¿A qué venía esa pregunta? Solo era el dibujo de una chica que había visto en mi cabeza, y que se parecía muchísimo a mi. Me sentía un poco incómoda con la mirada de Alex clavada en mi.
-Humm... lo... he... ¿hecho yo? -respondí.
Me miró confuso.
-Eso es imposible, tu no puedes haber... -Dejó la frase a medias
Lo miré si entender, ¿por qué se ponía así Alex? No entendía nada.
-¿Por que es imposible? Soy buena dibujando, o eso me han dicho.
Se levantó del banco.
-No, tu no puedes haber...
Negó con la cabeza.
-Pues si no te lo crees, no me importa. Es la verdad, yo... vi a esa chica en mi cabeza, y... la dibujé, es todo.
El se levantó del banco, y se giró hacia el bosque.
-Tengo que irme.
Yo me quedé ahí parada y luego reaccioné.
-¿Qué? No, no puedes irte así, ¿qué es lo que pasa?
El se dirigió al bosque y yo le seguí. Los dos acabamos adentrándonos en el bosque, no veía casi nada, no había mucha luz que digamos, pero mis ojos acabaron acostumbrándose a la poca luz que había
-Alex- dije. Pero el siguió sin hacerme caso, y no se detuvo en ningún momento -¡Alexander! Oye, dime algo ¿que es lo que ocurre?
El siguió caminado, y yo iba detrás de el.
-Gabriella, deberías irte de aquí -dijo al fin.
-¿Por qué? Hace un momento no querías que me fuera.
El se detuvo un momento.
-Lo se, pero ahora tienes que irte ¿me entiendes? -preguntó el aun de espaldas a mi. -No me sigas.
Se puso en marcha nuevamente, pero yo no me iba a quedar así, el tenía que decirme lo que le ocurría, porque había reaccionado de esa manera al ver el dibujo. Porque, de todas formas, solo era eso, un dibujo ¿no? Así que volví a seguirle, no me importaba que el me hubiera dicho que no le siguiera. Se detuvo de nuevo.
-Gabriella, ya te he dicho que no me sigas - volvió a decir con un tono de voz más alto.- Hazme un favor quieres. Ve a tu habitación, ya sabes que este sitio no es seguro, y no siempre va a haber alguien que te salve la vida.
Crucé los brazos sobre el pecho, y solté un suspiro. Se que mi actitud era la de una cría, pero no quería quedarme excluida de lo que fuera que le ocurriera a Alex, y también sabía que el tenía toda la razón, no siempre iba haber alguien que estuviera a mi lado para salvarme la vida.
-Esta bien, pero... solo me iré si prometes contarmelo todo.
El asintió.
-Lo haré, pero no hoy. - dijo mientas se marchaba.- Adios.
Yo me quedé ahí parada y casi cuando ya le había perdido de vista grité:
-¡Lo has prometido!
Me aparté los pelos que el viento me había puesto en la cara, di media vuelta y caminé para salir fuera del bosque. Cuando logré salir, fuera no había nadie, normal, ya era tarde, a esta hora la mayoría de los alumnos estarían en sus habitaciones. Me dirigí al edificio de las habitaciones de las chicas, y cuando llegué a la entrada me detuve. ¿Alguien me estaba
observando? Di la vuelta para ver si había alguien, pero no, no había nadie, que extraño, juraría que había sentido que alguien me estaba observando. Decidí no darle más vueltas al asunto, y entré al edificio.
A la mañana siguiente a la hora del desayuno, me dirigía con mi bandeja de comida a la mesa donde me solía sentar, entonces vi a Austin dirigiendose a su mesa, parecía que iba a comer solo.
-Hey -Lo llamé.
Lo malo era que no podía hacerle señas para que me viera, porque estaba con la bandeja de comida, y no me atrevía a cogerla con una sola mano, con lo torpe que era seguro que acababa estampandose contra el suelo.
Austin miró a todas partes hasta que me vió, yo sonreí. Austin se acercó hasta donde estaba.
-Hola -Saludó el con una sonrisa.
-Hola -Le devolví el saludo- ¿vas a comer solo?
El se encogió de hombros.
-Si, me gusta pensar en mis cosas y eso- respondió
-Mmm... ¿Y qué tal tu madre?- le pregunté.
-¿Mi madre?- preguntó confuso.
Yo también lo miré algo confusa.
-Si... - Respondí- ya sabes, esa que ayer te mandó un mensaje al móvil- seguí diciendo.
