunca he visto ninguno" dije yo. "Y espero que nunca veas ninguno" dijo mi madre mietras le hacia una trenza a mi hermana. Puse los ojos en blanco. Y fué en ese momento, oimos como se rompia un cristal en el piso de abajo, mi madre se levantó de la cama y se dirigió a la puerta, yo no sabia que habia pasado y también me levanté de mi cama siguiendo a mi madre, que habia entreabierto la puerta, "¿Qué ha sido eso mami?" preguntó Scarlet aun sentada en la cama, mi madre volvió a cerrar la puerta y se giró hacia nosotros, "nada cielo, no te preocupes" dijo mi madre. Pero yo sabia que si pasaba algo. Se acercó a mi y dijo: "Voy a bajar un momento, quedate aqui con tu hermana", sabia que algo iba mal, "yo voy contigo" me ofrecí. Ella negó con la cabeza "No, te quedas cuidando de tu hermana", Scarlet se levantó de la cama, yo la miré y luego volví a mirar a mi madre, "si no pasara nada como tu dices, no tendria porque quedarme cuidando de Scarlet", mi madre se quedó callada "Si, pero te quedarás aqui cuidando de hermana, y no pienso decir nada más". Se dirigió nuevamente a la puerta, la abrió y salió de la habitación. Me giré hacia Scarlet que me miraba algo asustada, me acerqué a ella, "no pasa nada, no te preocupes" le dije para consolarla, aunque ni yo mismo me creia lo que acababa de decir. Me senté en la cama y Scarlet también, no se cuanto tiempo estuvimos ahí sentados, pero a mi me pareció una eternidad. Oí un gritó procedente del piso de abajo, yo me levanté de un saltó, oí que alguien subia las escaleras a toda prisa, cogí a Scarlet de la mano y nos escondimos detrás de la puerta. Ella estaba muy asustada, asi que pensé que lo mejor que podía hacer era abrazarla. Oí como se acercaba alguien a la puerta de mi habitación, se abrió la puerta y era mi madre, yo salí de detrás de la puerta y ella dijo: "Vamos, teneís que esconderos", Scarlet corrió hacia mi madre y la abrazó, "¿Qué ha pasado?" pregunté yo, "no te lo puedo decir, ahora solo hazme caso" respondió mi madre, cogio´a Scarlet de la mano y abrió la puerta y miró de un lado a otro y me instó a que la siguiera, solo nos detuvimos cuando llegamos a la puerta que daba a donde soliamos guardar los abrigos, los paraguas, y alguna que otra cosa más, abrió la puerta, se giró a mi y dijo: "Te quedarás ahí dentro con tu hermana, ¿me oyes?", soltó la mano de Scarlet y le dió un beso en la cara, Sarlet entró en el armario y yo la seguí y luego le dije a mi madre, "me quedo solo porque me lo has pedido tu", ella asintió, y dijo: "Ahora prométeme que no saldrás de aqui por ningun motivo", la miré y luego asentí, "¿Pero tu vendrás pronto verdad?", me miró y luego me dió un beso en la frente, "Si, pero ahora tu quedarás aqui con tu hermana y te asegurarás de que no sale" volví a asentir y me quedé en el armario con Scarlet, mi madre cerró la puerta y Scarlet y yo nos quedamos a oscuras, no podía ver nada pero sabia que Scarlet estaba a mi lado, me senté en elm suelo y me rodeé las piernas. Estuvimos un buen rato en silencio, oí más gritos, y eran terroríficos, también oí que Scarlet se ponía sollozar "Tengo miedo Jared, quiero ir con mamá", no podía ver donde estaba pero su voz se hallaba cerca de mi, "no pasa nada, además, ya has oido ha mamá, no podemos salir de aqui", siguió sollozando, ni siquiera me di cuenta de cuando se levantaba del suelo y dijo: "me da igual, yo me voy donde mamá". Abrió la puerta y la luz de fuera me cegó momentaneamente, cerré un momento lso ojos y vi como salia de el armario "Scarlet, no..." me levanté del suelo e iba a salir detrás de ella, cuando vi a uno de ellos, me quedé paralizado, cogió a Scarlet por detrás y ella empezó a gritar, yo mo podia moverme. El vampiro era alto, más alto que yo, con el pelo rubio, le vi la cara, pero el no me vió a mi. Le tapó la boca a Scarlet y se la llevó a abajo. Yo me quedé mucho tiempo ahí en el armario, también escuché el grito de Scarlet, y me puse a llorar, sabia que llorar no me iba a servir de nada, y después de un rato cuando dejé de llorar, y me di cuenta de que ya no se oia nada, salí del armario. Oliá quemado en el piso de abajo, me dirgí a las escaleras y vi manchas de sangre, recuerdo que sentí mucho miedo. Bajé las escaleras y vi a mis padres tirados en el suelo, y... a Scarlet cercá de ellos. Estaban muertos, vi como las cortinas prendian fuego, la casa se estaba quemando, no quería seguir ahí, tampoco quería ver a mis padres muertos, salí corriendo de la casa y me dirigí al bosque. Corría sin rumbo alguno, corría tanto que ya casi me dolian las piernas, me tropezé con una piedra y caí al suelo, tenía la cara manchada, no me molesté en levantarme y, me eché a llorar, no podia dejar de llorar y de lamentarme por no haber muerto yo también. Después de llorar tanto, me sentía cansado y me quedé dormido. A la mañana siguiente, alguien me despertó, yo abrí los ojos y era un polcía. "¿Estas bien, muchacho?" me preguntó y yo solo pude asentir. Me sacó fuera de ahí y vi mi casa quemada, no quedaba nada. Los médicos me examinaron para ver si me encontraba bien, después de eso los policias me interrogaron, pero yo les dije que no me acordaba de nada, mentí. Dije que me dieron ungolpe en la cabeza y me llevaron al bosque, y se lo creyeron. Me llevaron a un centro de acogida y estuve ahí unas dos semanas, mi tía, la hermana de mi padre, decidió quedarse con mi custodia. Me fuí a vivir con ella y con sus hijos, mis primos. Mi tia sabia todo lo de los cazadores de vampiros y los vampiros, y yo le conté lo que habia pasado. El esposo de mi tia también habia sido un cazador de vampiros, pero murió unos cuantos años atrás.
Jared se quedó callado, su mirada se perdía en algun sitio. Jared tenía razón, la historia no tenia un final feliz, Jared se giró hacia mi y preguntó:
-¿Por qué estas llorando?
¿Llorando?, me toqué la cara y, tenía razón, sentí la cara húmeda. Ni siquiera me habia dado cuenta de que estaba llorando. Me limpié un par de lágrimas, pero éstas seguían resbalando por mis mejillas. Jared sacó un pañuelo de su pantalón y me lo tendió. Yo lo cogí y me limpié las lágrimas.
-No deberias llorar, no se te ve bien llorando- dijo el serio.
-Lo sé, lo siento- me disculpé.
Me limpié un par de lágrimas más.
-No te disculpes por llorar- volvió a decir.
Asentí.
-No puedo evitarlo, debió ser una cosa horrible- le dije.
Miró a otra parte.
-Creo que "horrible" se queda corto. Es por eso por lo que decidí hacerme un cazador de vampiros, para matar a los vampiros que mataron a mis padres y a mi hermana.
Se me congeló la sangre al oir eso, y no pude evitar preguntarle.
-Y... ¿has matado a alguno de esos vampiros?
-Si, maté a dos de ellos, eran cuatro.
-¿Cómo sabes qué eran cuatro?- le preguntó.
Me miró nuevamente.
-Porque uno de los vampiros que maté me lo dijo. Pero aun no los encuentro.
Ahora lo endendía todo, el habia venido a esta academia para buscar a esos vampiros. Habia venido para matarlos.
-Y, has venido aqui par eso, ¿verdad? para buscar a esos vampiros- dije.
Me miró algo sorprendido.
-Si, he venido aqui por eso. Solo por eso.
Asentí.
-No voy a descansar hasta que esos vampiros esten muertos, bueno, más muertos aún.
Me estremecí al oir eso. Este, no era el Jared que yo creia conocer, definitivamente no lo conocia, no era como yo creia que era.
-Eres amiguita de esos vampiros ¿verdad?- me preguntó.
Me encogí de hombros.
-No se si son exactamente mis amigos. A Jesse apenas lo conozco, y me parece muy extraño, Oliver no es que sea muy hablador, a Alex tampoco lo conozco de hace mucho, pero es simpático y me cae bien. Y Sam...
Me puse roja al pensar en el, se que era una tonteria, y más en estas circunstancias. Ójala encontrara palabras para describir lo que me parecía Sam.
- ¿Sam, qué?- preguntó Jared examinandome el rostro.
Negué con la cabeza.
-Nada, solo es... un... vampiro que me cae bien, y que me ha salvado la vida, es todo.
Enarcó una ceja, me siguió mirando un poco más, yo me sentía algo incómoda. Al fin apartó su mirada de mi y miró hacia el reloj que habia en la mesilla de noche. Eran casi las once y media de la noche.
-Creo que deberias irte a tu habitación- dijo el.
Pero si aun era temprano, vale, las once y media no era exactamente temprano, lo que pasa es que ultimamente solia ir a dormir algo tarde. Y aparte de eso aun seguia teniendo algunas dudas.
-Pero, todavía no me has dicho algunas cosas que necesito saber.
-No, es tarde, debes irte- insistió.
Yo no me iba a rendir tan fácilmente.
-No pienso irme sin que me aclares un par de cosas.
Suspiró sonoramente, me miró y dijo:
-Vale.
Le miré sin entender.
-¿Y ya esta?- pregunté- ¿no vas a seguir insistiendo con qué me vaya?
-No, no iba a servir de nada.
Tenía toda la razón, no le iba a servir de nada. Decidí empezar con las preguntas.
-En primer lugar, ¿por qué...?
-¿Quieres algo de beber?- preguntó antes de que yo acabara la pregunta.
-No lo se, ¿a qué viene eso ahora?
Se levantó de la cama y se dirgió al escritorio, cogió la botella de agua, se acercó nuevamente a mi, y me la tendió. Yo la cogí, y el volvió a sentarse a mi lado. Le di vueltas al tapón de la botella hasta que ésta se abrió, le di un trago. ¿Esto era agua? tenia un sabor raro.
-¿Qué es esto?- le pregunté a Jared señalando la botella.
-Es agua, si te fijas en la etiqueta, lo pone.
Le di otro trago, y me seguia pareciendo que tenia un sabor muy raro.
-Volviendo a la pregunta, ¿por qué...?- esta vez no fué Jared quien me interrumpió, sino un bostezo.
De repente me habia entrado mucho sueño. Los párpados me pesaban, cada vez que pestañaba me costaba mucho no dormirme. Cerré los ojos un momento y apoyé la cabeza en el hombro de Jared. Me sentía muy cansada.
-Gabriella- dijo Jared.
Oía su voz algo lejana, aunque estaba a mi lado. Abrí un poco los ojos.
-¿Humm...?
Volví a cerrar los ojos.
-No voy a dejar que nadie te haga daño, lo prometo.- me susurró al oido.- me importas más de lo que crees.
Asentí. Su voz se oia ahora tan lejana, abrí los ojos y le vi borroso, volví a cerrarlos y me sumergí en un profundo sueño.
-Gabriella - dijo el- ¿puedes decirme algo, por favor?
Abrí la boca para decir algo, pero no salió ningun sonido. Jared suspiró.
-Creo que no debería habertelo dicho, esta... prohibido.
Le miré sin decir nada, ¿prohibido?
-¿Por qué esta prohibido?- conseguí preguntar.
Me miró un momento y luego dijo:
-Porque si, la gente no debería saber nada de cazadores de vampiros, como tampoco deberian saber nada de vampiros.
No, eso no me aclaraba mucho las ideas, la verdad. Pero quería saber más cosas.
-¿Por qué no te caen bien los vampiros?- pregunté.
Me miró como si hubiera dicho una tontería.
-¿Qué?- volví a preguntar.
-Me parece que es una pregunta tonta, sencillamente no se puede confiar en ellos, y... matan a gente inocente sin importarles si tienen familia o no.
Vi que le afectaba mucho decir aquello, pero no sabia porque.
-Ni siquiera estan vivos, no deberian existir- dijo.
Le miré pero el miraba al suelo y vi como apretaba las manos. Asi que, intenté cambiar de tema, aun no sabia lo que habia estado hablando con Sam y los demás.
-¿De qué quería hablar Sam contigo?
Me miró nuevamente, y sonrió burlonamente.
- ¿Te refieres a esa sanguijuela de pelo negro?- preguntó.
Me encogí al oir su tono de voz, quiza preguntar porque le habia dicho Sam no habia sido una gran idea. Pero asentí.
-Ha dicho que no puedo matar vampiros- suspiró- al menos no dentro de la academia.
Puso los ojos en blanco. Me pregunté como se mataba a un vampiro. El se miraba las manos, yo empecé a mirar su habitación, en serio que si uno se ponia a mirar su habitación, nadie diría que el se dedicaba a matar vampiros. Habia libros, algun que otro poster pegado en la pared, en el escritorio habia discos, un iPod y una botella de agua, miré a otra parte y vi la foto de la familia de Jared. Sentí la mirada de Jared clavada en mi, me giré y me miraba, se levantó de la silla y se dirigió a la mesilla de noche y cogió el marco donde estaba la foto de su familia, la miró un momento y vino hacia mi con el marco en la mano, se sentó a mi lado.
-Los echo de menos- dijo el tristemente.
Le miré el rostro y lo vi sombrío, pero no sabia porque, yo también echaba de menos a mi madre y a mi padre, asi que supongo que le entendía. Miré la foto, su madre era muy guapa y parecia que queria mucho a sus hijos.
-Y, ¿qué piensa tu madre de qué mates vampiros?- le pregunté.
Me miró a los ojos.
-Creo que no le habría gustado que matara vampiros.
Era compresible, ¿a qué madre le gustaría qué su hijo matara vampiros?, ¿qué le iba a decir?, "Diviértete matando vampiros, ah, y no vuelvas más tarde de las doce".
-Ya, seguro que no es facil para ella y... - Jared estaba serio.
Espera, el habia dicho "que no le habría", eso estaba en pasado.
-¿Por qué hablas en pasado?- le pregunté.
Cerró los ojos un momento.
- Porque mis padres estan muertos- respondió.
Me lo quedé viendo un momento, no sabia como reaccionar, creo que lo de matar vampiros me habia sorprendido menos. Me sentía mal, muy mal, y recordé cuando le dije que sus padres le mandaron aqui por que no lo querían, que estúpida habia sido.
-Yo... lo siento mucho Jared, de verdad, yo no sabia que...
-¿Cómo ibas a saberlo? yo no te lo habia dicho, y tu no eres adivina.
El no me lo habia dicho, pero igual me seguia sintiendo tan estúpida.
-Lo siento de verdad Jared.
El asintió.
-Fué mi culpa, por mi culpa Scarlet murió, yo no deberia...
Reprimió las ganas de llorar.
-¿Quién es Scarlet?- pregunté.
- Mi hermana, ella solo tenía 6 años, no es justo, yo... debería haberla vigilado mejor y... , ¡maltida sea!, fué mi culpa, si no fuera por mi, ella seguiría aqui.
Le miré, nunca le habia visto asi, esto le afectaba mucho, se le notaba.
-Seguro que no fué tu culpa- dije intentando consolarlo.
-Lo fué, fué mi culpa. No me lo perdonaré jamás.
Miró la foto nuevamente.
- Esta foto nos la sacamos cuando fuimos al parque de atracciones, Scarlet no paraba de decir que quería ir al parque, y como siempre, se salió con la suya, mis padres siempre le daban todo lo que ella quería.
Casi sonrió.
-¿Cuántos años tenias?- pregunté.
- Tenía 13 años. Sabes, mi padre también era un cazador de vampiros, pero lo dejó cuando mi madre se quedó embarazada de mi, ella no queria que le pasara nada, siempre es peligroso ir por ahí matando vampiros.
Si, tenia que ser una cosa horrible no saber si la persona que amas volvería o no. Yo no me lo podía imaginar.
- Mis padres murieron por culpa de unos vampiros. Aun recuerdo muy bien esa noche, nosotros viviamos en un sitio apartado del pueblo, no teniamos vecinos. Recuerdo que habiamos terminado de cenar y yo estaba en mi habitación escuchando música, supongo que la música estaba algo alta. Estaba enfadado, no habian querido que fuera de acampada con un amigo. Mi madre tocó a la puerta, luego la abrió y dijo: "Jared, ¿querrías hacer el favor de bajar el volumen?", Scarlet asomó la cabeza detrás de mi madre, "eso, me duelen los oidos, y quiero ir a dormir" se quejó. Puse los ojos en blanco, no estaba dispuesto a bajar el volumen. Mi madre suspiró al ver que no le hacia caso, se dirgió al equipo de música y lo apagó. Yo la miré enfadado," yo estaba escuchando eso", Scarlet sonrió. "Ya no". Le dirigí una mirada envenenada "Cierra el pico, enana". Ella me sacó la lengua. "Jared, disculpate con tu hermana" me ordenó mi madre, "no voy ha hacerlo, ella ha empezado".
"Pero tu eres el mayor de los dos, y deberias darle el ejemplo", volvió a decir mi madre. "Que yo sea el mayor no quiere decir que tenga que darle el "ejemplo", dije aun más enfadado. Mi madre se sentó en mi cama y me miró, quizo acariciarme el pelo, pero yo me aparté.
-Muy estúpido por mi parte ¿no crees?- me preguntó.
Me habia sacado de la historia.
-Yo creo que estabas enfadado, y... bueno, cuando uno esta enfadado hace tonterias- dije.
Negó con la cabeza.
-Ya pero, mi madre ya no esta aqui, y... si hubiera sabido que esa seria la última vez que mi madre me iba a acariciar, te juro que jamás hubiera hecho eso.
Miró al suelo.
-Creo que no quiero seguir con la historia- dijo.
Asentí.
-Esta bien, yo tampoco lo haría- admití.
Suspiró.
-Lo haré, aunque no me gusta el final- le miré, si el habia decidido que quería continuar con la historia, yo no podia decirle nada.
-... Entonces mi madre dijo: "Jared, se que querias ir con tu amigo, pero no queria que te pasara nada". La miré un momento, "no iba a morir por irme de acampada, mamá". Scarlet se sentó al lado de mi madre, mi madre empezó a cepillarle el pelo. "Ya, pero sabes que siempre puede ser peligroso por...", no terminó la frase, yo sabia perfectamente a que se referia. "¿Por los vampiros?", Scarlet me miró a mi y luego a mi madre "¿Qué es un vampiro?", le preguntó a mi madre, mi madre me miró a mi "No deberias hablar de eso delante de tu hermana". Estaba tan enfadado que eso no me importaba en absoluto en ese momento "Ya, pero yo no creo en vampiros, y nunca he visto ninguno" dije yo. "Y espero que nunca veas ninguno" dijo mi madre mietras le hacia una trenza a mi hermana. Puse los ojos en blanco. Y fué en ese momento, oimos como se rompia un cristal en el piso de abajo, mi madre se levantó de la cama y se dirigió a la puerta, yo no sabia que habia pasado y también me levanté de mi cama siguiendo a mi madre, que habia entreabierto la puerta, "¿Qué ha sido eso mami?" preguntó Scarlet aun sentada en la cama, mi madre volvió a cerrar la puerta y se giró hacia nosotros, "nada cielo, no te preocupes" dijo mi madre. Pero yo sabia que si pasaba algo. Se acercó a mi y dijo: "Voy a bajar un momento, quedate aqui con tu hermana", sabia que algo iba mal, "yo voy contigo" me ofrecí. Ella negó con la cabeza "No, te quedas cuidando de tu hermana", Scarlet se levantó de la cama, yo la miré y luego volví a mirar a mi madre, "si no pasara nada como tu dices, no tendria porque quedarme cuidando de Scarlet", mi madre se quedó callada "Si, pero te quedarás aqui cuidando de hermana, y no pienso decir nada más". Se dirigió nuevamente a la puerta, la abrió y salió de la habitación. Me giré hacia Scarlet que me miraba algo asustada, me acerqué a ella, "no pasa nada, no te preocupes" le dije para consolarla, aunque ni yo mismo me creia lo que acababa de decir. Me senté en la cama y Scarlet también, no se cuanto tiempo estuvimos ahí sentados, pero a mi me pareció una eternidad. Oí un gritó procedente del piso de abajo, yo me levanté de un saltó, oí que alguien subia las escaleras a toda prisa, cogí a Scarlet de la mano y nos escondimos detrás de la puerta. Ella estaba muy asustada, asi que pensé que lo mejor que podía hacer era abrazarla. Oí como se acercaba alguien a la puerta de mi habitación, se abrió la puerta y era mi madre, yo salí de detrás de la puerta y ella dijo: "Vamos, teneís que esconderos", Scarlet corrió hacia mi madre y la abrazó, "¿Qué ha pasado?" pregunté yo, "no te lo puedo decir, ahora solo hazme caso" respondió mi madre, cogio´a Scarlet de la mano y abrió la puerta y miró de un lado a otro y me instó a que la siguiera, solo nos detuvimos cuando llegamos a la puerta que daba a donde soliamos guardar los abrigos, los paraguas, y alguna que otra cosa más, abrió la puerta, se giró a mi y dijo: "Te quedarás ahí dentro con tu hermana, ¿me oyes?", soltó la mano de Scarlet y le dió un beso en la cara, Sarlet entró en el armario y yo la seguí y luego le dije a mi