-Oh, mi... madre, cierto, soy muy olvidadizo. -Dijo algo nervioso -Ella esta muy bien, le dije que parara de enviarme mensajes cada 5 minutos. Siempre me trata como si fuera un niño de 3 años, y todo porque soy hijo único -Puso los ojos en blanco.
-Yo también soy hija única -dije sorprendida de que tuvieramos algo más en común -Pero siempre he querido tener un hermano o hermana.
Sonrió. ¿Por qué me gustaba tanto esa sonrisa? Era una sonrisa contagiosa, que siempre que la veía me entraban ganas de sonreir a mi también. El empezó a hablar.
-Cuando tenía 7 años también quería tener un hermanito, pero... deje de querer tener uno en la fiesta de cumpleaños de mi primo Steve, cumplia un año, mi tía me dijo que lo cogiera, y cuando lo cogí... me vomitó encima. -Yo me eché a reír -Oye, que no tiene gracia, era mi camiseta favorita, bueno, era de Spiderman, pero era mi camiseta favorita
Yo seguía riendome, de tanto reirme se me cayó el plátano de la bandeja de comida, pero antes de que se estampara contra el suelo, Austin lo cogió. Lo miré sorprendida, el me tendió el plátano.
-Toma -yo lo cogí, aun lo seguía mirando sorprendida ¿cómo había hecho eso tan rápido? -Eso te pasa por reirte de mi.
-Si, supongo que si... Tienes buenos reflejos.
-No lo se... supongo -Se encogió de hombros.
-Debes de ser muy bueno en gimnasia, pero si te digo una cosa yo soy malísima, bueno, el Tenis no se me da tan mal y también el... -Me callé porque vi a Jared entrar en el comedor. Jared miró en busca de una mesa vacía y de repente, posó su mirada en mi, yo le devolví la mirada,
el enarcó una ceja y luego miró a Austin. Sonreí para mi misma y volví a mirar a Austin-. Esto... Austin, ¿qué te parece si te vienes a nuestra mesa? -pregunté señalando la mesa donde estaban los demás.
-Mmm... bueno, yo... no se, lo cierto es que... -Antes de que dijera algo más le cogí del brazo y lo arrastré hasta nuestra mesa.
Cuando llegamos, todos clavaron la mirada en Austin, menos Ashley y Justin. Iván miró de arriba a abajo a Austin. Jeremy me miró a mi y luego a Austin.
-Hola chicos -Saludé -No os importa que haya traido a Austin ¿verdad?
-¡Por supuesto que no! -dijo Ashley muy sonriente.
-No -dijo Justin -pero... ¿cómo lo has conseguido? Yo le he dicho a Austin un montón de veces que se viniera, pero nunca me hace caso.
Austin puso los ojos en blanco. Yo sonrei y me encogí de hombros.
-Es mi encanto natural- dije sonriente.
-No es cierto, es porque me has arrastrado hasta aqui- dijo el medio bromeando.
Tenía razón, y lo cierto es que no sabia porque había hecho eso, era... ¿para darle celos a Jared? No, ¡pues claro que no! ¿por que qerria darle yo celos a Jared? Solo lo hacía porque Austin me caía muy bien y no quería que se sentara solo. Si, era por eso.
Iván miró a su bandeja de comida, luego vi que Ashley sonreía al vernos a Austin y a mi. Los miré un momento, y me di cuenta de que aun seguia cogida del brazo de Austin. Lo solté de repente. Seguro que Ashley se creia que entre Austin y yo había algo. Al final nos sentamos y todos empezaron a hablar animadamente, bueno, no todos. Iván, Austin y yo, eramos las únicas excepciones
Austin parecía un poco incómodo, mientras que yo, me dedicaba a hacer trocitos mi cruasán, no tenía mucha hambre, y lo cierto es que Iván no parecía muy contento. Supongo que sería porque aún le seguía gustando, y la verdad es que ese tema me seguía resultando bastante incómodo, no sabía como arreglar las cosas entre el y yo, y de verdad que quería arreglarlo, quería que volvieramos a ser amigos. Pero en parte el tenía la culpa, ¿por qué se tenía que haber fijado precisamente en mí? Sacudí la cabeza, no, Iván no tenía la culpa, quizá la culpa era mía o quizá...
Sentí la mirada de alguien clavada en mi, levanté la cabeza de mi bandeja de comida, donde se encontraba el cruasán hecho trocitos; y me encontré con la mirada de Austin, que se sentaba frente a mi. Inmediatamente sentí como el color subía a mis mejillas, y vi que el sonreía. Cuando terminamos de desayunar, yo me dirigí a los cubos de la basura con la bandeja de comida, para tirar los restos, y Austin fue conmigo, mientras tiraba los restos de comida el dijo:
-Creo que le caigo mal al rubio.