madre, "me quedo solo porque me lo has pedido tu", ella asintió, y dijo: "Ahora prométeme que no saldrás de aqui por ningun motivo", la miré y luego asentí, "¿Pero tu vendrás pronto verdad?", me miró y luego me dió un beso en la frente, "Si, pero ahora tu quedarás aqui con tu hermana y te asegurarás de que no sale" volví a asentir y me quedé en el armario con Scarlet, mi madre cerró la puerta y Scarlet y yo nos quedamos a oscuras, no podía ver nada pero sabia que Scarlet estaba a mi lado, me senté en elm suelo y me rodeé las piernas. Estuvimos un buen rato en silencio, oí más gritos, y eran terroríficos, también oí que Scarlet se ponía sollozar "Tengo miedo Jared, quiero ir con mamá", no podía ver donde estaba pero su voz se hallaba cerca de mi, "no pasa nada, además, ya has oido ha mamá, no podemos salir de aqui", siguió sollozando, ni siquiera me di cuenta de cuando se levantaba del suelo y dijo: "me da igual, yo me voy donde mamá". Abrió la puerta y la luz de fuera me cegó momentaneamente, cerré un momento lso ojos y vi como salia de el armario "Scarlet, no..." me levanté del suelo e iba a salir detrás de ella, cuando vi a uno de ellos, me quedé paralizado, cogió a Scarlet por detrás y ella empezó a gritar, yo mo podia moverme. El vampiro era alto, más alto que yo, con el pelo rubio, le vi la cara, pero el no me vió a mi. Le tapó la boca a Scarlet y se la llevó a abajo. Yo me quedé mucho tiempo ahí en el armario, también escuché el grito de Scarlet, y me puse a llorar, sabia que llorar no me iba a servir de nada, y después de un rato cuando dejé de llorar, y me di cuenta de que ya no se oia nada, salí del armario. Oliá quemado en el piso de abajo, me dirgí a las escaleras y vi manchas de sangre, recuerdo que sentí mucho miedo. Bajé las escaleras y vi a mis padres tirados en el suelo, y... a Scarlet cercá de ellos. Estaban muertos, vi como las cortinas prendian fuego, la casa se estaba quemando, no quería seguir ahí, tampoco quería ver a mis padres muertos, salí corriendo de la casa y me dirigí al bosque. Corría sin rumbo alguno, corría tanto que ya casi me dolian las piernas, me tropezé con una piedra y caí al suelo, tenía la cara manchada, no me molesté en levantarme y, me eché a llorar, no podia dejar de llorar y de lamentarme por no haber muerto yo también. Después de llorar tanto, me sentía cansado y me quedé dormido. A la mañana siguiente, alguien me despertó, yo abrí los ojos y era un polcía. "¿Estas bien, muchacho?" me preguntó y yo solo pude asentir. Me sacó fuera de ahí y vi mi casa quemada, no quedaba nada. Los médicos me examinaron para ver si me encontraba bien, después de eso los policias me interrogaron, pero yo les dije que no me acordaba de nada, mentí. Dije que me dieron ungolpe en la cabeza y me llevaron al bosque, y se lo creyeron. Me llevaron a un centro de acogida y estuve ahí unas dos semanas, mi tía, la hermana de mi padre, decidió quedarse con mi custodia. Me fuí a vivir con ella y con sus hijos, mis primos. Mi tia sabia todo lo de los cazadores de vampiros y los vampiros, y yo le conté lo que habia pasado. El esposo de mi tia también habia sido un cazador de vampiros, pero murió unos cuantos años atrás.
Jared se quedó callado, su mirada se perdía en algun sitio. Jared tenía razón, la historia no tenia un final feliz, Jared se giró hacia mi y preguntó:
-¿Por qué estas llorando?
¿Llorando?, me toqué la cara y, tenía razón, sentí la cara húmeda. Ni siquiera me habia dado cuenta de que estaba llorando. Me limpié un par de lágrimas, pero éstas seguían resbalando por mis mejillas. Jared sacó un pañuelo de su pantalón y me lo tendió. Yo lo cogí y me limpié las lágrimas.
-No deberias llorar, no se te ve bien llorando- dijo el serio.
-Lo sé, lo siento- me disculpé.
Me limpié un par de lágrimas más.
-No te disculpes por llorar- volvió a decir.
Asentí.
-No puedo evitarlo, debió ser una cosa horrible- le dije.
Miró a otra parte.
-Creo que "horrible" se queda corto. Es por eso por lo que decidí hacerme un cazador de vampiros, para matar a los vampiros que mataron a mis padres y a mi hermana.
Se me congeló la sangre al oir eso, y no pude evitar preguntarle.
-Y... ¿has matado a alguno de esos vampiros?
-Si, maté a dos de ellos, eran cuatro.
-¿Cómo sabes qué eran cuatro?- le preguntó.
Me miró nuevamente.
-Porque uno de los vampiros que maté me lo dijo. Pero aun no los encuentro.
Ahora lo endendía todo, el habia venido a esta academia para buscar a esos vampiros. Habia venido para matarlos.
-Y, has venido aqui par eso, ¿verdad? para buscar a esos vampiros- dije.
Me miró algo sorprendido.
-Si, he venido aqui por eso. Solo por eso.
Asentí.
-No voy a descansar hasta que esos vampiros esten muertos, bueno, más muertos aún.
Me estremecí al oir eso. Este, no era el Jared que yo creia conocer, definitivamente no lo conocia, no era como yo creia que era.
-Eres amiguita de esos vampiros ¿verdad?- me preguntó.
Me encogí de hombros.
-No se si son exactamente mis amigos. A Jesse apenas lo conozco, y me parece muy extraño, Oliver no es que sea muy hablador, a Alex tampoco lo conozco de hace mucho, pero es simpático y me cae bien. Y Sam...
Me puse roja al pensar en el, se que era una tonteria, y más en estas circunstancias. Ójala encontrara palabras para describir lo que me parecía Sam.
- ¿Sam, qué?- preguntó Jared examinandome el rostro.
Negué con la cabeza.
-Nada, solo es... un... vampiro que me cae bien, y que me ha salvado la vida, es todo.
Enarcó una ceja, me siguió mirando un poco más, yo me sentía algo incómoda. Al fin apartó su mirada de mi y miró hacia el reloj que habia en la mesilla de noche. Eran casi las once y media de la noche.
-Creo que deberias irte a tu habitación- dijo el.
Pero si aun era temprano, vale, las once y media no era exactamente temprano, lo que pasa es que ultimamente solia ir a dormir algo tarde. Y aparte de eso aun seguia teniendo algunas dudas.
-Pero, todavía no me has dicho algunas cosas que necesito saber.
-No, es tarde, debes irte- insistió.
Yo no me iba a rendir tan fácilmente.
-No pienso irme sin que me aclares un par de cosas.
Suspiró sonoramente, me miró y dijo:
-Vale.
Le miré sin entender.
-¿Y ya esta?- pregunté- ¿no vas a seguir insistiendo con qué me vaya?
-No, no iba a servir de nada.
Tenía toda la razón, no le iba a servir de nada. Decidí empezar con las preguntas.
-En primer lugar, ¿por qué...?
-¿Quieres algo de beber?- preguntó antes de que yo acabara la pregunta.
-No lo se, ¿a qué viene eso ahora?
Se levantó de la cama y se dirgió al escritorio, cogió la botella de agua, se acercó nuevamente a mi, y me la tendió. Yo la cogí, y el volvió a sentarse a mi lado. Le di vueltas al tapón de la botella hasta que ésta se abrió, le di un trago. ¿Esto era agua? tenia un sabor raro.
-¿Qué es esto?- le pregunté a Jared señalando la botella.
-Es agua, si te fijas en la etiqueta, lo pone.
Le di otro trago, y me seguia pareciendo que tenia un sabor muy raro.
-Volviendo a la pregunta, ¿por qué...?- esta vez no fué Jared quien me interrumpió, sino un bostezo.
De repente me habia entrado mucho sueño. Los párpados me pesaban, cada vez que pestañaba me costaba mucho no dormirme. Cerré los ojos un momento y apoyé la cabeza en el hombro de Jared. Me sentía muy cansada.
-Gabriella- dijo Jared.
Oía su voz algo lejana, aunque estaba a mi lado. Abrí un poco los ojos.
-¿Humm...?
Volví a cerrar los ojos.
-No voy a dejar que nadie te haga daño, lo prometo.- me susurró al oido.- me importas más de lo que crees.
Asentí. Su voz se oia ahora tan lejana, abrí los ojos y le vi borroso, volví a cerrarlos y me sumergí en un profundo sueño.
domingo, 20 de febrero de 2011
Capitulo 16 El secreto
Si, definitivamente esto era lo que yo había soñado, a exepción de que en mi sueño yo le pregunté: "¿Cómo sabes mi nombre?". Intenté ver algo, pero Jared no me dejaba.
- Jared, ¿qué pasa?- pregunté.
No me respondió, ya me estaba epezando a enfadar.
- Jared, ¡¿me puedes decir qué esta pasando?!- lo volví a intentar.
Alguien respondió, pero no era Jared.
- Eso... Jared, ¿qué esta pasando?
Me llevó unos segundos darme cuenta que la voz... era de Alex.
- ¿Alex?- pregunté confusa.
Volví a intentar ver algo, y esta vez con éxito. Delante de Jared se encontraban Sam, Alex, Oliver y Jesse. ¿Qué hacían los cuatro ahí?. Alex me vió y sonrió.
- Hola rubita- saludó.
¿"Rubita"?, ¿a qué venía eso?
- ¡Eh!, que tengo un nombre. Gabriella, no "rubita"- le corregí.
La sonrisa se le ensanchó al ver mi supuesta cara de enfado.
- Es de cariño. La verdada es que...
- Alex- dijo Sam.
Mi mirada se posó en el, tan guapo como siempre.
- ¿Qué?- Alex miró a Sam, éste negó con la cabeza- oh, cierto, lo había olvidado. Solo trataba de ser amable.
Jared se giró hacia mi.
- ¿De qué conoces a estos tipos?- preguntó.
- Emm... son los de la clase nocturna.
¿Por qué me preguntaba eso?, me cogió del brazo y me acercó a el.
- No voy a dejar que le hagais daño.
Sam me miró.
- Nadie le va a hacer daño- dijo el.
Sentí maripositas en el estómago cuando Sam me miró.
- Ya claro, ¿Y piensas qué yo soy tan idiota como para creer a alguien como... tu?
Jesse respondió.
- Pues si, la verdad es que lo eres.
Jared lo miró, Jesse seguía con la mirada clavada en el. ¿No iba ha hacer daño a Jared, verdad?
Pero la mirada de Jesse lo decía todo. Conseguí que Jared me soltará el brazo y me puse delante de el.
- ¡No!- dije mirando a Jesse.
Me miró a mi y luego a Jared.
- ¿Osea qué te tiene que proteger una chica?
Jared me apartó de en medio.
- No, claro que no.
¡Pues claro que sí!, bueno, no exactamente le tenia que proteger "una chica", pero si tenia que ser protegido ¿no?
- Jesse, no vamos a montar una pelea ahora- dijo Sam.
Jesse apartó la mirada de Jared a regañadientes.
- Pero si la montaramos se qué yo ganaría.
- Eso tendriamos que verlo- dijo Jared.
Yo tambien sabía que si habia una pelea, Jesse ganaría, Jared no tendría nada que hacer contra el.
- No estamos aqui para eso- volvió a repetir Sam.
¿Qué quería decir con eso?,¿es qué habian venido para algo?
Sam miró a Jared.
- Tenemos que hablar contigo.
- Yo no tengo nada que hablar con vosotros- me volvió a coger del brazo-. De hecho, ella y yo nos vamos ahora.
Ya me estaba empezando a sentir como una muñeca, iba de un lado a otro.
- No puedes irte- intervino Oliver
- ¿Quién lo dice?- preguntó Jared.
No entendía absolutamente nada.
- Estúpido humano- murmuro Jesse por lo bajini.
Jared suspiró sonoramente, miró a Sam.
- Esta bien, hablaré con vostros- Jared me miró- pero ella no tiene porque enterarse de esto.
¿De qué tenian que hablar con Jared?
Jesse lo miró burlonamente.
- Lo siento, pero ella ya se ha enterado de "esto"
Jared me miró sorprendido. Espera, espera, con lo de "esto" ¿se referian a lo de los vampiros?. Yo empecé a ver a Jared igual de sorprendida.
- ¡Imposible!- exclamamos los dos.
¿Cómo sabia Jared de vampiros?. Jared miró a Alex.
- ¿Qué es exactamente lo que sabe?
- Todo- respondió Alex- no, espera, creo que no sabe nada sobre los c...
- Alex- le cortó Sam.
Alex cerró la boca. ¿Qué era lo que yo no sabia?
- Si alguien se lo tiene que contar ese es el- dijo Sam señalando a Jared.
- Jared, ¿qué es lo que yo no se?- le pregunté.
Pero en cambio el decidió ignorar mi pregunta.
- Ella no deberia saber nada de vampiros- dijo dirgiendose a Sam- ¿sabeís qué asi la estais poniendo en peligro, verdad?
¿Ponerme en peligro?, ¿por qué?, claro que era cierto que los vampiros eran peligrosos, habia estado al borde de la muerte dos veces.
- Lo sabemos- dijo Sam
Le pegué a Jared en la mano, porque cuando Sam dijo eso, el habia apretado su mano entorno a mi brazo y me estaba haciendo daño. Me soltó, y yo me froté el brazo.
- ¿Entonces por qué se lo habeís dicho?
- Fué un accidente, nadie pretendía que ella se enterara.
Jared chasqueó la lengua. Se acercó a ellos.
- De igual manera no debería haberse enterado.
Sam, Alex , Jesse y Jared, empezaron a hablar entre ellos. Me sentía excluida, me acerqué a Oliver, me miró y yo le sonreí, miró hacia otra parte. Quizá el podia contarme lo que no sabia.
- Oliver... humm... ¿puedo preguntarte algo?
Me volvió a mirar.
- Depende- respondió.
- ¿De qué?
- De cual sea la pregunta.
Asentí, pensé en cómo formular la pregunta.
- Vale, ¿qué es lo que aun no me habeís contado?- lo solté sin más.
Negó con la cabeza.
- No te lo puedo decir.
Ya estaba harta de este suspense.
- ¿Por qué?- pregunté.
- Porque... no soy yo quién debería decirtelo, deberías preguntar a tu amigo.
Mi amigo. Se supone que Jared y yo ya no eramos amigos, miré al suelo y vi una piedra muy curiosa, me agaché a cogerla. Tenía la forma de un corazón, no era exactamente perfecto, pero se le parecía mucho, me la guardé en el bolsillo. Miré nuevamente a Oliver que me miraba con curiosidad, al ver que le miraba apartó la vista. Yo miré hacia donde estaba Jared, seguían hablando, pero esta vez en voz baja, asi que no me enteraba de nada. Me acerqué a ellos y puse los brazos en jarras. Ni se habían dado cuenta de que estaba ahí.
- ¿Hola?, que estoy aqui, ¿alguien me puede decir qué es lo que esta pasando?
Me ignoraron por completo. Se acabó, ya había perdido la paciencia.
- ¡Eh!, repito la pregunta, ¿alguien me puede decir qué demonios esta pasando?- pregunté esta vez más alto.
Me miraron un momento, y luego volvieron a hablar entre ellos. Resoplé.
- Si no me haceís caso, gritaré- amenazé.
Pero nadie me prestó atención.
- ¿Creeís qué no lo voy hacer?, vale.
Abrí la boca preparada para gritar, pero antes de que emitiera sonido alguno, Alex ya estaba ahí tapandome la boca. Me lanzó una mirada que solo podía significar: "No lo hagas". Le miré enfadada.
- Te quitaré la mano de la boca si me prometes que no gritarás- dijo.
Asentí, pero estaba mintiendo. Apartó la mano y yo volví a abrir la boca, me tapó la boca nuevamente.
- Lo habías prometido.
Yo negué con la cabeza. Puso los ojos en blanco, y luego sonrió.
- Pareces una niña pequeña protestando- dijo.
¿Una niña pequeña?, yo no era una niña pequeña, tenía 17 años.
Apartó la mano de mi boca.
- No soy una niña pequeña- le dije enfadada.
- Pues te comportas como tal.
Crucé los brazos sobre el pecho.
- No es cierto, es solo que estoy harta de que nadie me diga nada, no es justo.
Me miró y vi en su rostro que quería decirmelo, pero no podía.
- Lo siento rubita, no puedo decirtelo- se disculpó.
- ¿Quieres dejar de llamarme "rubita"'?
En ese momento Jared apareció, me miró y dijo:
- Nos vamos.
-¿Adonde?- pregunté.
Sin decir nada me cogió del brazo y me arrastró fuera de ahí.
- Adios- casi grité mientras Jared me arrastraba fuera del bosque.
Me pareció oír a Alex decir, "adios rubita". Miré a Jared, pero el más bien se concentraba en sacarme fuera.
Cuando estuvimos fuera del bosque, había poca gente andando por ahí, en estas fechas hacía mucho frío. Vi que Jared me estaba llevando a las habitaciones de los chicos.
- ¿Me estas llevando a tu habitación?- pregunté.
Asintió.
- ¿Para qué?- volví a preguntar.
- Tengo que hablar contigo- respondió.
Entramos en el edificio, nos paramos un momento, el miró de un lado a otro para ver si había algun profesor por ahí, por regla general estaba prohibido que los chicos fueran a las habitaciones de las chicas y las chicas fueran a las habitaciones de los chicos. Seguimos caminando, al parecer no había moros en la costa. Llegamos a su habitación y el sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta. Me instó a que entrara, y eso hice, cerró la puerta, se giró a mi.
- Siéntate- dijo señalando la cama.
Me senté al borde de la cama. El se pasó la mano por el pelo, se sentó en una silla delante mia y se miró las manos.
- No se lo puedes decir a nadie- dijo el, aun mirandose las manos.
¿Se refería lo de los vampiros?
- No se lo he dicho a nadie, ni se lo diré a nadie, me tomarían por loca.
Asintió.
Pensé en lo que aun no me habían dicho, y lo que según Sam, Oliver y Alex, me lo tenía que contar el.
- Jared, ¿me vas a decir qué es lo qué aún no se?- le pregunté.
Levantó la mirada y me vió, miré aquellos ojos azules.
- No debería decirtelo.
Miré al suelo, lo suponía, no me lo iba a decir, ya me había dicho algo por el estilo una vez..
- Lo sé, no tienes tanta confianza conmigo- dije tristemente- lo comprendo, ya no somos amigos, asi que no importa.
Volví a levantar la mirada, aun seguía mirandome. Jamás me iba decir el secreto que escondía, decidí que era mejor irme, me levanté de la cama.
- Se que no debería decirtelo, pero... lo haré.
Le miré y me volví a sentar. Estaba nervioso.
- Esta bien, te escucho- dije.
Estuvimos unos minutos en silencio, cuando creí que ya no me iba a decir nada, me miró y dijo:
- Soy...soy un...- tartamudeó
Suspiró.
- Soy un cazador de vampiros
- Jared, ¿qué pasa?- pregunté.
No me respondió, ya me estaba epezando a enfadar.
- Jared, ¡¿me puedes decir qué esta pasando?!- lo volví a intentar.
Alguien respondió, pero no era Jared.
- Eso... Jared, ¿qué esta pasando?
Me llevó unos segundos darme cuenta que la voz... era de Alex.
- ¿Alex?- pregunté confusa.
Volví a intentar ver algo, y esta vez con éxito. Delante de Jared se encontraban Sam, Alex, Oliver y Jesse. ¿Qué hacían los cuatro ahí?. Alex me vió y sonrió.
- Hola rubita- saludó.
¿"Rubita"?, ¿a qué venía eso?
- ¡Eh!, que tengo un nombre. Gabriella, no "rubita"- le corregí.
La sonrisa se le ensanchó al ver mi supuesta cara de enfado.
- Es de cariño. La verdada es que...
- Alex- dijo Sam.
Mi mirada se posó en el, tan guapo como siempre.
- ¿Qué?- Alex miró a Sam, éste negó con la cabeza- oh, cierto, lo había olvidado. Solo trataba de ser amable.
Jared se giró hacia mi.
- ¿De qué conoces a estos tipos?- preguntó.
- Emm... son los de la clase nocturna.
¿Por qué me preguntaba eso?, me cogió del brazo y me acercó a el.
- No voy a dejar que le hagais daño.
Sam me miró.
- Nadie le va a hacer daño- dijo el.
Sentí maripositas en el estómago cuando Sam me miró.
- Ya claro, ¿Y piensas qué yo soy tan idiota como para creer a alguien como... tu?
Jesse respondió.
- Pues si, la verdad es que lo eres.
Jared lo miró, Jesse seguía con la mirada clavada en el. ¿No iba ha hacer daño a Jared, verdad?
Pero la mirada de Jesse lo decía todo. Conseguí que Jared me soltará el brazo y me puse delante de el.
- ¡No!- dije mirando a Jesse.
Me miró a mi y luego a Jared.
- ¿Osea qué te tiene que proteger una chica?
Jared me apartó de en medio.
- No, claro que no.
¡Pues claro que sí!, bueno, no exactamente le tenia que proteger "una chica", pero si tenia que ser protegido ¿no?
- Jesse, no vamos a montar una pelea ahora- dijo Sam.
Jesse apartó la mirada de Jared a regañadientes.
- Pero si la montaramos se qué yo ganaría.
- Eso tendriamos que verlo- dijo Jared.
Yo tambien sabía que si habia una pelea, Jesse ganaría, Jared no tendría nada que hacer contra el.
- No estamos aqui para eso- volvió a repetir Sam.