Yo di la vuelta y lo miré, el también me miró, y luego se acercó al cubo de la basura para tirar los restos de comida. Yo me puse un mechón de pelo detrás de la oreja.
-¿Te refieres a Iván?- pregunté, aunque yo ya sabía que si se refería a el, no había otro "rubio" en nuestra mesa.
El asintió.
-Es que durante todo el desayuno me he estado lanzando miradas asesinas.- Yo agaché la cabeza, pobre Austin. Ahora entendía porque se sentía tan incómodo- Le gustas ¿verdad? Al rubio, osea, a Iván.
Yo asentí, me sentía muy incómoda con este tema.
-Entiendo- volvió a decir.- ¿Qué clase tienes ahora?- preguntó como cambiando de tema.
-Humm... pues creo que matemáticas- dije dudando un poco.
Asintió.
-Entonces supongo que nos vemos luego - dijo dando media vuelta para dirigirse a la salida.
-¡Austin! -lo llamé, el dió media vuelta. -Hmm... a la hora del almuerzo te puedes sentar con nosotros... si quieres.
-No puedo, lo siento, voy a estar en la biblioteca estudiando, tengo un examen de Biología. -Dijo el.
Yo agaché la cabeza, la verdad es que me apetecía hablar con Austin, y conocerlo mejor. Creo que la hora del almuerzo era la única hora en la que podíamos haber hablado, porque al parecer el y yo no compartiamos ninguna clase. Levanté la cabeza nuevamente y me estaba mirando.
-Pero aún no he olvidado darte esas clases de guitarra- dijo el sonriente-Pásate por mi habitación a las ocho y media ¿vale? Supango que ya sabes cual es mi habitación.
Asentí, si que sabía cual era su habitación, era la misma que la de Justin, y casi me había olvidado la clases de guitarra.
-Esta bien -estaré ahí a las ocho y media. -Dije animadamente.
-Vale, ahora me voy a clase de français -puso acento francés. Yo sonreí.-Adiós.
-Adiós- me despedí yo también, con una sonrisa.
Dio la vuelta nuevamente y lo vi alejarse hasta la salida. Me quedé un momento ahí parada, hasta que me di cuenta de que yo también tenía que ir a clase. Me puse bien la mochila y me fui pitando a mi clase.
Era la séptima clase del día y estaba muy aburrida, demasiado diría yo, ahora me encontraba en la clase de Literatura, se supone que tendría que estar leyendo el libro de "Hamlet" estábamos con Shakespear, pero a mi me gustaba más el de Romeo y Julieta, la verdad. El caso es que todos estaban leyendo, menos yo. Hoy era uno de esos días en que las clases se me hacían largas, y aburridas. Solté un supiro, y me concentré en leer el bendito libro. Pero lo único que veía en el libro eran letras y más letras. A mi me encanta leer, pero ahora mismo no tenía muchas ganas. Miré por la ventana, y vi el bosque, me quedé un momento mirándolo, y me acordé de que yo tenía que hablar con Alex, me tenía que dar una explicación, una explicación de porque se había comportado así al ver mi dibujo y... ¿Mi dibujo? ¡Mi dibujo! ¿Dónde estaba mi dibujo?¿Se lo había quedado Alex? Y si era así... ¿Por qué? Si, definitivamente, hoy iba ir al edificio de los de la clase nocturna.
Al terminar la última clase del día, me dirigía a mi taquilla para dejar unos cuantos libros, y lo vi, vi a Jared apoyado justo al lado de mi taquilla, parecía muy tranquilo, estaba mirando al suelo. Por un momento me quedé donde estaba, decidiendo si quería quedarme a hablar con el, o dar media vuelta y marcharme a mi habitación. Estaba a punto de hacer lo segundo, cuando el levantó la cabeza de suelo y me miró, estaba claro que ya no podía hacer lo segundo, asi que me acerque a donde estaba. Me miró un momento, y luego miró detrás de mi como si esperara que apareciese alguien.
-¿Dónde esta tu amigo? -Preguntó volviendo a mirarme.
-En primer lugar, mi amigo, se llama Austin, y en segundo lugar...
-El era tu cita de ayer ¿verdad? -me interrumpió el.
Asentí, ¿por qué de repente parecía interesarle mi vida?
-Es simpático, me cae bien y...