¿Qué quería decir con eso?,¿es qué habian venido para algo?
Sam miró a Jared.
- Tenemos que hablar contigo.
- Yo no tengo nada que hablar con vosotros- me volvió a coger del brazo-. De hecho, ella y yo nos vamos ahora.
Ya me estaba empezando a sentir como una muñeca, iba de un lado a otro.
- No puedes irte- intervino Oliver
- ¿Quién lo dice?- preguntó Jared.
No entendía absolutamente nada.
- Estúpido humano- murmuro Jesse por lo bajini.
Jared suspiró sonoramente, miró a Sam.
- Esta bien, hablaré con vostros- Jared me miró- pero ella no tiene porque enterarse de esto.
¿De qué tenian que hablar con Jared?
Jesse lo miró burlonamente.
- Lo siento, pero ella ya se ha enterado de "esto"
Jared me miró sorprendido. Espera, espera, con lo de "esto" ¿se referian a lo de los vampiros?. Yo empecé a ver a Jared igual de sorprendida.
- ¡Imposible!- exclamamos los dos.
¿Cómo sabia Jared de vampiros?. Jared miró a Alex.
- ¿Qué es exactamente lo que sabe?
- Todo- respondió Alex- no, espera, creo que no sabe nada sobre los c...
- Alex- le cortó Sam.
Alex cerró la boca. ¿Qué era lo que yo no sabia?
- Si alguien se lo tiene que contar ese es el- dijo Sam señalando a Jared.
- Jared, ¿qué es lo que yo no se?- le pregunté.
Pero en cambio el decidió ignorar mi pregunta.
- Ella no deberia saber nada de vampiros- dijo dirgiendose a Sam- ¿sabeís qué asi la estais poniendo en peligro, verdad?
¿Ponerme en peligro?, ¿por qué?, claro que era cierto que los vampiros eran peligrosos, habia estado al borde de la muerte dos veces.
- Lo sabemos- dijo Sam
Le pegué a Jared en la mano, porque cuando Sam dijo eso, el habia apretado su mano entorno a mi brazo y me estaba haciendo daño. Me soltó, y yo me froté el brazo.
- ¿Entonces por qué se lo habeís dicho?
- Fué un accidente, nadie pretendía que ella se enterara.
Jared chasqueó la lengua. Se acercó a ellos.
- De igual manera no debería haberse enterado.
Sam, Alex , Jesse y Jared, empezaron a hablar entre ellos. Me sentía excluida, me acerqué a Oliver, me miró y yo le sonreí, miró hacia otra parte. Quizá el podia contarme lo que no sabia.
- Oliver... humm... ¿puedo preguntarte algo?
Me volvió a mirar.
- Depende- respondió.
- ¿De qué?
- De cual sea la pregunta.
Asentí, pensé en cómo formular la pregunta.
- Vale, ¿qué es lo que aun no me habeís contado?- lo solté sin más.
Negó con la cabeza.
- No te lo puedo decir.
Ya estaba harta de este suspense.
- ¿Por qué?- pregunté.
- Porque... no soy yo quién debería decirtelo, deberías preguntar a tu amigo.
Mi amigo. Se supone que Jared y yo ya no eramos amigos, miré al suelo y vi una piedra muy curiosa, me agaché a cogerla. Tenía la forma de un corazón, no era exactamente perfecto, pero se le parecía mucho, me la guardé en el bolsillo. Miré nuevamente a Oliver que me miraba con curiosidad, al ver que le miraba apartó la vista. Yo miré hacia donde estaba Jared, seguían hablando, pero esta vez en voz baja, asi que no me enteraba de nada. Me acerqué a ellos y puse los brazos en jarras. Ni se habían dado cuenta de que estaba ahí.
- ¿Hola?, que estoy aqui, ¿alguien me puede decir qué es lo que esta pasando?
Me ignoraron por completo. Se acabó, ya había perdido la paciencia.
- ¡Eh!, repito la pregunta, ¿alguien me puede decir qué demonios esta pasando?- pregunté esta vez más alto.
Me miraron un momento, y luego volvieron a hablar entre ellos. Resoplé.
- Si no me haceís caso, gritaré- amenazé.
Pero nadie me prestó atención.
- ¿Creeís qué no lo voy hacer?, vale.
Abrí la boca preparada para gritar, pero antes de que emitiera sonido alguno, Alex ya estaba ahí tapandome la boca. Me lanzó una mirada que solo podía significar: "No lo hagas". Le miré enfadada.
- Te quitaré la mano de la boca si me prometes que no gritarás- dijo.
Asentí, pero estaba mintiendo. Apartó la mano y yo volví a abrir la boca, me tapó la boca nuevamente.
- Lo habías prometido.
Yo negué con la cabeza. Puso los ojos en blanco, y luego sonrió.
- Pareces una niña pequeña protestando- dijo.
¿Una niña pequeña?, yo no era una niña pequeña, tenía 17 años.
Apartó la mano de mi boca.
- No soy una niña pequeña- le dije enfadada.
- Pues te comportas como tal.
Crucé los brazos sobre el pecho.
- No es cierto, es solo que estoy harta de que nadie me diga nada, no es justo.
Me miró y vi en su rostro que quería decirmelo, pero no podía.
- Lo siento rubita, no puedo decirtelo- se disculpó.
- ¿Quieres dejar de llamarme "rubita"'?
En ese momento Jared apareció, me miró y dijo:
- Nos vamos.
-¿Adonde?- pregunté.
Sin decir nada me cogió del brazo y me arrastró fuera de ahí.
- Adios- casi grité mientras Jared me arrastraba fuera del bosque.
Me pareció oír a Alex decir, "adios rubita". Miré a Jared, pero el más bien se concentraba en sacarme fuera.
Cuando estuvimos fuera del bosque, había poca gente andando por ahí, en estas fechas hacía mucho frío. Vi que Jared me estaba llevando a las habitaciones de los chicos.
- ¿Me estas llevando a tu habitación?- pregunté.
Asintió.
- ¿Para qué?- volví a preguntar.
- Tengo que hablar contigo- respondió.
Entramos en el edificio, nos paramos un momento, el miró de un lado a otro para ver si había algun profesor por ahí, por regla general estaba prohibido que los chicos fueran a las habitaciones de las chicas y las chicas fueran a las habitaciones de los chicos. Seguimos caminando, al parecer no había moros en la costa. Llegamos a su habitación y el sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta. Me instó a que entrara, y eso hice, cerró la puerta, se giró a mi.
- Siéntate- dijo señalando la cama.
Me senté al borde de la cama. El se pasó la mano por el pelo, se sentó en una silla delante mia y se miró las manos.
- No se lo puedes decir a nadie- dijo el, aun mirandose las manos.
¿Se refería lo de los vampiros?
- No se lo he dicho a nadie, ni se lo diré a nadie, me tomarían por loca.
Asintió.
Pensé en lo que aun no me habían dicho, y lo que según Sam, Oliver y Alex, me lo tenía que contar el.
- Jared, ¿me vas a decir qué es lo qué aún no se?- le pregunté.
Levantó la mirada y me vió, miré aquellos ojos azules.
- No debería decirtelo.
Miré al suelo, lo suponía, no me lo iba a decir, ya me había dicho algo por el estilo una vez..
- Lo sé, no tienes tanta confianza conmigo- dije tristemente- lo comprendo, ya no somos amigos, asi que no importa.
Volví a levantar la mirada, aun seguía mirandome. Jamás me iba decir el secreto que escondía, decidí que era mejor irme, me levanté de la cama.
- Se que no debería decirtelo, pero... lo haré.
Le miré y me volví a sentar. Estaba nervioso.
- Esta bien, te escucho- dije.
Estuvimos unos minutos en silencio, cuando creí que ya no me iba a decir nada, me miró y dijo:
- Soy...soy un...- tartamudeó
Suspiró.
- Soy un cazador de vampiros
viernes, 18 de febrero de 2011
HOLA, he recibido un premio de Liisa y loli, es el mismo, pero igual me gusta mucho, que me hacia una ilusion q no veas :) GRACIAS!!
Las reglas son q tengo q contar 7 cosas sobre mi y premiar a 15 blogs (q dificil)
1. ADORO leer, sencillament esq no puedo parar de leer cuando estoy leyendo un libro (claro q depende de q libro), aveces me meto tanto en la historia q me puedo pasar horas leyendo.
2. Mi grupo favorito es OneRepublic (yo os habreis dado cuenta jejeje)
3. Me gusta cantar aunq se q no soy buena en ello.
4. La guitarra y el piano son unos de mis intrumentos favoritos (la guitarra no me gustaba mucho, pero como en casa mi hermano la toca todo los dias, puesq al final le he cogido el gustillo)
5. La educación física es una de las asignaturas q mas ODIO (soy mui patosa!, y lo q nos lleva a: patosa + deportes = a desastre.
6. Me gusta mucho dibujar, no se mee da mui mal, supongo q lo he sacado de mi hermano :)
7. Un paseo para recordar es una de mis pelis favoritas (porq tengo muchas)
Y LOS BLOGS PREMIADOs son... (tambores porfavor, xD)
1. Te Amo ♥
2.¿Todo tiene un fin?
3. Alma perdida en la oscuridad.
4. Llamame vi.
5. La historia de Li.
6. Poderes.
7. El secreto oscuro
8. simplemente tu♥♥♥
9. Sii, Te QuieRoo...!!!!!
10. A blanco y negro.
11. With evelyn.
12. Eternas experiencias.
13. Mundo atrayente
14. WriTTen in The Stars..★
15. Seoirse Lancaster
Las reglas son q tengo q contar 7 cosas sobre mi y premiar a 15 blogs (q dificil)
1. ADORO leer, sencillament esq no puedo parar de leer cuando estoy leyendo un libro (claro q depende de q libro), aveces me meto tanto en la historia q me puedo pasar horas leyendo.
2. Mi grupo favorito es OneRepublic (yo os habreis dado cuenta jejeje)
3. Me gusta cantar aunq se q no soy buena en ello.
4. La guitarra y el piano son unos de mis intrumentos favoritos (la guitarra no me gustaba mucho, pero como en casa mi hermano la toca todo los dias, puesq al final le he cogido el gustillo)
5. La educación física es una de las asignaturas q mas ODIO (soy mui patosa!, y lo q nos lleva a: patosa + deportes = a desastre.
6. Me gusta mucho dibujar, no se mee da mui mal, supongo q lo he sacado de mi hermano :)
7. Un paseo para recordar es una de mis pelis favoritas (porq tengo muchas)
Y LOS BLOGS PREMIADOs son... (tambores porfavor, xD)
1. Te Amo ♥
2.¿Todo tiene un fin?
3. Alma perdida en la oscuridad.
4. Llamame vi.
5. La historia de Li.
6. Poderes.
7. El secreto oscuro
8. simplemente tu♥♥♥
9. Sii, Te QuieRoo...!!!!!
10. A blanco y negro.
11. With evelyn.
12. Eternas experiencias.
13. Mundo atrayente
14. WriTTen in The Stars..★
15. Seoirse Lancaster
domingo, 6 de febrero de 2011
Capitulo 15 Déjà vu
Ya en mi habitación, haciendo el estúpido trabajo de historia mientras escuchaba música, me pregunté porque me pasaba todo esto a mi, ¿por qué no podía ser una chica normal y corriente? para empezar, resulta que voy a una academia donde estudian vampiros y humanos, claro que los vampiros son de la "clase nocturna", la persona que yo creia que era mi amigo, resulta que solo fingía serlo, y para colmar el vaso de mis problemas, estaba enamorada de un vampiro, lo estaba, no podia remediarlo, se que no deberia estar enamorada de el, pero el era esa persona que hacia que mi corazón se pusiera a latir tan fuerte que parecia que iba a saltar de mi pecho, el era esa persona que me hacia sentir mariposas en el estómago, el que me hacia sonreir cada vez que pensaba en el, la persona que hacia que pusiera mi vida en peligro con solo ir a visitarlo, podría decir más cosas sobre lo que sentía por el, ¿pero de qué me iba a sevir? de nada, absolutamente nada, estaba más que claro que el no sentía lo mismo que yo, solo eramos ¿amigos? no sabria decir si exactamente eramos amigos, a lo mejor me estaba equivocando otra vez como con Jared y no eramos amigos, quizá a Sam le habia dado pena y solo me habia salvado la vida estas dos últimas veces por eso, suspiré, se supone que deberia estar haciendo el trabajo, pero no me apetecia nada hacerlo, ¿Jared habria hecho ya su parte del trabajo? bueno, si lo hacia o no, ya no me importaba, o quiza si, la nota que el sacara tambien la iba a sacar yo.
Tenia unas ganas de gritar, pero me las contuve. Miré el reloj, aun faltaba una o dos horas para que se acabaran las clases, me levanté de la silla, mis piernas estaban algo entumecidas, era comprencible, llevaba un buen rato haciendo el trabajo, cogí mi chaqueta, me la puse, me dirigí a la puerta, aun no sabia exactamente lo que iba ha hacer fuera abrí la puerta y pegué un salto hacia atras.
-¿Es tu forma de decir hola?- preguntó Alex con una sonrisa.
- Eh... yo...¿qué haces aqui?- conseguí preguntar.
- Pasaba de visita- respondió- ¿puedo pasar?
- Supongo...- dije dubitativa.
El pasó y cerró la puerta, inspeccionó la habitación, luego se sentó en mi cama.
- ¿Ibas a ir a algun sitio?- preguntó.
Negué con la cabeza, el volvió a sonreir, se parecia tanto a su hermano, salvo por el pelo y algunos rasgos más de su cara, por extraño que esto pareciera el también me resultaba muy familiar, como cuando vi a Sam la primera vez, no hacia más que mrarlo ahí de pie, el me devolvió la mirada.
- Ya se que soy guapo, pero no creo que sea para tanto- dijo.
Sacudí la cabeza y aparté la mirada, sin duda el y Sam no se parecian tanto como yo creia. Volví la mirada otra vez hacia el.
- Ahora en serio ¿qué haces aquí?- volví a preguntar.
Yo no lo conocia mucho aun, lo único que sabia de el, era que Sam era su hermano y que hacia bastante tiempo que no se veian, por lo demás no sabia nada más de el. Y ademas, hoy parecia ser "el día de dar sustos a Gabriella" primero Jesse (un vampiro de lo más extraño) y hace un momento Alex.
- Me aburria, ¿sabes lo aburrido que puede llegar a ser estar solo en una habitación sin nadie con quien hablar?
Suspiré sonoramente.
- Ah, claro, y pensaste "será divertido ir a ver a Gabriella"- dije imitando su voz.
Sonrió.
- Dos cosas, para empezar yo no hablo asi y supongo que pensé algo asi, creia que serias más divertida.
- ¿Divertida? ¿qué pasa si alguien te llega a ver? ¿cómo crees que iba explicar que alguien de "la clase nocturna" esta en mi habitación?- pregunté casi gritando.
- Eh, tranquilizate- dijo- nadie me ha visto, la seguridad aqui es un asco.
Tenia razón, no sabia ya cuantas veces habia entrado y salido de aqui a mis anchas sin que ningun profesor me reprendiera. Me senté en la cama de Ashley, y solo porque no queria sentarme a su lado.
- Lo siento- me disculpé- ultimamente me pongo asi muy a menudo.
Bueno, esta bien, solo desde que pasó lo de Jared.
- No importa, yo tengo la culpa de venir a visitar de improviso.
- Si, tienes razón es tu culpa- dije yo.
Me miró y luego dijo:
- Vale, es mi culpa.
Eso me hizo sonreir.
- Te ves muy adorable cuando sonries- dijo el.
Me ruborizé, odiba que me ruborizará tan facilmente.
- No me hagas la pelota- dije.
- No lo hago.
Puse los ojos en blanco.
- Y dime... ¿qué relación tienes con mi hermano?- preguntó
Me puse nerviosa.
- ¿Con Sam?- pregunté.
- ¿Con quien va ser? no tengo otro hermano.
Tragué saliva.
- Emm... creo que somos amigos.
Asintió.
- ¿Crees? ¿es qué no estas segura?
Me encogí de hombros.
- Si, creo- respondí.
- Vale- dijo
Suspiré algo aliviada. Sonrió, no me gustaba esa sonrisa, parecia tramar algo.
- Te gusta mi hermano ¿verdad?- soltó de repente.
¿Es qué se me notaba tanto? me puse roja.
- Pues si- dijo el.
Estaba harta que siempre parecieran saber lo que pensaba, me irritaba.
- ¿Quién ha dicho qué me gusta Sam?- pregunté intentando ocultarlo.
Esta vez fué el quien puso los ojos en blanco.
- Esta más claro que el agua, solo me hace falta mirarte a la cara para saberlo.
Me volví a poner nerviosa, las manos me empezaban a sudar.
- Sam no me gusta, ademas el es un vampiro.
- ¿Y qué? la otra vez no pareció importarte...
Se calló a mitad de la frase.
- ¿Qué otra vez?- pregunté.
Ahora el era el que parecia algo nervioso.
- ¿Otra vez? ¿quién ha dicho eso? yo no- dijo.
- Si que lo has hecho- dije.
Negó con la cabeza. Vale, lo iba a dejar pasar por esta vez, ya me enteraria.
- Ya hablaremos de eso en otra ocación- dijo.
- ¿Y por qué no ahora?- pregunté.
- Porque..
Se levantó de mi cama.
- ¿Qué pasa?- pregunté.
- Viene alguien- respondió.
Empezé a oir pasos que se acercaban aqui, lo miré alarmada, luego me giré a la puerta para ver como el pomo daba una vuelta y la puerta se abria, era Ashley. Ella miró detrás mio.
- Ashley, puedo explicartelo- dije.
- Que rosa tan bonita- dijo ella dirigiendose detrás mio.
- Si. lo se... ¿rosa?- pregunté.
Me giré hacia ella, tenia razón habia una rosa encima del escritorio.
Cogió un papelito que estaba justo al lado de la rosa.
- Porque eres tan o más hermosa que esta rosa- leyó Ashley.
Luego me miró.
- ¿Tienes un admirador y no me lo habias dicho?- preguntó.
Me encogí de hombros, ¿cómo había hecho Alex para desparecer tan rápido? y encima dejar una rosa, yo no le habia visto ninguna, a menos que los vampiros también fueran magos. Me acerqué al escritorio y cogí la rosa, tuve cuidado de no pincharme con las espinas, Ashley tenia razón, era una rosa muy bonita, acaricié sus pétalos, eran suaves. Aquello me dibujó una sonrisa en el rostro. Ashley se giró hacia la ventana y la cerró.
- No deberias dejar la ventana abierta, ultimamente hace mucho frio.
Miré hacia la ventana, claro, habia salido por la ventana.
- Y bien... ¿sabes quién es tu admirador?- preguntó Ashley.
La volví a mirar.
- No, la encontré en mi taquilla- mentí.
Sonrió.
- Me parece muy bonito- dijo.
Asentí.
- ¿Y qué haces aqui?- pregunté.
Se acercó al escritorio y cogió un libro. Me enseñó el libro.
- Venia a por el libro de la clase literatura, ¿y tu qué? has faltado a las últimas cuatro clases.
Me inventé una excusa.
- Me sentía algo mal, no creo hubiera aguantado las clases siguientes.
Me miró para ver si decia la verdad, intenté poner cara de estar enferma y tosí.
- Se te ve más pálida que de costumbre- observó.
Empezé a toser otra vez, pero esta vez admito que exageré un poco.
- Creo que deberias ir a la enfermeria.
- No, estoy bien, me sentiré mejor si me quedo en la habitación.
- ¿Estas segura? yo te puedo acompañar a la enfermeria sin ningun problema- se ofreció.
Volví a negar.
- Bueno, vale, esta bien, te veo luego - dijo y salió de la habitación.
Suspiré aliviada y me tumbé en mi cama.
La mañana siguiente fue mejor, decidí que no deberia ponerme de esa forma solo porque Jared y yo ya no eramos amigos, estabamos en el comedor, todos hablaban animadamente, Kristine y Ashley hablaban sobre que planes harian, Iván y Jeremy hablaban sobre algo de deportes y Estefani hablaba con... su novio, si, al parecer el baile fué especial para ella, ella se reia sobre algo que le decia Tyler.
- ¿Y tu qué piensas Gabriella?- preguntó Kristine.
Me giré hacia ella,
- ¿Sobre qué?- pregunté.
- Sobre que se rumorea que hay una nueva pareja en la clase nocturna- dijo.
La miré sin entender.
- ¿Nueva pareja?- volví a preguntar.
Asintió, esta vez fué Ashley quien habló.
- Si, ya sabes Sam y la tal Elizabeth, es comprensible, es guapísima, y en el baile se les veia bastante bien juntos.
- Me alegro- dije sin ánimos.
No habia visto a Sam desde el baile, Ashley tenia razón, Sam y Elizabeth hacian una buene pareja. Vi entrar a Jared en el comedor y sentarse en la mesa en la que habitulamente se sentaba. Ashley y Kristine siguieron la dirección de mi mirada.
- Eh, creia que Jared y tu erais amigos- dijo Ashley.
- Ya no- dije tristemente.
Kristine me miró.
- ¿Quieres hablar de ello?- preguntó.
- No, asi esta bien, pero de todas maneras gracias.
Ella asintió.
La hora del almuerzo por suerta pasó más rápido de lo que esperaba, iba de camino a la clase de historia y a mi lado pasó Janine y una de sus amigas, ahora no me acordaba de su nombre, pero me parece que se llamaba Katrina o algo asi.
- ¿En serio Kate?- preguntó Janine.
Vale, se llamaba Kate. Esta asintió.