-No lo conoces -me volvió a interrumpir
De repente, me sentí un poco enfadada. Bueno, últimamente siempre que hablaba con Jared acababa enfadada.
-Ah, ¿y tu si? -pregunté.
Negó con la cabeza.
-No, no lo conozco, pero se que ese chico, simpático y que te cae bien... Esconde algo, y quizá deberías tener cuidado con el -dijo algo serio.
-Ni si quiera lo conoces, no deberías juzgar a la gente sin conocerla ¿sabes?
Lo mire, y luego di la vuelta para irme de ahí. No quería seguir hablando con el.
-Gabriella... -Empezó nuevamente. Yo me detuve. -Hazme caso, aunque sea solo por esta vez... se que esconde algo, y voy a averiguar que es.
Decidí que ya no quería escucharlo más, asi que eché a andar, y me marché a mi habitación.
Más tarde en mi habitación, yo estaba buscando uno de mis pendientes, mientras Kristine, Estefani y Ashley me interrogaban sobre Austin.
-Pues es guapo -dijo Kristine.
-Si que lo es -Coincidió Estefani.
Estaba debajo de la cama buscándolo, porque estoy segura que era ahí donde se había caído. Lo acabé encontrando en menos de un minuto.
-Austin y Gabriella son novios -Canturreó Ashley.
Me levanté del suelo y la miré.
-Ya te he dicho que entre Austin y yo no hay nada, solo somos amigos.
-Claro, y por eso tienes una cita con el ahora -dijo ella sonriente.
Puse los ojos en blanco.
-No es una cita, solo me va a dar clases de guitarra -no se cuantas veces lo había dicho ya.
Me puse el pendiente, y me dejé el pelo suelto. Me senté en mi cama, aun me quedaban al menos 5 minutos. Las tres me miraban atentamente.
-¿Qué? -Pregunté.
-Pues que te has puesto muy guapa para solo ir a las clases de guitarra -dijo Kristine.
Me puse un poco nerviosa.
-No es cierto, yo... me apetecía ponerme guapa, es todo.
-Vale, ¿y por qué... ?
-¡Tengo que irme! -ma apresuré a decir, interrumpiendo a Ashley, no quería que me siguieran interrogando. Me levanté de la cama y me acerqué a la puerta.
-Vale, suerte con tus clases de guitarra -dijo Ashley guiñandome un ojo.
Salí de la habitación y me dirigí fuera del edificio. Cuando salí fuera, el viento era más gélido que el día anterior. Me quedé un momento en la entrada del edificio, bueno, en realidad no iba a la habitación de Austin... aún. Solo eran las ocho, y yo tenía que hablar con Alex, ah, y quería que me devolviera mi dibujo.
Miré de un lado a otro, para ver si Jared estaba en algún lado, como vi que no estaba, me dirigí al bosque.
Cuando me adentré en él, todo me parecía más siniestro de lo normal, el sonido de las hojas entre los árboles, algún que otro animal escondiéndose entre los arbustos, incluso mis propias pisadas. Todo estaba muy oscuro, tropecé con piedras y arbustos un par de veces. Conforme iba avanzando, vi que el camino estaba más iluminado, eso significaba que el edificio de los de la clase nocturna ya estaba cerca, sonreí. Cuando ya estaba viendo el edificio oí unas voces, eran las de Alex y Sam, me detuve de golpe y me escondí detrás de un árbol.
-No -dijo Sam.
-Sam, ya te he dicho que lo ha hecho ella -dijo Alex.
¿De quién estaban hablando?¿Y quién era ella? Decidí acercarme un poco para ver, y los vi de pie, Sam, caminaba de un lado a otro, y también vi que llevaba mi dibujo en su mano. Asi que ella, era yo. No entendía nada ¿qué tenía de especial ese dibujo?
-Ella... no debería acordarse de nada de eso -volvió a decir Sam.
¿De qué se supone que no debería acordarme?
-Lo se, no debría tener esos recuerdos -dijo Alex encogiendose de hombros -yo tampoco lo endiendo.
-Las dos son... tan diferentes.
-Si, Cat era más dulce, divertida, simpática, inteligente.... En cambio Gabriella no hace más que meterse en problemas, ah si, y nunca hace caso de lo que le dicen. -Dijo Alex.
No se porque me sentí un poco enfadada, no me parecía bien que me estuvieran comparando con esa chica, y sentí un poco de celos de la tal Cat.
-A veces la echo de menos -dijo Sam un poco triste.
-Si no fuera por E...
-No me lo recuerdes -le interrumpió Sam, y miró al suelo.