- Por supuesto, estoy decidida a ir a por el, ademas, ¿has visto lo bueno qué esta?
- Si, esta muy bueno- coincidió Janine.
- Vale, pero recuerda que yo ya me lo he pedido.
Janine asintió.
- Te veo luego- se despidió Kate mientras entraba a clase.
Las dos ibamos a la misma clase de historia, que "suerte". Se sentó en su pupitre y yo hice lo mismo, abrí la mochila, saqué la carpeta donde tenia el trabajo de historia, o bueno, al menos mi parte, hoy teniamos que entregarlo. Vi que Kate se estaba retocando el maquillaje, pero eso a mi no me importaba, abrí la carpeta y me puse a organizar las hojas, alguien pasó al lado de mi pupitre y dejó caer una carpeta, yo levanté la cabeza y vi a Jared dirigiendose a su pupitre, abrí la carpeta, estaba la parte que faltaba del trabajo, lo estuve ojeando, y todo estaba muy bien, junté las dos partes del trabajo y las metí en mi carpetita, luego miré hacia donde estaba Jared, pero no estaba solo, Kate también estaba ahí y se le estaba insinuando de todas las formas posibles, ella le decia cosas, pero desde esta distancia yo no podia oir lo que le estaba diciendo, le cogió la mano a Jared y le apuntó algo en ella, su número de móvil supongo, Jared dijo algo, pero claro, yo no podia oirlo, sonrió, Kate se inclinó hacia el y... ¡dios! ¿le estaba enseñando el escote? aparté la mirada de ahí, definitivamente no queria ver más, por suerte el profesor se dignó a aparecer a los pocos minutos, supiré al ver como Kate volvia a su asiento, ¿cómo podian haber chicas asi? no es que me importara pero bueno.
El profesor de historia pidió que le entragaramos el trabajo, yo me levanté de mi asiento y se lo dejé encima de su escritorio y luego volví a sentarme, la clase transcurrió, mientras tanto yo tomaba apuntes, bueno, al menos lo intentaba, cuando no tomaba apuntes miraba discretamente a Jared. Al fin la clase se terminó, vi a Jared salir rápidamente, yo hice lo mismo y me dirgí a la taquilla, cuando llegué ahí abrí la taquilla y oí que alguien hablaba cerca de ahí.
- Hola otra vez Jared- dijo Kate.
- Ah, hola... Kathy- dijo Jared.
Miré a escondidas. Ella se rió.
- Es Kate- le corrigió.
Jared asintió.
- Cierto, perdona- se diculpó.
- No importa- dijo esta.
Jared sonrió algo nervioso.
- Tengo que irme a clase, asi que si no te importa...
Kate se abalanzó sobre el y lo besó, yo me quedé viendolos con los ojos abiertos de par en par, salí de ahí corriendo, intenté sacarme las imágenes de aquello de mi cabeza. En la última clase de el día, que era biología, me estuvimos viendo una película para la clase, (muy aburrida por cierto) casi me quedo dormida, estabamos en una de las parte "más interesante de la película", segun el profesor claro, cuando tocó el timbre ¡aleluya!, lo malo era que seguiriamos viendo la película el próximo día, cogí la mochila y metí mis cosas dentro, me la puse al hombro y salí de clase. Cuando ya casi llegaba a mi habitación, otra vez vi a Kate, pero esta vez hablando por el móvil.
- Si, le besé, besa increiblemente bien- dijo.
No tenia porque escuchar aquello, y la verdad tampoco queria, pero es que hablaba tan alto que me era imposible ignorarla.
- Estoy segura que después de eso me llamará.- siguió diciendo.
Aceleré el paso, queria llegar lo más pronto posible a mi habitación, cuando lo hice abrí la puerta y luego la cerré de un portazo, Ashley salió del baño alarmada.
- ¿Qué ha sido eso?- preguntó.
- Nada- dije- se me fué la puera sin más, no pretendia asustarte.
Asintió.
- ¿Te apetece ir a la habitación de Estefani conmigo?- preguntó- me iba a ayudar con los deberes.
Me lo pensé, pero no me sentía con ánimos.
- No, ve tu sola- dije.
- Esta bien- dijo.
Cogió su mochila y salió de la habitación, cogí la mochila y me senté para hacer los deberes, no se cuanto tiempo estuve haciendo los deberes, lo que si se, es que cuando habia terminado los deberes ya habia oscurecido, bien, asi podria ir a visitar a Sam, cogí mi chaqueta y salí fuera de mi habitación, cuando salí hacia frío, me alegré de haber cogido la chaqueta, iba de camino al bosque.
- ¡Eh!
Me detuve, espera, yo conocía esa voz, era Jared, volví a caminar, pero esta vez más rápido, oí que el venia detrás de mi, hasta que me alcanzó y se puso delante mio.
-¿Qué estas haciendo?- preguntó.
Le fulminé con la mirada.
- A ti que te importa- dije molesta- creia que andarias por ahí besandote con "tu amiguita".
Me miró.
- ¿Has estado espiándome?- preguntó.
- ¡Ja! ya quisieras, tengo cosas mejores que hacer, ademas fué una casualidad, no creo que sea un delito ir a la taquilla.
Puso los ojos en blanco.
- No es una buena idea ir al bosque- dijo.
- No puedes obligarme a no ir- casi grité.
- Si tengo que hacerlo lo haré, no irás.
- ¡Mírame!- dije mientras volvía a caminar.
El me siguió, le miré enfadada.
- Bueno, pues si tu vas yo voy contigo.
Entramos en el bosque, me paré, el se puso nuevamente delante mia.
- ¡Déjame en paz!- dije.
- Te dejaré en paz, cuando vayas a tu habitación- dijo
Bufé.
- Pues vas listo, no pienso ir a mi habitación.
Abrió la boca para decir algo, solo para segundos después volver a cerrarla, oí pasos que se acercaban a nosotros, muchos pasos, Jared se puso de espaldas a mi, como si me protegiera, ¿cómo si me protegiera? espera, esto me recordaba mucho a algo, era una sensación de duja vi, no espera , no era asi...
-Te dije que no era buena idea venir aqui Gabriella-dijo él.
Abrí la boca, si, esto ya lo había vivído antes, era una sensación de... ¡déjà vu!, si eso, una sensación de déjà vu.
- Jared- conseguí balbucear
-Te lo dije pero tu no me has hecho caso-dijo.
Ya sabia de que me sonaba esto, esto, yo lo había soñado.
Tenia unas ganas de gritar, pero me las contuve. Miré el reloj, aun faltaba una o dos horas para que se acabaran las clases, me levanté de la silla, mis piernas estaban algo entumecidas, era comprencible, llevaba un buen rato haciendo el trabajo, cogí mi chaqueta, me la puse, me dirigí a la puerta, aun no sabia exactamente lo que iba ha hacer fuera abrí la puerta y pegué un salto hacia atras.
-¿Es tu forma de decir hola?- preguntó Alex con una sonrisa.
- Eh... yo...¿qué haces aqui?- conseguí preguntar.
- Pasaba de visita- respondió- ¿puedo pasar?
- Supongo...- dije dubitativa.
El pasó y cerró la puerta, inspeccionó la habitación, luego se sentó en mi cama.
- ¿Ibas a ir a algun sitio?- preguntó.
Negué con la cabeza, el volvió a sonreir, se parecia tanto a su hermano, salvo por el pelo y algunos rasgos más de su cara, por extraño que esto pareciera el también me resultaba muy familiar, como cuando vi a Sam la primera vez, no hacia más que mrarlo ahí de pie, el me devolvió la mirada.
- Ya se que soy guapo, pero no creo que sea para tanto- dijo.
Sacudí la cabeza y aparté la mirada, sin duda el y Sam no se parecian tanto como yo creia. Volví la mirada otra vez hacia el.
- Ahora en serio ¿qué haces aquí?- volví a preguntar.
Yo no lo conocia mucho aun, lo único que sabia de el, era que Sam era su hermano y que hacia bastante tiempo que no se veian, por lo demás no sabia nada más de el. Y ademas, hoy parecia ser "el día de dar sustos a Gabriella" primero Jesse (un vampiro de lo más extraño) y hace un momento Alex.
- Me aburria, ¿sabes lo aburrido que puede llegar a ser estar solo en una habitación sin nadie con quien hablar?
Suspiré sonoramente.
- Ah, claro, y pensaste "será divertido ir a ver a Gabriella"- dije imitando su voz.
Sonrió.
- Dos cosas, para empezar yo no hablo asi y supongo que pensé algo asi, creia que serias más divertida.
- ¿Divertida? ¿qué pasa si alguien te llega a ver? ¿cómo crees que iba explicar que alguien de "la clase nocturna" esta en mi habitación?- pregunté casi gritando.
- Eh, tranquilizate- dijo- nadie me ha visto, la seguridad aqui es un asco.
Tenia razón, no sabia ya cuantas veces habia entrado y salido de aqui a mis anchas sin que ningun profesor me reprendiera. Me senté en la cama de Ashley, y solo porque no queria sentarme a su lado.
- Lo siento- me disculpé- ultimamente me pongo asi muy a menudo.
Bueno, esta bien, solo desde que pasó lo de Jared.
- No importa, yo tengo la culpa de venir a visitar de improviso.
- Si, tienes razón es tu culpa- dije yo.
Me miró y luego dijo:
- Vale, es mi culpa.
Eso me hizo sonreir.
- Te ves muy adorable cuando sonries- dijo el.
Me ruborizé, odiba que me ruborizará tan facilmente.
- No me hagas la pelota- dije.
- No lo hago.
Puse los ojos en blanco.
- Y dime... ¿qué relación tienes con mi hermano?- preguntó
Me puse nerviosa.
- ¿Con Sam?- pregunté.
- ¿Con quien va ser? no tengo otro hermano.
Tragué saliva.
- Emm... creo que somos amigos.
Asintió.
- ¿Crees? ¿es qué no estas segura?
Me encogí de hombros.
- Si, creo- respondí.
- Vale- dijo
Suspiré algo aliviada. Sonrió, no me gustaba esa sonrisa, parecia tramar algo.
- Te gusta mi hermano ¿verdad?- soltó de repente.
¿Es qué se me notaba tanto? me puse roja.
- Pues si- dijo el.
Estaba harta que siempre parecieran saber lo que pensaba, me irritaba.
- ¿Quién ha dicho qué me gusta Sam?- pregunté intentando ocultarlo.
Esta vez fué el quien puso los ojos en blanco.
- Esta más claro que el agua, solo me hace falta mirarte a la cara para saberlo.
Me volví a poner nerviosa, las manos me empezaban a sudar.
- Sam no me gusta, ademas el es un vampiro.
- ¿Y qué? la otra vez no pareció importarte...
Se calló a mitad de la frase.
- ¿Qué otra vez?- pregunté.
Ahora el era el que parecia algo nervioso.
- ¿Otra vez? ¿quién ha dicho eso? yo no- dijo.
- Si que lo has hecho- dije.
Negó con la cabeza. Vale, lo iba a dejar pasar por esta vez, ya me enteraria.
- Ya hablaremos de eso en otra ocación- dijo.
- ¿Y por qué no ahora?- pregunté.
- Porque..
Se levantó de mi cama.
- ¿Qué pasa?- pregunté.
- Viene alguien- respondió.
Empezé a oir pasos que se acercaban aqui, lo miré alarmada, luego me giré a la puerta para ver como el pomo daba una vuelta y la puerta se abria, era Ashley. Ella miró detrás mio.
- Ashley, puedo explicartelo- dije.
- Que rosa tan bonita- dijo ella dirigiendose detrás mio.
- Si. lo se... ¿rosa?- pregunté.
Me giré hacia ella, tenia razón habia una rosa encima del escritorio.
Cogió un papelito que estaba justo al lado de la rosa.
- Porque eres tan o más hermosa que esta rosa- leyó Ashley.
Luego me miró.
- ¿Tienes un admirador y no me lo habias dicho?- preguntó.
Me encogí de hombros, ¿cómo había hecho Alex para desparecer tan rápido? y encima dejar una rosa, yo no le habia visto ninguna, a menos que los vampiros también fueran magos. Me acerqué al escritorio y cogí la rosa, tuve cuidado de no pincharme con las espinas, Ashley tenia razón, era una rosa muy bonita, acaricié sus pétalos, eran suaves. Aquello me dibujó una sonrisa en el rostro. Ashley se giró hacia la ventana y la cerró.
- No deberias dejar la ventana abierta, ultimamente hace mucho frio.
Miré hacia la ventana, claro, habia salido por la ventana.
- Y bien... ¿sabes quién es tu admirador?- preguntó Ashley.
La volví a mirar.
- No, la encontré en mi taquilla- mentí.
Sonrió.
- Me parece muy bonito- dijo.
Asentí.
- ¿Y qué haces aqui?- pregunté.
Se acercó al escritorio y cogió un libro. Me enseñó el libro.
- Venia a por el libro de la clase literatura, ¿y tu qué? has faltado a las últimas cuatro clases.
Me inventé una excusa.
- Me sentía algo mal, no creo hubiera aguantado las clases siguientes.
Me miró para ver si decia la verdad, intenté poner cara de estar enferma y tosí.
- Se te ve más pálida que de costumbre- observó.
Empezé a toser otra vez, pero esta vez admito que exageré un poco.
- Creo que deberias ir a la enfermeria.
- No, estoy bien, me sentiré mejor si me quedo en la habitación.
- ¿Estas segura? yo te puedo acompañar a la enfermeria sin ningun problema- se ofreció.
Volví a negar.
- Bueno, vale, esta bien, te veo luego - dijo y salió de la habitación.
Suspiré aliviada y me tumbé en mi cama.
La mañana siguiente fue mejor, decidí que no deberia ponerme de esa forma solo porque Jared y yo ya no eramos amigos, estabamos en el comedor, todos hablaban animadamente, Kristine y Ashley hablaban sobre que planes harian, Iván y Jeremy hablaban sobre algo de deportes y Estefani hablaba con... su novio, si, al parecer el baile fué especial para ella, ella se reia sobre algo que le decia Tyler.
- ¿Y tu qué piensas Gabriella?- preguntó Kristine.
Me giré hacia ella,
- ¿Sobre qué?- pregunté.
- Sobre que se rumorea que hay una nueva pareja en la clase nocturna- dijo.
La miré sin entender.
- ¿Nueva pareja?- volví a preguntar.
Asintió, esta vez fué Ashley quien habló.
- Si, ya sabes Sam y la tal Elizabeth, es comprensible, es guapísima, y en el baile se les veia bastante bien juntos.
- Me alegro- dije sin ánimos.
No habia visto a Sam desde el baile, Ashley tenia razón, Sam y Elizabeth hacian una buene pareja. Vi entrar a Jared en el comedor y sentarse en la mesa en la que habitulamente se sentaba. Ashley y Kristine siguieron la dirección de mi mirada.
- Eh, creia que Jared y tu erais amigos- dijo Ashley.
- Ya no- dije tristemente.
Kristine me miró.
- ¿Quieres hablar de ello?- preguntó.
- No, asi esta bien, pero de todas maneras gracias.
Ella asintió.
La hora del almuerzo por suerta pasó más rápido de lo que esperaba, iba de camino a la clase de historia y a mi lado pasó Janine y una de sus amigas, ahora no me acordaba de su nombre, pero me parece que se llamaba Katrina o algo asi.
- ¿En serio Kate?- preguntó Janine.
Vale, se llamaba Kate. Esta asintió.
- Por supuesto, estoy decidida a ir a por el, ademas, ¿has visto lo bueno qué esta?
- Si, esta muy bueno- coincidió Janine.
- Vale, pero recuerda que yo ya me lo he pedido.
Janine asintió.
- Te veo luego- se despidió Kate mientras entraba a clase.
Las dos ibamos a la misma clase de historia, que "suerte". Se sentó en su pupitre y yo hice lo mismo, abrí la mochila, saqué la carpeta donde tenia el trabajo de historia, o bueno, al menos mi parte, hoy teniamos que entregarlo. Vi que Kate se estaba retocando el maquillaje, pero eso a mi no me importaba, abrí la carpeta y me puse a organizar las hojas, alguien pasó al lado de mi pupitre y dejó caer una carpeta, yo levanté la cabeza y vi a Jared dirigiendose a su pupitre, abrí la carpeta, estaba la parte que faltaba del trabajo, lo estuve ojeando, y todo estaba muy bien, junté las dos partes del trabajo y las metí en mi carpetita, luego miré hacia donde estaba Jared, pero no estaba solo, Kate también estaba ahí y se le estaba insinuando de todas las formas posibles, ella le decia cosas, pero desde esta distancia yo no podia oir lo que le estaba diciendo, le cogió la mano a Jared y le apuntó algo en ella, su número de móvil supongo, Jared dijo algo, pero claro, yo no podia oirlo, sonrió, Kate se inclinó hacia el y... ¡dios! ¿le estaba enseñando el escote? aparté la mirada de ahí, definitivamente no queria ver más, por suerte el profesor se dignó a aparecer a los pocos minutos, supiré al ver como Kate volvia a su asiento, ¿cómo podian haber chicas asi? no es que me importara pero bueno.
El profesor de historia pidió que le entragaramos el trabajo, yo me levanté de mi asiento y se lo dejé encima de su escritorio y luego volví a sentarme, la clase transcurrió, mientras tanto yo tomaba apuntes, bueno, al menos lo intentaba, cuando no tomaba apuntes miraba discretamente a Jared. Al fin la clase se terminó, vi a Jared salir rápidamente, yo hice lo mismo y me dirgí a la taquilla, cuando llegué ahí abrí la taquilla y oí que alguien hablaba cerca de ahí.
- Hola otra vez Jared- dijo Kate.
- Ah, hola... Kathy- dijo Jared.
Miré a escondidas. Ella se rió.
- Es Kate- le corrigió.
Jared asintió.
- Cierto, perdona- se diculpó.
- No importa- dijo esta.
Jared sonrió algo nervioso.
- Tengo que irme a clase, asi que si no te importa...
Kate se abalanzó sobre el y lo besó, yo me quedé viendolos con los ojos abiertos de par en par, salí de ahí corriendo, intenté sacarme las imágenes de aquello de mi cabeza. En la última clase de el día, que era biología, me estuvimos viendo una película para la clase, (muy aburrida por cierto) casi me quedo dormida, estabamos en una de las parte "más interesante de la película", segun el profesor claro, cuando tocó el timbre ¡aleluya!, lo malo era que seguiriamos viendo la película el próximo día, cogí la mochila y metí mis cosas dentro, me la puse al hombro y salí de clase. Cuando ya casi llegaba a mi habitación, otra vez vi a Kate, pero esta vez hablando por el móvil.
- Si, le besé, besa increiblemente bien- dijo.
No tenia porque escuchar aquello, y la verdad tampoco queria, pero es que hablaba tan alto que me era imposible ignorarla.
- Estoy segura que después de eso me llamará.- siguió diciendo.
Aceleré el paso, queria llegar lo más pronto posible a mi habitación, cuando lo hice abrí la puerta y luego la cerré de un portazo, Ashley salió del baño alarmada.
- ¿Qué ha sido eso?- preguntó.
- Nada- dije- se me fué la puera sin más, no pretendia asustarte.
Asintió.
- ¿Te apetece ir a la habitación de Estefani conmigo?- preguntó- me iba a ayudar con los deberes.
Me lo pensé, pero no me sentía con ánimos.
- No, ve tu sola- dije.
- Esta bien- dijo.
Cogió su mochila y salió de la habitación, cogí la mochila y me senté para hacer los deberes, no se cuanto tiempo estuve haciendo los deberes, lo que si se, es que cuando habia terminado los deberes ya habia oscurecido, bien, asi podria ir a visitar a Sam, cogí mi chaqueta y salí fuera de mi habitación, cuando salí hacia frío, me alegré de haber cogido la chaqueta, iba de camino al bosque.
- ¡Eh!
Me detuve, espera, yo conocía esa voz, era Jared, volví a caminar, pero esta vez más rápido, oí que el venia detrás de mi, hasta que me alcanzó y se puso delante mio.
-¿Qué estas haciendo?- preguntó.
Le fulminé con la mirada.
- A ti que te importa- dije molesta- creia que andarias por ahí besandote con "tu amiguita".
Me miró.
- ¿Has estado espiándome?- preguntó.
- ¡Ja! ya quisieras, tengo cosas mejores que hacer, ademas fué una casualidad, no creo que sea un delito ir a la taquilla.
Puso los ojos en blanco.
- No es una buena idea ir al bosque- dijo.
- No puedes obligarme a no ir- casi grité.
- Si tengo que hacerlo lo haré, no irás.
- ¡Mírame!- dije mientras volvía a caminar.
El me siguió, le miré enfadada.
- Bueno, pues si tu vas yo voy contigo.
Entramos en el bosque, me paré, el se puso nuevamente delante mia.
- ¡Déjame en paz!- dije.
- Te dejaré en paz, cuando vayas a tu habitación- dijo
Bufé.
- Pues vas listo, no pienso ir a mi habitación.
Abrió la boca para decir algo, solo para segundos después volver a cerrarla, oí pasos que se acercaban a nosotros, muchos pasos, Jared se puso de espaldas a mi, como si me protegiera, ¿cómo si me protegiera? espera, esto me recordaba mucho a algo, era una sensación de duja vi, no espera , no era asi...
-Te dije que no era buena idea venir aqui Gabriella-dijo él.
Abrí la boca, si, esto ya lo había vivído antes, era una sensación de... ¡déjà vu!, si eso, una sensación de déjà vu.
- Jared- conseguí balbucear
-Te lo dije pero tu no me has hecho caso-dijo.
Ya sabia de que me sonaba esto, esto, yo lo había soñado.
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