-Lo siento, Sam, se que tu...
Algo se movió en el arbusto que estaba cerca del árbol donde me encontraba escondida.
-¿Qué ha sido eso? -Preguntó Sam levantando la cabeza y mirando cerca de donde estaba yo.
¿Me había visto?
-Habra sido un animal -dijo Alex.
Decidí que era mejor irse de ahí antes de que me vieran, redrocedí un paso y algo crujió, creo que era el sonido de una rama al partirse. ¡Genial! Había sido yo, esperaba que no se hubieran dado cuenta. Di la vuelta para marcharme de una vez, y vi a Sam delante de mi. Pegué un salto hacia atrás y me lleve la mano al pecho, mi corazón parecía que iba a saltar de mi pecho en cualquier momento.
-Dios, ¿es qué quieres matarme de un susto? -Pregunté.
-¿Qué haces aqui? -preguntó el.
¿Y qué me inventaba yo ahora? Porque obviamente no iba a decirle: "Mmm... nada, solo os estaba espiando a ti y a Alex"
-Bueno, yo... estaba... buscando una cosa... -dije algo dubitativa.
Sam me miró de arriba a abajo, yo me puse roja como un tomate, deseaba poder esconder mi rostro en algún sitio.
-¿Has estado espiandonos? -preguntó Alex detrás de mi.
Yo me giré hacia el.
-No, yo no... estaba espiando a nadie. -Mentí - yo solo... quería hablar contigo. Me lo habías prometido.
-Yo no te prometí nada, y tampoco te dije que fuera a hablar contigo hoy -dijo el. Lo miré un poco enfadada, el suspiró al ver mi cara de enfado -mira rubita, sabes perfectamente que no deberias estar aqui, es peligroso, y seguro que a tu amiguito no le gustará ni un pelo que andes por aqui.
-Jared no es...
-Alex tiene razón, deberias irte de aqui -me interrumpió Sam.
Volví a mirar a Sam.
-Pero Sam yo... -el me miraba, me sentía tan pequeña siempre que me miraba de esa forma -bueno yo... -agaché la cabeza y vi mi dibujo en su mano -Yo, quiero mi dibujo.
El me miró un poco confundido, pero luego me tendió el dibujo, yo extendí la mano para cogerlo, lo miré un momento, miré a esa chica que se parecía tanto a mi, y de repente... era como si ya no me encontrara en el boque con Sam y Alex. Vi a una chica corriendo, en realidad no era una chica corriente, era la chica de mi dibujo, la que había visto en mi cabeza, la que se parecía a mi. Ella corría y de vez en cuando miraba hacia atrás, en su rostro se veia que estaba asustada, bueno, más que asustada, yo diría que estaba aterrada, pero... ¿Por qué? Ella seguía corriendo, era... como si alguien la persiguiera, alguien... que quería hacerle daño, y entonces se encontró en un callejón sin salida, ella se pego a la pared, y miraba a quien fuera el que le estuviera persiguiendo.
-Por favor -le suplicó ella entre sollozos -no me hagas daño...
-Lo siento preciosa, pero me temo que eso no va a ser posible -dijo una voz masculina.
-No, por favor, ¡No! -gritó ella.
Y entonces oí la voz de Sam que me llamaba y me sacudía de los hombros. Lo miré, y luego miré a mi alrededor, ya no estabamos detrás del árbol y no recordaba haber caminado hasta donde hace un rato estaban hablando Sam y Alex. Volví a mirar a Sam pero esta vez lo vi borroso, en realidad ahora veia todo borroso.
-¿Sam? -pregunté.
Lo vi todo oscuro, y lo siguiente que sé, es que me desmayé.
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Vale solo quería deciros que LO SIENTO MUCHÍSIMO!!! siento haber tardado tanto en publicar, de verdad que lo siento :( pero es que llegaron las vacaciones y no me apeteció para nada escribir, pero yo ya tenía este capitulo casi entero lo único que me faltaba escribir el final pero no me apeteció escribirlo u.u lo se, soy muy vaga. Bueeno, y si alguien quiere lanzarme tomates o algo asi, no le culparé u.u xD Espero que os guste el capitulo :D
Ah! y también quería deciros que yo y mi amiga Carmen hemos creado un blog y me gustaría un MONTÓN que os pasarais os dejo el link: http://ialwayslosemymind.blogspot.com/
Ahí muy pronto empezaré a escribir una historia y mi amiga también la suya ;)
Bueno eso es todo!! Os quiero! :D
Muchos besos
Noee;)